Actualización sobre Ucrania y Rusia

La actualización sobre Ucrania se hace necesaria esta semana a partir de una serie de elementos.

Un primer aspecto estaría vinculado con el hecho de que las agencias de inteligencia de Estados Unidos creen que partes del gobierno ucraniano autorizaron el ataque con coche bomba cerca de Moscú en agosto que mató a Daria Dugina, atentado cuyas consecuencias están aún en curso por parte de Moscú y podrían acabar con ampliar el conflicto y mover el eje hacia unas posiciones más bélicas entre los diferentes elementos en equilibrio en Moscú, algo que hemos venido señalando que ha sucedido. Hemos de contar, de todas formas, que es posible que Moscú lleve a cabo sus propios ataques contra altos funcionarios ucranianos. Estados Unidos no participó en el atentado, ni proporcionando información de inteligencia ni otro tipo de ayuda, dijeron los funcionarios. Los funcionarios estadounidenses también dijeron que no estaban al tanto de la operación con antelación y que se habrían opuesto al atentado si se les hubiera consultado. Adicionalmente, los funcionarios estadounidenses amonestaron a los funcionarios ucranianos por el asesinato, y se han sentido frustrados por la falta de transparencia de Ucrania sobre sus planes militares y encubiertos, especialmente en suelo ruso. Todo ello de acuerdo con The New York Times.

Se señala también que:

"Desde el comienzo de la guerra, los servicios de seguridad ucranianos han demostrado su capacidad de llegar hasta Rusia para realizar operaciones de sabotaje. Sin embargo, el asesinato de la Sra. Dugina sería una de las operaciones más audaces hasta la fecha, demostrando que Ucrania puede acercarse mucho a los rusos prominentes."

Lo cual sirve para darnos una dimensión algo más precisa de las capacidades de la inteligencia ucraniana, y evidentemente, de la buena lectura de los diferentes elementos en juego dentro de Rusia y de su equilibrio, más o menos precario, buscando una forma de enfrentarlos... aunque se corre el riesgo de llevar los equilibrios de poder no hacia el choque entre las diferentes partes y sí hacia consensos que la situación militar en Ucrania, interior del país y los frentes abiertos en Asia Central y el Cáucaso, tanto Norte como Sur, pueden llegar a implicar con Putin al frente del Kremlin, o con cualquier otra pieza, y se debería mirar hacia, por ejemplo, Kadyrov como una de dichas piezas, pues recordemos que estamos viendo en Ucrania y su guerra con Rusia realmente una extensión del conflicto que se dio dentro de la misma Chechenia, con sus partes enfrentadas también en el campo de batalla entre aquellos chechenos bajo el mando de Kadyrov y aquellos que se oponen a Kadyrov además de los que no pudo atraerse de aquellos que se hallan en el exilio, compuesto por los antiguos oficiales de Aslán Masjádov, ofreciéndoles cargos en la administración o participación en los negocios, o el simple perdón, y con unos intereses compuestos muy interesantes, pues Kadyrov en el Kremlin podría, por un lado, cerrar la posible brecha del Cáucaso Norte, y por otro lado, usar sus redes de "príncipe" en la región respecto a otros actores, como es Asia Central y otros. Conviene subrayar que Putin ascendió al líder de Chechenia, Ramzan Kadyrov, a coronel general (general de cuerpo de ejército), y que recientemente Kadyrov se había pronunciado a favor del uso de armas nucleares tácticas en Ucrania, marcando un perfil muy concreto.

Sea como sea, algunos funcionarios estadounidenses sospechan que el padre de la Sra. Dugina, Aleksandr Dugin era el verdadero objetivo de la operación, y que los operativos que la llevaron a cabo creyeron que estaría en el vehículo con su hija. ¿Cuál fue la cadena de acontecimientos que llevó al atentado? Primero tuvo lugar tras una serie de ataques ucranianos en Crimea, cosa que había llevado a los ultranacionalistas del círculo del Sr. Dugin a instar al presidente Putin a intensificar la guerra en Ucrania: no estaban dispuestos a tolerar más esta situación. A ello siguió la gran ofensiva en la que ahora hace un mes Ucrania arrebataba una gran cantidad de territorio. Sobre ambos aspectos es conveniente repasar el siguiente documento.

El servicio de inteligencia nacional de Rusia, el FSB, culpó del asesinato de la Sra. Dugina a los servicios de inteligencia de Ucrania. En un anuncio hecho un día después del ataque, el FSB dijo que los operativos ucranianos habían contratado a una mujer ucraniana, que entró en Rusia en julio y alquiló un apartamento donde vivía la Sra. Dugina. La mujer huyó entonces de Rusia tras el atentado, según el FSB.

Ilya Ponomarev, un antiguo miembro de la Duma rusa que votó en contra de la anexión de Crimea, ha afirmado que un grupo formado por combatientes proucranianos y anti-Putin que opera en Rusia, conocido como el Ejército Nacional Republicano, fue el responsable del asesinato.

Dugin instaba y continuó instando a Moscú a intensificar su guerra contra Ucrania, lo mismo que venía haciendo su hija. De hecho, algo de la reacción rusa que está siguiendo estos días y la búsqueda de cerrar la brecha interna, algo cada vez más acuciante, está moviendo el eje del equilibrio interno ruso hacia esas posiciones paulatinamente, partiendo del hecho de que Rusia no puede perder en Ucrania: en esto no hay alternativa desde la perspectiva rusa, y a su vez, si esto se diera, se debe evitar una deriva rusa en la línea seguida a partir del ciclo de 1905 en adelante hasta la victoria de los "rojos" sobre los "blancos", con la salvedad de que ahora, hoy por hoy, la hegemonía en Rusia está en los "blancos", y no existen los "rojos", es decir unos cosmopolitas como Lenin y Trotski, con lo que darían vueltas y más vueltas alrededor de las ideas más extremas y profundamente nacionalistas y revanchistas de "los blancos". Manejar este escenario es clave.

Los funcionarios estadounidenses que hablaron de la inteligencia no revelaron al The New York Times qué elementos del gobierno ucraniano se cree que autorizaron la misión, quiénes la llevaron a cabo, o si el presidente Volodymyr Zelensky había firmado la misión. No debemos olvidar tampoco, pues cuentan en los diferentes grupos de poder y toma de decisiones, que en Ucrania ascendían unos oligarcas, tales como:

A) Rinat Ajmetov, que es propietario de SCM Group, el FC Shakhtar y el negocio de los medios de comunicación (el canal de televisión de mayor audiencia, Ukraina, y el periódico Segodnya), que de acuerdo a expertos señalados aquí no son rentables y sólo se utilizan para efectos políticos y de imagen. En la época de Yanukóvich, el empresario aumentó su patrimonio, incluso mediante la privatización de empresas estatales. Tras la Revolución de la Dignidad y la ocupación de Crimea y Donbás, Akhmetov tuvo que proteger sus activos. La cuota de las empresas DTEK en un segmento de la generación de energía térmica alcanza el 70%. Oblenergo son monopolios regionales en el suministro de energía. En 2016, hubo preferencias estatales en favor de SCM, por ejemplo, del regulador estatal NKREKP a través de la inclusión del coste del carbón en la fórmula de la tarifa en la generación de energía térmica a un precio en los puertos ARA (Ámsterdam-Rotterdam-Amberes) + envío.

B) Igor Kolomoisky: presente en el negocio del petróleo a través del control de las empresas públicas, caso de Ukrnafta; transporte aéreo a través de MAU; gasolineras, negocios de ferroaleaciones entre otras.

C) Viktor Pinchuk, cuya fortuna gira alrededor de los ingresos obtenidos de la industria siderúrgica. La principal fuente de ingresos es el Grupo EastOne, que incluye principalmente fabricantes de tubos y plantas siderúrgicas. Junto con Kolomoyskyi, han venido controlando la planta de ferroaleaciones de Nikopol, que se ha convertido en un asunto de interés para ambos oligarcas. Es propietario del banco Credit Dnepr, de uno de los mayores holdings de medios de comunicación de Ucrania, StarLightMedia (STB, ICTV, "New Channel", M1, M2, QTV, el periódico "Facts"), y del grupo de radio TavrMedia ("Russian Radio Ukraine", "Hit FM", "Kiss FM", "Radio Rocks", "Melody" y "Relax"). Todo el negocio está gestionado por la empresa de inversiones del oligarca, EastOne.

C) Petró Poroshenko, propietario del fondo de inversión empresarial no diversificado "Prime Assets Capital", que controla activos como "Roshen" Corporation, "Kuznia na Rybalskomu”, “Banco de inversión internacional”, empresa de medios “5 canales”, empresas del sector agrícola, etc. Se ha venido creyendo que Poroshenko contaba o cuenta con fuertes relaciones con Kononenko y Oleh Hladovskyi, accionistas minoritarios de “Prime Assets Capital”. Oleh Hladkovsky se desempeñó en el cargo de subsecretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania. Los gerentes del negocio automotriz de Poroshenko y sus socios han sido designados para puestos de alto nivel en empresas del sector de defensa como Ukroboronprom y SE "Antonov". Las empresas conectadas a Poroshenko controlan casi todo el sector de defensa y han venido recibiendo numerosas concesiones por parte del gobierno, como por ejemplo la compra de vehículos para la Guardia Nacional y la empresa estatal Ukrtransnafta. “Kuznia na Rybalskomu” también ha cambiado a productos de defensa. Por ejemplo, comenzaron a producir varias armas para el ejército ucraniano y recibieron la orden estatal para la producir patrulleras. “Ukrzapchastyna”, que está conectada con “Bogdan” y es uno de los mayores prestatarios de “IIB”, ganó más de 300 licitaciones públicas.

D) Dmytro Firtash, con una de las tres áreas principales de sus actividades en el negocio del nitrógeno representado por el holding "OSTCHEM", que ocupa el tercer lugar en el mundo en la producción de nitratos, el cuarto en la de amoníaco y el duodécimo en la de nitrato de amonio de urea. El negocio del titanio de Firtash está representado por la planta de titanio-magnesio de Zaporizhia (en la que, por cierto, el "Grupo DF", de su propiedad, posee el 49% del capital y que ahora está en la zona bajo el control de Rusia... algo muy interesante). El negocio del gas de Firtash está representado por la empresa de gestión "RGC" (Compañía Regional de Gas). Firtash es propietario de "Inter", que se encuentra entre los cinco canales de televisión de mayor audiencia. Este canal de televisión tiene reputación por su contenido prorruso. El oligarca, según sus propias palabras, apoya al Partido "Udar" y a Vitali Klitschko desde 2012. Una investigación de "Reuters" revela que el beneficiario final de los negocios del "Grupo DF" es el círculo de allegados del presidente ruso Putin, contando indicios económicos directos tales como los precios especiales del gas ruso y los créditos de "Gazprombank" para las empresas del "Grupo DF". En su caso estaríamos ante el intento del oligarca de apoderarse del Estado ucraniano, pero vinculado y preparado desde hace años por parte de Rusia del gran movimiento para apoderarse de Ucrania.

El ascenso de estos oligarcas ucranianos se dio en paralelo con el de los oligarcas rusos 2.0: los que llegaron o bien se consolidaron con Putin en Rusia, tales como Alexei Miller (presidente de Gazprom), Igor Sechin (Rosneft), Yuri Kovalchuk (Banco de Rusia), y un superviviente de "los oligarcas rusos 1.0" de la época de Yeltsin, Roman Abramóvich.

Ambos grupos de oligarcas, tanto los rusos como los ucranianos, han ejercido su ascenso y fortalecimiento de posiciones construyendo sobre los pilares del control de las materias primas, de enormes empresas y bancos del Estado, así como medios de comunicación, posiciones que se ha venido desarrollado a través la adquisición por parte del regulador (por ejemplo, en el caso de los monopolios naturales), la adquisición presupuestaria (en el caso de obtener preferencias a través de los fondos presupuestarios) y la adquisición de empresas estatales. En el caso de Rusia con Yeltsin o con Putin, y con el que venga a continuación, será exactamente el mismo caso que el ucraniano.

No obstante, en el caso de Ucrania los oligarcas han adquirido y afianzado un poder enorme, más que en Rusia porque la debilidad del Estado y el choque con Rusia por la guerra del Donbass en 2014 y la conquista de Crimea ha favorecido esta situación. De hecho, de acuerdo con las estimaciones de la empresa de inversiones Dragon Capital, en 2016 las posesiones de los diez oligarcas ucranianos más ricos ascendieron a más de 11.000 millones de dólares. Esto supone casi el 13% del PIB de Ucrania en 2015, un dato que conviene poner en relación para comprender lo que significan estos hombres en Ucrania, y el caso de Rusia es muy parecido: las posesiones de las diez personas más ricas de Polonia y Estados Unidos ascendían a cerca del 3% del PIB.

Podemos citar tres ejemplos, que ilustran perfectamente tres posiciones distintas y de paso para comprender Ucrania (y por supuesto Rusia), y con ello las declaraciones de la inteligencia de Estados Unidos. Kolomoisky, que es judío, se desempeñó como presidente de la Comunidad Judía Unida de Ucrania; en 2010 había sido nombrado presidente del Consejo Europeo de Comunidades Judías, algo logrado con maniobras muy poco claras, denunciadas desde Israel en un artículo de aquel año que señala el ascenso del poder de la comunidad judía del Este de Europa, a la que hay que sumar la rusa. Kolomoisky cuenta con triple nacionalidad: ucraniana, chipriota e israelí, además de haber sido el gobernador del estratégico óblast de Dnipropetrovsk, ha ido financiando unidades milicianas, caso particular del Regimiento Dnipro-1, a partir del fracaso inicial del Ejército regular para controlar la rebelión instigada desde Moscú, y a su vez, desde su posición mediática (es copropietario de medios de comunicación Central European Media Enterprises Ltd.) trató de influir en la creación del perfil político de Zelensky a través de la serie "Un servidor del pueblo". Recordemos que Poroshenko pudo influir directamente en las instituciones estatales, y sus designaciones en la NKREKP, es decir la Comisión Nacional para la Energía y Servicios Comunales, que entre otras cosas, calculaba los precios del consumo de energía, y que como resultado beneficiaron a sus allegados y a otros oligarcas. Por su parte, Firtash habría mantenido negocios con el entorno directo del presidente Putin a partir de su Grupo DF, especializado en productos derivados del nitrógeno.

Por diferentes motivos, el 19 de marzo señalaba en este documento el giro de Ucrania (y de Rusia) hacia las posiciones desarrolladas en diferentes niveles en la particularmente Segunda Guerra de Chechenia, algo que hemos visto en cierta gestión de los grupos que se manifiestan a través de Dugin, por ejemplo y la forma en que se posicionó en clave de grupo de presión inmediatamente después del asesinato de su hija, Darya Dugina. A menudo importan tanto o más la gestión de los acontecimientos que los acontecimientos en sí mismos y de donde parten las consecuencias.

En definitiva, esto marca una línea seguida por los oligarcas, tanto rusos como ucranianos, de tomar una vía de "señores de la guerra" que han venido persiguiendo en muchos casos constituirse en poderes regionales, cosa que han logrado por la deriva imperialista rusa, como motor autónomo y de fuertes intereses vinculados a otros sectores en los que dominan, como el energético. Recordemos que el mismo ascenso de Putin parte de este principio, y su consolidación también.

Si estamos entrando en este camino, hay alguien que tiene la delantera tomada, y que ha de contar en el futuro equilibrio de poder ruso, ya sea que lo encarne en su máxima expresión como presidente o bien que cuente con un peso muy relevante. En este sentido, por la parte rusa tenemos a dos señores de la guerra que cuentan, el fundador de Wagner, Yevgeny Prigozhin, que cuenta con unas ventajas claras, y del que no convendría prescindir, y su competidor/colaborador, del que tampoco se puede prescindir ya: Ramzán Kadyrov, auténtico señor de Chechenia e influencia clara en el Cáucaso, y más allá.

Kadyrov cuenta con los méritos de lograr pacificar la república insurgente de Chechenia con puño de hierro y a la vez reconstruirla tras la feroz devastación causada por las guerras de 1994-1996 y 1999-2009, con pactos con Moscú claves, creando una suerte de Estado personal, basado en la instauración de la sharia y un tipo de Islam que puede ser muy útil enfocado hacia dentro de Rusia y su espacio más próximo, lo que incluye Asia Central, y más allá para buscar la forma de pelear por la influencia dentro del Islam en Oriente Medio, otras regiones de Asia donde Rusia puede enfrentar problemas derivados de esta guerra y África, donde Rusia ha perdido ante China estrepitosamente. Es decir, unir a una gran escala la influencia ortodoxa-paneslava y generar un espacio islámico, superados los enfrentamientos por la influencia en un tipo de islam muy concreto vinculado al practicado en su momento por Arabia Saudita, por ejemplo.

Otro aspecto propagandístico y de disputa de un espacio en construcción gira alrededor del elemento propagandístico de la construcción por parte de Kadyrov en Grozny de la Mezquita Mayor, copia de la Mezquita Azul de Estambul, construida en mármol y decorada a mano por artesanos turcos, que parte del ensayo de un "islamismo nacional" basado en la tradición sufí local que hoy en día acepta como guías a cofradías sufíes como la Naqshbandiyya y la Qadiriyya. Como digo, esta suerte de  «islam bueno» fue en un principio la primera base de competencia, luego herramienta de poder blando ruso tanto para el régimen de Kadyrov, como también para Moscú.

Es decir, que estamos ante una clara deriva, tanto en Rusia como en Ucrania, de una serie de oligarcas que han conectado diferentes sectores entre sí, y que han ido girando hacia una configuración del oligopolio de la violencia como forma de proyectar hacia fuera, pero también hacia dentro, espacios cada vez más ambiciosos de poder, generando y estando intensamente interesados, por consiguiente, en generar los medios en los que sus respectivos espacios se fortalecen, competir con los rivales y eliminarlos y ambicionar la misma unión en perfecta simbiosis con los elementos del Estado clave en la violencia y su uso de una forma reglada, o no reglada, por el derecho internacional, siendo uno de sus principales apoyos la industria armamentística vinculada al tradicional aparato industrial-militar ruso/soviético, que incluye a Ucrania.

Por otro lado, la energía, particularmente en un futuro próximo el gas natural, que se ha acabado sumando a estos factores y donde también se ha dado una forma simbiótica, y aprovechando los vacíos creados (y no corregidos) relacionados con la caída del Muro de Berlín y el neoliberalismo, los sistemas de las diferentes mafias de Japón, China, Rusia, Turquía, Italia y, un poco más adelante, Latinoamérica partiendo de Colombia y llegando a la Triple Frontera y más allá, a lo que se han sumado actores como Hezbollah, Irán, Siria, y otros. La primera asociación se produjo entre la mafia rusa, la italiana y la colombiana. En Rusia, además, se podían blanquear capitales en grandes cantidades y sin riesgos, siempre y cuando la posición mayoritaria fuera para el socio ruso. A esto cabe añadir las diferentes (y de larga duración) burbujas inmobiliarias, vinculadas al crimen organizado, desde cualquier parte de Europa con esas características de mercado inmobiliario pasando por Canadá o en diferentes partes de Occidente, vinculándose con ello a partidos políticos y la economía legal de amplias zonas, y formándose auténticos hubs como en la Costa del Sol.

El pilar energético, debe reflexionarse también, como ya he señalado, la entente entre el establishment alemán, a todos los niveles, y su contraparte rusa, que es un hecho del que hemos tenido constancia, y la seguiremos teniendo.

En fin, Estados Unidos ha venido presionando a Ucrania para que comparta más sobre sus planes de guerra, con éxito desigual. Al principio de la guerra, los funcionarios estadounidenses reconocieron que a menudo sabían más sobre los planes de guerra rusos -gracias a sus intensos esfuerzos de recolección- que sobre las intenciones de Kyiv, y aunque la cooperación en este aspecto ha aumentado y Ucrania compartió sus planes para su contraofensiva militar de septiembre con Estados Unidos y Reino Unido, lo cierto es que los funcionarios estadounidenses carecen de una imagen completa de los centros de poder que compiten dentro del gobierno ucraniano, incluidos los militares, los servicios de seguridad y la oficina del presidente Zelensky.

Esto pone de manifiesto otros elementos a tener en cuenta: la transferencia de armas que se ha hecho a Ucrania debe ser escrupulosamente fiscalizada, dada la naturaleza de los equilibrios de poder que se dan en Kyiv, y la forma en que se usen dichas armas.

En definitiva, Washington señala y acusa públicamente a una parte del poder formal de Kyiv, y con ello a los correspondientes actores o señores de la guerra tras ello en Ucrania, con sus repercusiones en Rusia, y pone de manifiesto la diferencia entre los intereses estadounidenses y ucranianos. También persigue Washington que el presidente Volodymyr Zelensky, si desea ciertas cosas respecto a Washington y su zona de influencia, tome acción con nuevas purgas internas, y más en este momento de gran inestabilidad, con lo que instan a que Kyiv sea mucho más controlable a distancia. Y por otro lado, también desea Washington que los rusos lo sepan y que se tranquilice Rusia, dando argumentos para contener ciertas derivas, pues Washington mantiene abierto un canal de negociación con Moscú. De hecho, el pasado 14 de septiembre se hacía público que Rusia había rechazado acuerdos, con la guerra iniciada también, por su deseo de conquistar Ucrania, como forma de presionar a la parte rusa. De hecho, desde Hermes Kalamos, la revista del Instituto Symposium, señalamos el 3 de febrero de 2022 la concesión que logró Rusia respecto al Canal de Estambul y su ubicación dentro de los acuerdos de Montreux, algo clave para las posiciones rusas en el Mar Negro.

Y de paso, Washington hace públicas las líneas rojas que le está imponiendo a Kyiv, señalando y posicionándose en contra de los frecuentes sabotajes realizados por los ucranianos en Rusia. El mensaje a Kyiv es: "dejen de una vez de llevar la guerra a territorio de la Federación de Rusia". Algo que también deben empezar a leer los más deseosos de los patrocinadores europeos, con la Varsovia iliberal a la cabeza, y otra posible línea de presión para la administración Biden desde las posiciones ideológicas que imperan en la capital de Polonia, que también podría empezar a buscar una forma de afianzarse en el poder local. En este sentido esta claridad de Washington en las líneas rojas para Kyiv y sus patrocinadores llega después de que el presidente de Ucrania Volodymyr Zelensky firmase el decreto 679/2022 por el que se prohíben las negociaciones de alto el fuego con el presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, a lo que se sumó la petición de Kyiv de ingresar en la OTAN. El documento sigue a las recientes declaraciones de Zelensky sobre la disposición de Ucrania a dialogar con Rusia, pero sólo con otro presidente instalado en el Kremlin. De modo que esto es algo que deben leer correctamente tanto Kyiv como los países que se han apresurado a apoyar la entrada de Ucrania en la OTAN en este contexto.

Por el otro lado, Moscú intenta marcar dos líneas rojas mediante la actividad relacionada con la movilización, y la retórica in crescendo de amenazas nucleares, retórica que debe considerarse absolutamente en serio. Estas líneas son que Occidente no debe pasar la línea de salirse de Ucrania y atacar a la Federación de Rusia, a la que se ha añadido, y debemos recordarlo, los óblasts del sur, pero tampoco debe favorecerse de una forma activa un cambio de régimen, sobre el cual Moscú ya vive su propia deriva. A lo que Washington insiste, y lo hace públicamente, que no va a provocar el caos desde dentro, intentando activamente limitar el sabotaje y la eliminación de los funcionarios prorrusos incluso en los territorios ocupados, con la finalidad de no inducir al Kremlin a tomar represalias contra los mandos del gobierno ucraniano o a renovar los ataques con misiles contra civiles o infraestructuras estratégicas, y recordemos el dossier en tres partes con sus dos ampliaciones acerca de Bornholm y el Nord Stream recientemente publicado.

Es decir, una advertencia de Washington no para que Kyiv se detenga, sino que se modere la contraofensiva, pues desde Estados Unidos no se va a apoyar ninguna ambición de Kyiv, y este mensaje se transmite a ucranianos y se les muestra a los rusos.

En el plano estratégico es importante recordar una serie de cosas: el Pentágono considera muy real la posibilidad de recuperar Crimea, y Estados Unidos quiere limitar la derrota de Rusia al territorio ucraniano.

Si nos situamos en el eje estratégico, se gana o se pierde en la línea imaginaria que va de Kherson, Zaporizhia, Donetsk y la conexión con la Federación de Rusia mediante infraestructuras férreas y de carretera, por lo que no es casualidad que con la deriva de la guerra para Rusia esta haya optado por la inmediata anexión, porque mantiene todo lo que hay al sur de esta línea bajo control ruso y abre la posibilidad de movilizar recursos, incluso desde Siria (puerta abierta a mayor control de China, que ya tiene a Damasco en la BRI), tratar de dar un salto a la industria militar, que es algo que le urge a Rusia, y tratar de lanzar una ofensiva desde Kherson sobre Odessa que controle la ciudad, o bien establecer su control mediante un bloqueo exhaustivo del puerto de la ciudad. En tales circunstancias, se visibiliza el plan ruso una vez fracasa el asalto a Kyiv precedido, como ya he explicado varias veces, por el intento de captar alguien dentro de la esfera militar que se prestase a un golpe de Estado, con los correspondientes apoyos internos, y establecer un Estado títere en Ucrania bajo la esfera rusa. Esto se podía haber hecho mediante los diferentes intentos rusos hasta el momento, ensayando una guerra económica que implicó la dificultad de Ucrania de mover barcos de grano, y llegados a este caso, la línea que acabo de explicar: sosteniendo lo que tiene Rusia, de lo que ya no puede perder mucho más terreno, ni en el extremo este de la dominación rusa ucraniana, pero tampoco en Kherson, y si es capaz de reorganizarse y usar los medios adecuados someter a Ucrania mediante el colapso, tomar entonces territorios que fortalecen sus posiciones, y que vienen marcados por las diferentes líneas de la imagen que he usado como portada en este documento y que les pongo a continuación:

Con este escenario Moscú proclama su victoria en Ucrania, pues reforzaría la Transnistria y sujetaría a Moldavia y a su deriva, apoyaría su línea defensiva que parte desde Kaliningrado, fijaría a Bielorrusia en su esfera, pondría desde la línea roja, y se podría incluir la zona definida por la línea verde, hacia el sur del mapa a toda esa parte de Ucrania como Rusia, y Kyiv colapsaría, generándose entonces una asunción de un señor de la guerra oligarca en Kyiv que para sostener ese Estado necesitaría la apertura de las líneas de comunicación y las infraestructuras del Mar Negro y Mar de Azov, alcanzándose un pacto a cambio de paso y otros recursos que Moscú estaría en condiciones dar a cambio de vasallaje.

Pero todo ello pende, como les expliqué en su momento, de Kherson. De ahí que la retirada de Kharkiv fuera un desastre, y ciertamente lo fue, para las fuerzas rusas, y donde tampoco han estado las fuerzas rusas a la altura ha sido en Lyman, importante centro logístico, donde los miles de atrincherados soldados rusos, entre ejército regular y grupo Wagner, y los separatistas prorrusos se acabaron retirando con demasiada rapidez y sin la adecuada resistencia a juicio de ciertas voces críticas en Rusia hacia la cúpula militar a la que acusan de una conducción "blanda" de la campaña bélica, y más después de que el regimiento de infantería motorizada 503 intentase desesperadamente pero sin éxito romper el cerco.

Rusia más bien busca optimizar su línea en el sur tal y como he señalado, con los recursos de todo tipo de los que disponen, y por esta misma razón la retirada en el óblast de Kherson para defender a la ciudad homónima ha sido perfecta y los rusos han definido una línea defensiva alrededor de la ciudad que hay que tomar en consideración por lo mucho que se están jugando.

Así, y empujando en esta dirección hay que leer el hecho de que Vladímir Putin haya firmado el decreto de nacionalización de la central nuclear ucraniana de Zaporižžja, que está en la ciudad de Enerhodar, y que es la mayor de Europa con seis reactores. La medida se produce tras la anexión del óblast del mismo nombre y la liberación del director ucraniano de dicha central nuclear. Al pasar a ser propiedad federal, la planta estará ahora conectada a la red eléctrica de Rusia, sustrayendo este recurso a Ucrania.

Por otro lado, el jefe del Comité de la Duma Estatal para la Legislación Estatal y ex ministro de Justicia, Pavel Krašeninnikov, aclaró las fronteras de las entidades territoriales ucranianas anexionadas por Rusia: el óblast de Kherson incluirá también dos distritos de Mykolaïv (la ciudad de Snegirevka y la zona de Aleksandrovka) que participaron en el referéndum-farsa, mientras que la región de Zaporižžja se unirá a la Federación de Rusia según sus fronteras administrativas. Krašeninnikov señaló que "para las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk tenemos las constituciones; allí, las fronteras ya están claramente definidas, no hay cuestiones abiertas", es decir que se tratara de la integridad de los territorios de las correspondientes subdivisiones administrativas ucranianas.

También conviene sumar en el potencial plano estratégico y dentro de una posible entente fundamentada en diferentes posiciones los Balcanes Occidentales, que el líder separatista prorruso Milorad Dodik anunció su victoria en las elecciones presidenciales de la República Srpska, entidad territorial de Bosnia y Herzegovina, siendo como es cercano al presidente ruso Vladímir Putin. Dodik anunció que cooperará asiduamente con Serbia, reacción lógica al concebirse como patria; Hungría, ya que cuenta con excelentes relaciones con Viktor Orbán, y este trata de jugar sus cartas en la región, además de influir en dos direcciones, tanto en la Unión Europea, como hacia Rusia, y cuenta con el apoyo de China; y, Rusia, como el gran referente del paneslavismo. Este factor tiene un peso específico cuyas consecuencias apuntan hacia Roma y donde Moscú trata de ganar un peso específico en el gobierno en formación de Meloni al frente de Fratelli d'Italia tras el peso relativo reducido de La Lega y Forza Italia, y donde también Roma ha de mirar hacia el Mediterráneo y Libia (y más allá), contando para ello con el presidente Erdoğan, el Reino Unido, etcétera que se hallan en pulso con Rusia.

Por el contrario, si Kyiv es capaz de bloquear el extremo que se une ahora a Rusia en cuanto a la infraestructura férrea y carreteras y toma Kherson, en ese momento la línea de presión sobre el Mar de Azov y Crimea aumentaría y podría ser posible una conquista total de los territorios por parte de Ucrania, mientras Rusia se mueva en los actuales ejes, que quiere tratar de corregir.

Washington sabe que ambos escenarios son posibles, y que ahora mismo la victoria de Ucrania podría llegar. A su vez, desde Kyiv los oligarcas ucranianos muestran unas ambiciones desmedidas respecto a Rusia, y las líneas de presión van en diferentes direcciones aumentando el caos en una fase de transición interna y crisis de poder en Rusia. De alguna forma, Lukashenka ambicionó algo parecido a esto desde Minsk, pero Ucrania cuenta con otras características que podrían acercar este escenario. De modo que Washington traslada el mensaje y pone medios para no provocar a Rusia reacciones inconscientes: el uso de la bomba nuclear táctica, porque a esta camarilla de Kyiv no se la contiene como Rusia contuvo a Bielorrusia cuando Lukashenka se imaginó coronado como nuevo "Zar".

Por otro lado, los estrategas de Washington son perfectamente conscientes de la presión sobre Putin en el plano interior, pero también en el exterior, con una China que está debilitando y usando al régimen de Moscú, lanzando mensajes para detener según qué deriva a partir de cierta línea roja que podría traspasarse por parte de Rusia en Europa del Este, sin que exista una necesidad de un mayor empuje por parte de Occidente. Esta guerra en el plano de la gran estrategia, ha sido entre Washington y Beijing, Rusia no ha hecho otra cosa más que demostrar fehacientemente su colapso fruto de una visión que no se adecuaba a la realidad y a una visión "soberanista": el mundo es de quienes tienen los medios más completos y desarrollados, y la ventaja es de China.

En este sentido, China ha venido usando como Imperio, y sirva lo que voy a decir a continuación de clara confirmación, la siguiente trampa con los "bárbaros norteños" de las estepas que amenazaban a las fronteras imperiales, recordemos las posiciones entre el Imperio Ruso y la URSS respecto a Beijing, y viceversa. Los belicosos "bárbaros norteños" de antaño, hoy los rusos, en su obsesiva pugna con Estados Unidos se han conducido al prácticamente permanente empate, incluso cuando los rusos asumieron el neoliberalismo, y del cual el Este de Asia, particularmente China ha sabido sacar beneficios de una manera muy clara, aliándose con Washington y con Moscú, dependiendo de la fase histórica de transición de hegemonía. En definitiva, los "regalos" que China hacía en época del mariscal Zheng He, y que sumaba a los que practicaba en el comercio tributario emprendido con Japón, Vietnam, Corea y varios de los Estados del sudeste de Asia, se aplicaba también a los más "bárbaros norteños belicosos" de cada momento, a medida que China los iba incorporando y empujando su frontera hacia el norte y el corazón de Asia, incluso en época del mencionado Zheng He esta proyección se hizo a gran escala, con hasta siete expediciones a través del océano Índico transportando en los llamados "barcos del tesoro" miles de soldados armados, que llegaron junto a enormes cantidades de seda, porcelana y otros elementos con los que corromper a las élites o la cabeza de los diferentes cuerpos políticos con los que se encontraban para, a la manera del Golem, introducir un "papel" con instrucciones que el "cuerpo" obedecía. Creo que está lo suficientemente claro para comprender qué ha venido sucediendo.

Así, y desde un plano estratégico, esta guerra ha impulsado la ofensiva China sobre el Golfo, ha presionado (y presiona) a Europa para que se posicione en los ejes en la que la puso Merkel a través del CAI, pero también sabe Estados Unidos que las posiciones de Europa del Este, Balcanes Occidentales y otras en el Mediterráneo para China podrían llegar a peligrar, así que la contención se la hace ahora ya, pronto, la propia China, porque ahora Rusia está en sus manos.

La línea de presión de Rusia con los hidrocarburos para influir en las midterms norteamericanas en favor de Trump y preparar el ascenso de Donald Trump (u otro candidato afín) a la presidencia de Estados Unidos en dos años

Respecto al frente abierto con el gas natural por Rusia, y sus movimientos estratégicos, conviene leer la parte de Conclusiones de la parte 3 del dossier sobre Bornholm y el Nord Stream.

A ello se suma el movimiento de la OPEP+, liderado por Rusia y Arabia Saudita, dos piezas de China y dos jugadores que no quieren ver a los Demócratas conduciendo la estrategia de Estados Unidos, uniéndose varios factores en sus decisiones y donde entra Beijing y sus deseos hacia Europa, además de aislar a Estados Unidos, como mínimo en el plano ideológico, siendo tanto Beijing como Moscú paladines de una interpretación con los mismos fines para el asalto al poder de Carl Schmitt, mientras los Demócratas se mantienen en el antagonismo del cosmopolitismo.

La OPEP+ acordó el miércoles pasado fuertes recortes en la producción de petróleo, lo que frenó el suministro en un mercado ya ajustado, cosa que provocó uno de sus mayores enfrentamientos con Occidente, ya que la administración estadounidense calificó la sorpresiva decisión de miope, aunque lo que quiere decir es "muy peligrosa".

El líder de facto de la OPEP, Arabia Saudita, dijo que el recorte de 2 millones de barriles por día (bpd) de producción, equivalente al 2% del suministro mundial, era necesario para responder a las crecientes tasas de interés en Occidente y una economía global más débil.

La realidad es que Biden enfrenta bajos índices de aprobación antes de las elecciones de mitad de mandato debido a la inflación vertiginosa, como ya señalé aquí, y había pedido a Arabia Saudita que ayude a bajar los precios, para lo que se había trasladado hasta Riyadh.

Los funcionarios estadounidenses han dicho que parte de la razón por la que Washington quiere bajar los precios del petróleo es privar a Moscú de los ingresos petroleros. Las relaciones se han vuelto aún más tensas ya que Arabia Saudita no ha condenado las acciones de Moscú en Ucrania. Por otro lado, la expansión de las relaciones entre China y el Reino de Arabia Saudita son un hecho, como también es un hecho que Arabia Saudita es el mayor receptor de inversiones chinas dentro de la Belt and Road Initiative (BRI) durante la primera mitad de 2022, y más desde que las inversiones de China para la BRI en Rusia caen a cero y se desplazan hacia el Golfo. Además de que China emerge como un proveedor de armas elegido por muchos países de Medio Oriente, también es el caso de Arabia Saudita donde la presencia de tecnología militar china crece, y más con el señalado bloqueo de la industria militar rusa, algo sobre lo que China trabajará con gran intensidad sin ninguna duda, como ya he mencionado.

Así, hay que añadir que el pasado 20 de mayo de 2022 se celebró la cumbre de los BRICS que señalaba un paso adelante de China: por un lado, indica claramente la voluntad de trabajar sobre las propuestas chinas para ampliar el círculo de los BRICS; y también, al ampliar de facto la cumbre de ministros de Asuntos Exteriores para incluir a países como Argentina (que recordemos que es país candidato a iniciativa de Brasil y China), Egipto (ya miembro del Nuevo Banco de Desarrollo, el NDB, que tiene sede en Shanghái), Indonesia, Kazajstán, Nigeria (primer país con más poder de voto en el Banco Africano de Desarrollo), Emiratos Árabes Unidos (que ya es miembro del NDB), Arabia Saudita, Senegal y Tailandia. En definitiva, la presencia de Arabia Saudita, además de Emiratos Árabes Unidos y Egipto tejen una ofensiva cultural geoeconómica y geopolítica sobre el mundo árabe de primera magnitud.

En definitiva, estamos ante un nuevo eje contra los Demócratas y a favor de Trump o bien el candidato del partido republicano que acabe por situarse para la carrera hacia la Casa Blanca en dos años, algo sobre lo que los medios de comunicación rusos bajo la esfera del Kremlin han hecho presión en sintonía con su contraparte del Partido Republicano en Estados Unidos, como podemos ver aquí.

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