Buenos días,

La firma del Tratado de Cooperación Bilateral Reforzada con Francia (el llamado "Tratado del Quirinal") es una manifestación del giro de los intereses de las élites y del planteamiento hacia la Unión Europea de Italia en una comunión de intereses con nuestros vecinos comunes, los franceses.

Vayamos por partes y ejes:

Zona euro: no hay duda de que es así. Las débiles economías de Roma y París deben evitar que el nuevo gobierno alemán patrocine el regreso de la austeridad alemana en Bruselas. Se anuncia choque y voluntad de reforma hacia algo mucho más ambicioso. El documento alemán de acuerdo de coalición lo reconoce de forma implícita y Alemania prefiere sumarse antes que dejar toda la iniciativa a la dupla franco-italiana.

En el Mediterráneo: ahora el oponente común es la asertiva Turquía de los últimos años, que está ganando posiciones desde Chipre hasta Libia. Un desarrollo que daña los intereses geopolíticos y energéticos de ambos países, ante lo que Francia ha reaccionado hasta ahora con más vigor y ha capturado Grecia vía acuerdo defensivo, y junto con Italia hay un movimiento muy interesante impulsado por declaraciones del propio Recep Tayyip Erdoğan en el contexto del G20, mostrando interés en adquirir en lugar de los S400 rusos su contraparte italo-francesa. Esto anuncia una suerte de acuerdo a varias bandas, y que podría ir en la dirección que señalamos en viernes pasado en "El Trazo de Kalamos", posición reforzada por la noticia dada por el presidente Erdoğan de devolver la visita a Emiratos Árabes Unidos en febrero de 2022 y recomponer las relaciones con Israel y Egipto; algo que apuntaba ayer sobre la forma en que puede encajar la zona MENA con el bloque "Euroland" en "El Trazo de Kalamos".

En África: Aunque es cierto que el descontento con el statu quo en Libia, las consecuencias derivadas de lo sucedido en 2011 que han comportado tanto la penetración rusa como la turca en el continente y la preocupación por los flujos migratorios, resultan ser todos ellos elementos que confluyen en la visión franco-italiana, sí que es cierto que habría que poner algunas cosas en observación para apreciar su evolución, como son las relaciones con Rusia de Italia, que resultan ser obviamente mejores que las de Francia dada la situación en la llamada Françafrique, y a su vez no es menos cierto que la entente de Francia con Reino Unido y lo que vino después incluyó maniobras evidentes por parte de París, que durante un tiempo intentó expulsar a Italia del Sahel. Esto señala la evidencia sobre la que tanto insisto: hasta que no haya una concentración transeuropea de empresas que signifiquen unos intereses europeos, defendidos por una cancillería europea, con unos servicios de inteligencia europeos, un ejército (de verdad) europeo, con políticas industriales y de crecimiento transeuropeas... perdemos músculo, capacidades y las que nos quedan nos dedicamos a hacernos la vida imposible unos a otros para regocijo de los competidores. Y esto se tiene que acabar ya.

La referencia, en el Tratado, al desarrollo del pilar europeo de la OTAN deja claro que tanto Italia como Francia permanecen en la esfera de influencia de Estados Unidos en estos instantes, y que están gestionando sus respectivas esferas, a partir de ahora la idea es que sea de una forma más afín la una a la otra, de tal manera que el feudo que encabeza Francia para la construcción europea se fortalezca con las visiones y capacidades italianas... y a partir de ahí, veremos dónde nos lleva realmente.

Esto a día de hoy se traduce en primer lugar en cerrarle las puertas a China, como ya ha hecho recientemente el gobierno de Draghi, y revelaba Reuters: el ejecutivo ha utilizado el "Golden Power" o el derecho de veto por tercera vez desde que asumió el cargo Mario Draghi para frenar la adquisición china de una empresa italiana. El gobierno liderado por Mario Draghi utilizó el poder dorado para bloquear el intento de fusión de la empresa Zhejiang Jingsheng Mechanical y la sucursal de Hong Kong de American Applied Materials destinada a la adquisición de la sucursal italiana de esta última empresa. Se da la circunstancia, totalmente estratégica para China y para Europa, de que Applied Materials también fabrica en Italia máquinas para procesar semiconductores y otros componentes de alta tecnología. Con ello se pretende evitar la transferencia de conocimiento a Beijing en áreas clave de seguridad nacional y también demostrarle a Washington que Italia es un aliado confiable en la contención tecnológica de China. En el campo de los semiconductores, China pretendía reducir la dependencia de las patentes estadounidenses y la capacidad territorial de Taiwán financiando sus propias empresas, cosa que está haciendo con 1 billón de dólares, pero también invirtiendo en otros activos estratégicos extranjeros.

Francia, Estados Unidos y China son parte activa o se hallan de alguna forma presentes en las principales noticias económicas de Italia, situándose en la centralidad continental y sobre la proyección de parteaguas en el Medio Océano que tiene Italia. Si la oferta del fondo KKR por TIM tiene éxito, el primer accionista de la principal empresa de telecomunicaciones de Italia, que actualmente es el grupo francés Vivendi, pasaría a ser estadounidense. Con las consecuencias que podemos anticipar sin atisbo de duda: la expulsión de las empresas chinas Huawei y ZTE del 5G. Aspecto este en el que Draghi ya intervino en mayo con Vodafone implicada, para bloquear a China y sus buques insignia, en este caso concreto Huawei, y dentro de la alianza Open RAN, de la que ya hablamos aquí hace más de un año.

La culminación ideal de un trabajo iniciado por el gobierno de Draghi y que hay que ver en la horquilla que refleja el realineamiento de Italia con Estados Unidos ya desde el final del primer gobierno de Conte en adelante, pues Giuseppe Conte había usado el derecho de veto o poder dorado en dos circunstancias en 2020, y una de ellas ya contra la República Popular de China.

Durante el año pasado, las fricciones entre China e Italia han ido en aumento. Recordemos que en octubre, Roma bloqueó la venta de un productor italiano de semillas de hortalizas al gigante chino Syngenta; a continuación comenzaron las investigaciones sobre la adquisición del fabricante de drones con sede en Friuli Alpi Aviation por empresas bajo el control de Beijing. La operación podría cancelarse si se demuestra la venta de tecnología para uso bélico. A esto hay que sumar que el ejecutivo impidió que Shenzhen Invenland Holdings tomara el control de la empresa lombarda LPE, que opera en el sector de semiconductores y tiene entre sus clientes a la italo-francesa con sede en Ginebra, STMicroelectronics.

El gobierno de Draghi también ha tomado medidas para limitar las actividades de los gigantes chinos en el campo del 5G. En particular, en abril impuso restricciones a la empresa italiana de telecomunicaciones y especializada en banda ancha Linkem con respecto a la compra de tecnología de Huawei y ZTE, y antes también lo hizo respecto al acuerdo entre la empresa italiana de telecomunicaciones y banda ancha Fastweb, ZTE y la taiwanesa Askey.

Si bien la adhesión italiana a las nuevas rutas de la seda firmadas en 2019 sigue formalmente vigente, el creciente uso del poder dorado, a lo que hay que añadir una evidente mayor atención en Italia respecto a las operaciones de influencia china, indica que Roma está cada vez más distante de Beijing.