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El canciller alemán, Olaf Scholz, estuvo de viaje por los Balcanes Occidentales a lo largo de dos días, además de visitar Tesalónica (Grecia) para reunirse con los representantes del Proceso de Cooperación de Europa Sudoriental (South East European Cooperation Process, SEECP), donde el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, quien presidió la reunión, pidió a los líderes europeos y a los países miembros que se comprometan a acelerar las decisiones y propuso que todos los países candidatos a la adhesión a la UE se unan para 2033. A continuación Scholz centró su gira en tratar con Bulgaria y Macedonia del Norte para abordar la disputa que impide el inicio de negociaciones para la adhesión de este último país a la Unión Europea.

Al llegar a Serbia el viernes pasado Scholz declaró que "las sanciones contra Rusia deben ser apoyadas también por los candidatos miembros de la Unión Europea", lo que incluye al gobierno de Belgrado. A las sanciones a Rusia se sumó un segundo elemento de choque con el presidente serbio Aleksandar Vučić manifestado en plena conferencia de prensa, pues volvieron a discrepar respecto al reconocimiento de Kosovo como estado independiente. Por cierto, es interesante leer este artículo de la presidenta de Kosovo, la jurista albanokosovar Vjosa Osmani.

Vučić empezó su réplica al canciller Scholz cuando trazó un paralelismo entre la invasión rusa de Ucrania y la misión militar de la OTAN contra Serbia en 1999:

“¿Cuál es la diferencia si alguien ataca a Serbia sin una decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, o si alguien emprende una agresión contra Serbia? ¿Ucrania sin una decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas? Por favor, explíqueme la diferencia”, dijo Vučić.

Es cierto que la OTAN atacó a Serbia en 1999 sin una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, ya que tanto Rusia como China habían impuesto sus vetos, aunque lo hizo para proteger a los albaneses en Kosovo en medio de temores de un posible genocidio, precedente este que se halla en la retórica rusa, que se ha ocupado de señalar "el genocidio que obliga a Rusia" a desatar una guerra contra Ucrania, aunque se niega a llamarla así y que adquiere las formas de una guerra de conquista de tono imperialista.

Vučić agregó más argumentos para justificar la renuencia de Serbia a sancionar a Rusia refiriéndose a la lealtad de Moscú hacia Serbia en el Consejo de Seguridad y los estrechos vínculos de siglos entre ambos países, así como la dependencia de Belgrado de las importaciones de energía rusa, y otros factores. Si bien Vučić afirmó que condena la invasión de Rusia. Para una visión más amplia de estos aspectos y de su posible evolución, sería muy bueno leer este artículo y este otro artículo.

A su vez, el mismo viernes, antes del encuentro de Scholz con Vučić, el canciller alemán había dicho durante una visita a la capital de Kosovo, Pristina, que tanto Kosovo como Serbia sólo podrían convertirse en miembros de la Unión Europea si se reconocían mutuamente como estados independientes. Sobre esta cuestión Vučić le dijo a Scholz que se sentían amenazados, y con esa actitud Serbia no respondería favorablemente, añadiendo que para Serbia era una sorpresa las declaraciones del canciller alemán en Pristina. Scholz pasó a responder que "nuestra opinión sobre el tema de Kosovo no es nueva" y argumentó que era "obvio" que los países que quieren unirse a la UE deben reconocerse entre sí. Kosovo se separó de Serbia en 2008. La mayoría de los países occidentales reconocen su independencia, pero no se le ha otorgado un asiento en las Naciones Unidas debido a la oposición de Rusia y China. El diálogo mediado por la UE entre los dos vecinos de los Balcanes, iniciado hace más de una década, hasta ahora no ha logrado la normalización de sus vínculos.

La alianza de Hungría y Serbia, a la que ya me he referido anteriormente, queda resaltada por Freedom House en su informe "Libertad en el mundo" de 2021 que clasificó a ambos países como "parcialmente libres". Viktor Orbán de Hungría y Aleksandar Vučić de Serbia practican una forma de gobierno de hombre fuerte imbuido de conservadurismo cultural, amistad con Rusia y China, y un apoyo a sus minorías nacionales en el extranjero (en el caso de los húngaros en Serbia, Rumania, Eslovaquia y Ucrania; y en el de los serbios en Kosovo y Bosnia y Herzegovina).

Esto destaca en el contexto en que se produce, ya que a diferencia de otros países, como podría ser Francia, la postura alemana de una integración de los países de los Balcanes Occidentales en la Unión Europea se puede considerar como la de un aliado, de ahí que la aspereza en las declaraciones de ambos mandatarios resulte digna de señalarse. Por tal motivo, y por ser parte de la estrategia de Vučić, que juega "a dos barajas" por diferentes cuestiones, procuró bajar el tono añadiendo que reconocía que el canciller Scholz se toma esta cuestión muy en serio y que siempre se puede aprender algo y mejorar la atmósfera entre Serbia y Alemania con motivo de las sanciones rusas y el reconocimiento de Kosovo por parte de Serbia.

De hecho, una de las primeras señales del gobierno de coalición alemán al asumir sus funciones fue establecer un nivel de prioridad alto para los Balcanes y nombrar a Manuel Sarrazin, de los verdes, como representante especial del gobierno para los Balcanes Occidentales. La ministra de Asuntos Exteriores, de los verdes también, Annalena Baerbock, viajó a Bosnia-Herzegovina, Kosovo y Serbia para dejar claro que la UE habla en serio sobre su intención de permitir que estos países se unan. El canciller alemán Olaf Scholz también mencionó los Balcanes Occidentales en una conferencia de prensa el 28 de marzo y dijo que las negociaciones de la UE con Macedonia del Norte y Albania deben comenzar "lo antes posible". En definitiva, esto va en la dirección por parte de Alemania de adoptar un enfoque diferente a los Balcanes al que tuvieron la canciller Angela Merkel y los demócratas cristianos (CDU/CSU).

Vučić es un exultranacionalista que saltó a la fama como ministro de propaganda del exlíder serbio Slobodan Milosevic, y en las recientes elecciones ha hecho campaña con un mensaje de estabilidad tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, como aliado tradicional de Serbia. Además, una proporción significativa de sus votantes simpatiza con la agresión del presidente ruso Vladimir Putin contra Kiev y está resentido con Occidente, que bombardeó Belgrado durante las guerras yugoslavas en 1999.

En general, el tiempo que Vučić pueda mantener esa política acabará por depender de factores como si la Unión Europea y Estados Unidos toleran la no alineación de las sanciones de Belgrado, y por otro los aspectos que he señalado en este artículo y este otro artículo, cosa que exacerba la reacción que el descontento occidental causaría a la opinión pública serbia, y que se sumaría a la dependencia del país de la energía rusa y el afán de alineación con Moscú y el revanchismo por parte de ciertos elementos de la sociedad serbia, a lo que se añadiría el juego estratégico de Moscú.

Como ya he señalado en este artículo, las empresas rusas poseen la mayor parte del sector energético de Serbia, su instalación de almacenamiento de gas más grande, y controlan el suministro de gas del país a través del nuevo gasoducto TurkStream. De hecho, antes de que la guerra de Ucrania estallase los serbios habían protestado contra Vučić en una serie de manifestaciones en aumento por las protecciones ambientales inadecuadas y la indulgencia percibida hacia las empresas multinacionales, cosa que supuso que Vučić diese un giro de 180 grados con respecto a una mina de litio, en el valle de Jadar, que era uno de los proyectos de inversión más grandes del país por parte de "Río Tinto", lo cual no deja de ser interesante para las posiciones de China y Rusia, al contribuir a condicionar las políticas industriales de Europa sobre la base de los metales clave para tales fines. De hecho, Serbia cuenta con un peso de la tecnología en su PIB que es creciente, y muy interesante, como se puede ver en este artículo de The Economist. Esta situación se destaca con la tolerancia manifestada hacia China, por ejemplo, y cómo actúa sobre el medioambiente en Serbia, que es clave en su BRI.

Sobre la integración de los países de los Balcanes Occidentales en el seno de la Unión Europea, durante la segunda cumbre de los presidentes de los Parlamentos de los Balcanes Occidentales, celebrada en junio de 2021, el entonces presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli declaró que la ampliación es más que nunca una inversión geoestratégica para una Europa estable, fuerte y unida.

En este sentido, ya hemos señalado cómo los Balcanes Occidentales se están convirtiendo cada vez más en una zona de competencia geoestratégica entre la Unión y otros actores internacionales que pretenden aumentar su influencia en la región, a menudo defendiendo un modelo alternativo al propuesto por Bruselas, y poníamos el ejemplo de Albania.

Al respecto, el Instituto de Estudios de Seguridad de la UE (European Union Institute for Security Studies) publicó el 3 de septiembre 2018 un Documento Chaillot en el que consideraba tres escenarios potenciales, y contrastados, para el futuro de los Balcanes Occidentales en 2025. El primer escenario, "La hora de Europa", dibuja un futuro optimista de inclusión de la región en la integración europea. Un segundo escenario tiene una perspectiva más moderada, "Balcanes en el limbo": el camino hacia la integración europea seguirá en marcha, pero no sin dificultades. Por último, si la UE no consigue establecerse como socio geoestratégico en la región, el SSI prevé el escenario más oscuro: los Balcanes Occidentales serán perseguidos por los "fantasmas del pasado". ¿Qué escenario parece más realista tras lo señalado en este artículo y este otro artículo? El escenario que se sigue desde 2017 con respecto a Rusia, los movimientos previos al 24 de febrero de 2022 y los últimos hechos que analizo en ambos artículos que he recomendado leer me lleva a considerar un escenario nada halagüeño.

Al respecto, esta posición de Fabio Massimo Castaldo, diputado del Parlamento Europeo por el Movimento 5 Stelle y vicepresidente del Parlamento Europeo (2017–2022), que afirma que:

"Los Balcanes Occidentales no son ni deben ser nunca una periferia derrotada de Occidente, sino que son y deben seguir siendo el corazón palpitante del presente y del futuro de la gran familia europea".

Si la Unión Europea quiere convertirse en un actor geopolítico creíble a escala mundial, es esencial que sea capaz de asumir un papel de liderazgo en los Balcanes Occidentales, teniendo en cuenta además que el proyecto europeo en un sentido amplio no estará verdaderamente completo hasta que Albania, Bosnia y Herzegovina, Kosovo, Macedonia del Norte, Montenegro y Serbia estén plenamente incluidos. Sobre esta idea volveré más adelante en este comentario.

Pero baste señalar más elementos que deben considerarse, como por ejemplo, la iniciativa "Open Balkan", establecida el 29 de julio de 2021 entre Serbia, Albania y la República de Macedonia del Norte. Al respecto de lo cual se ha considerado que estábamos en el fondo ante una duplicación parcial de algunos de los planes de desarrollo ya presentados en la cumbre UE-Balcanes Occidentales que tuvo lugar en Sofía en noviembre de 2020.

De hecho, uno de los más importantes es el Mercado Común Regional (MCR) 2021-2024, y que de entre sus objetivos hallamos el crear una zona de comercio regional para la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas de acuerdo con las normas de la Unión Europea, que ha contado con el evidente problema, de gran calado, por la no participación de Bosnia y Herzegovina, Kosovo y Montenegro, que han decidido retirarse por motivos muy diferentes. Otro aspecto que se debe percibir es el apoyo prestado a estas iniciativas por actores como Rusia (y cómo ha estado utilizando a los líderes locales y sus agendas ante las posiciones de la Unión Europea y Estados Unidos, por ejemplo en Bosnia), Turquía o China que no pueden suplantar el papel de la Unión Europea como el principal donante y socio comercial de la región, pero que pone de manifiesto la implicación de los competidores geoestratégicos dentro de sus grandes estrategias, y que en este sentido, al no contar con los medios adecuados la Unión Europea, no hablemos ya del caso de Alemania, digamos que se podría estar financiando la expansión de China y Rusia en la región para sus propios fines con dinero europeo.

De modo que la retirada de la región iniciada por la administración Obama, dejándola en manos de la Unión Europea y sin ofrecer una señal clara sobre la disposición de Estados Unidos a defender su legado bipartidista de creación de instituciones en la región, ha generado un vacío que se ha ocupado por estos otros actores, lo que debería dar una imagen más certera de sus propias capacidades a la propia Alemania, y más si atendemos a sus brechas con respecto a las propia Rusia y China, por ejemplo.

El aspecto del gas resulta también ser fundamental, pues contaríamos con dos tipos de aproximación, además de la rusa. Tras la Declaración Estratégica Conjunta firmada entre el presidente de Azerbaiyán, Aliyev, y el entonces presidente de la Comisión Europea, Barroso en enero de 2011, que fue pionera en el proyecto, en 2013 se seleccionó el gasoducto transadriático (TAP) para transportar gas natural desde el campo azerbaiyano de Shah Deniz II. Actuando como una extensión del TANAP (el gasoducto que atraviesa Anatolia), el TAP transporta gas desde el Mar Caspio a través de Grecia y Albania, hasta Italia, en la costa de Apulia.  

El TAP forma parte de la estrategia de implementación del Southern Gas Corridor (SGC), la alternativa de la Unión Europea para diversificar el suministro de gas y no depender demasiado del gas ruso. El TAP entró en funcionamiento a finales de diciembre de 2020 y tiene capacidad para transportar 10 bcm (miles de millones de metros cúbicos) de gas al año. Se espera que la capacidad aumente a 20 bcm por año en el futuro. Así, si antes de la agresión rusa a Ucrania la Unión Europea ya miraba hacia Azerbaiyán, tras el 24 de febrero de 2022 el desarrollo de REPowerEU apunta en la misma dirección. De este modo Azerbaiyán está en camino de aumentar las exportaciones de gas en 2022 y los años siguientes, a través del Corredor de Gas del Sur de 3.500 kilómetros que atraviesa siete países y abastece a Turquía y Europa. Actualmente, Azerbaiyán suministra 10 mil millones de metros cúbicos (bcm) de gas natural a Europa y 6 bcm a Turquía a través del Southern Gas Corridor.

Fuente

Para satisfacer la demanda, Azerbaiyán también pondrá en funcionamiento dos nuevos campos de gas y está abierto a inversiones para ampliar la capacidad del SGC, por ejemplo, mediante la instalación de estaciones compresoras adicionales que pueden duplicar el flujo de gas. Pero el ministro de economía de Azerbaiyán dice que la "falta de inversión" europea puede ralentizar la capacidad del país para suministrar más gas. La semana pasada el ministro de energía de Azerbaiyán dijo en el Congreso Mundial de Servicios Públicos en Abu Dhabi:

“Ahora estamos trabajando muy intensamente con la Comisión Europea... estamos trabajando en las formas, en un período de tiempo relativamente corto, de mejorar esta infraestructura y, posteriormente, aumentar nuestro suministro de energía a Europa en términos de gas natural”.

La tubería que une Baku-Tbilisi-Supsa de Azerbaiyán en el Mar Negro se cerró temporalmente (hasta finales de junio) y el producto se desvió a la tubería que recorre el trayecto Baku-Tbilisi-Ceyhan en la costa mediterránea de Turquía. La redirección del petróleo a Ceyhan también reforzará la posición de Turquía, ya que también alberga el tramo medio del SGC, el Gasoducto Transanatolio de Gas Natural.

El transporte terrestre se está reorganizando para evitar las sanciones de Rusia y Occidente.

Azerbaiyán no desea mantener relaciones antagónicas pero tampoco feudales ni de vasallaje con sus vecinos, Rusia e Irán, aunque tampoco se propone como una plataforma para la acción de la OTAN contra Rusia, o un ataque israelí al programa nuclear de Irán. Bakú envió ayuda humanitaria a Ucrania, pero no ha criticado abiertamente a Rusia. Podemos concluir que Azerbaiyán puede ser una fuente confiable de energía y transporte para Europa, pero tendrá que tener en cuenta a sus vecinos y el desarrollo del juego entre Irán y Turquía, obligando a Bruselas y Washington a tomar una agenda mucho más activa y que dé su lugar al sur del Cáucaso... y de nuevo, las posiciones de Turquía son y serán claves. Por supuesto, hay otras vías por las que obtener gas, y por supuesto, Rusia está en ellas "pisando la manguera" de una forma u otra.

El segundo eje sobre el que llevar gas tiene que ver con el gas natural licuado (GNL). Tras su reunión en la Casa Blanca el 25 de julio de 2018, el entonces presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el presidente Donald Trump anunciaron un acuerdo para fortalecer la cooperación estratégica en energía, confirmando que la Unión Europea importaría más gas natural licuado (GNL) de los Estados Unidos para diversificar su suministro energético. El gas natural es un elemento clave para lanzar la Revolución Industrial 4.0, entre otros aspectos estratégicos de futuro, de modo que esto va más allá de hacer o no hacer dinero por parte de rusos o norteamericanos: esto va de capturar un mercado, y con ello y la visión tecnológica de la Unión Europea, que no pasa de ser la de un consumidor y no la de un creador, (China y Estados Unidos son creadores) empezamos a tener más claro más elementos... si a esto le sumamos la gran competencia estratégica con China, que es un coloso con capacidades y potencialidades superiores a las de Estados Unidos, y que obliga a Estados Unidos a construir unas nuevas asociaciones y nuevas estrategias que incluyan a aliados, y a la construcción de un gran espacio conectados que sea capaz de igualar el alcance del desafío de China. Sobre la tecnología y la definición de los bloques en la competencia por la hegemonía global que se está desatando ahora hablé en este artículo.

Al conflicto Rusia-Ucrania, tanto en un estado más latente como más abierto, la cuestión del oleoducto Nord Stream 2 y las tensiones en el Mediterráneo oriental por las reservas en alta mar, pusieron al gas natural en el centro. Desde luego, el gas natural puede no ser renovable, pero es menos contaminante que el petróleo y especialmente el carbón, es barato como combustible para generar electricidad, es clave para lanzar la Revolución Industrial 4.0 y se ha vuelto más fácil de transportar.

En este sentido, el desarrollo del GNL, y de barcos especiales para transportarlo, ha permitido internacionalizar lo que antes era una industria muy localizada pero evitando la dependencia mutua entre exportadores e importadores que conllevan los gasoductos, aunque el proceso no es simple: el gas se licua enfriándolo a -161°C, luego se transporta por barco y luego se regasifica en plantas que tienen esta finalidad para ser distribuido.

Estados Unidos se ha convertido en el mayor productor mundial de gas natural (pero no es el país con mayores reservas comprobadas), y viene extrayendo alrededor de un 88 % más de gas que hace unos 16 años, mientras que la producción de Rusia se mantiene estática (pero es el país con unas mayores reservas de gas natural). El factor diferencial fue el descubrimiento en la década de 2000 del gas de esquisto, extraído mediante la técnica altamente contaminante de la fracturación hidráulica o 'fracking'. A partir de 2008 su explotación intensiva se ha visto facilitada por la determinación del gobierno de Estados Unidos de alcanzar la independencia energética, y para ello fue fundamental la adecuación del marco marco legal en torno a la exploración y producción, según el cual la propiedad de la tierra en Estados Unidos implica la propiedad del subsuelo, con lo que, quien posee la tierra no necesita permiso del gobierno para explotar lo que hay debajo de ella.

A pesar de que Estados Unidos consume la mayor parte del gas que produce, su exceso de producción continúa creciendo, y de los tres grandes mercados energéticos el elemento estratégico es Europa y la transformación de África y Oriente Medio, a lo que añadiríamos la zona del Mar Negro (como ya he explicado varias veces, la invasión de Ucrania va encaminada a la anexión y/o establecimiento de un gobierno títere que quite este tipo de recursos, junto a la presencia rusa en África y Oriente Medio, que antes he descrito como "poner el pie en la manguera", por no hablar de la seguridad alimentaria, entre otros factores que se constituyen en herramientas de Rusia, en combinación con China, para atrapar a Europa, aislar a Estados Unidos y vencer la competencia por la hegemonía global, el resto es guerra informativa o propaganda para sembrar sus intereses... y nadie debería esperar otra cosa que no sea esto en cuanto a sus fines últimos).

En julio de 2017, el presidente Trump asistió a la Iniciativa Three Seas. Este foro anual reúne a 12 países (Austria, Bulgaria, Croacia, República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia), y que como podemos ver, están situados entre el Báltico, el Mar Negro y el Adriático, y que persigue fines tales como promover la cooperación para el desarrollo de infraestructuras en los sectores de energía, transporte y digital. El presidente Trump definió como objetivos expandir el suministro norte-sur dentro de Europa, por sugerencia de Polonia, que pasa a ser un elemento central energético, aunque en contra de los deseos de cierta parte del establishment de Alemania vinculado a Rusia (y a China), y para ello se utiliza la distribución de gas desde la terminal de GNL en Świnoujście (Polonia) al resto de Europa central, hasta alcanzar Croacia, compitiendo así con gas canalizado desde Rusia, también hacia los Balcanes.

Serbia, Alemania y los elementos balcánicos

La Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH (Agencia Alemana para la Cooperación Internacional), abrió su oficina en Belgrado en el año 2000, y señala en su informe público que:

"Serbia sigue luchando con altas tasas de desempleo, especialmente entre los jóvenes, así como con la corrupción, un sistema legal débil y una burocracia excesiva. Como todos los países de la región, Serbia aspira a convertirse en miembro de la Unión Europea (UE). Las negociaciones de adhesión a la UE se abrieron en 2014. Como condición previa para la adhesión, Serbia debe seguir iniciando y aplicando una serie de reformas para cumplir los criterios de la UE en los ámbitos de la buena gobernanza, la democracia, el Estado de derecho y el respeto por los derechos humanos y derechos de las minorías."

Las importaciones de Alemania desde Serbia fueron de US $ 3.34 mil millones durante 2021, según la base de datos COMTRADE de las Naciones Unidas sobre comercio internacional; si lo desea, puede ampliar en el siguiente enlace estos datos macroeconómicos, o también este otro enlace, o bien este último enlace.

A su vez, en nombre del Ministerio Federal Alemán para la Cooperación Económica y el Desarrollo (BMZ), el Banco de Desarrollo KfW está apoyando a Serbia en el logro de los objetivos acordados con la UE en el sector energético, la acción climática y el sector ambiental, y el desarrollo urbano sostenible. KfW también promueve el desarrollo económico y empleos seguros al proporcionar líneas de crédito y garantías de préstamos para micro, pequeñas y medianas empresas, y apoya el sistema de formación profesional de Serbia.

De acuerdo con el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de Alemania, diferentes estimaciones sitúan el número total de personas de ascendencia serbia que viven actualmente en Alemania entre 400.000 y 800.000. Afirma también que Alemania ha sido uno de los principales socios económicos de Serbia durante años. Más de 400 empresas de capital alemán emplean a unas 75.000 personas. La Asociación Empresarial Germano-Serbia tiene más de 370 empresas miembros.

Si atendemos al conjunto de los Balcanes, los serbios son, tras los griegos, la segunda nacionalidad con más presencia en el territorio con unos 8 millones de personas, siendo el pueblo eslavo más numeroso de los Balcanes. Parte de su herencia es bizantina y su religión es la cristiana ortodoxa, cuenta con una lengua eslava, normalmente escrita en alfabeto cirílico. En el estado de Serbia, el serbio se puede escribir usando tanto el alfabeto cirílico como el latino. El alfabeto cirílico es el que han venido usando los periódicos de referencia. Los periódicos de escritura latina suelen ser más generales, menos "elitistas" y más "populares" o "progresistas". Los dos alfabetos son casi biyectivos, es decir, el paso de uno a otro sigue reglas mecánicas; sin embargo, algunas palabras son excepciones.

Por su parte, los albaneses, que cuentan con 6 millones de personas en todos los Balcanes, son la cuarta nacionalidad más numerosa de los Balcanes. Afirman ser descendientes de los ilirios, pueblo balcánico protohistórico que apareció en el siglo XX a.C., a lo que añaden como segunda herencia cultural a Roma, que se implantó en la región alrededor del año 229 a.C. Los albaneses se hallan ubicados ante todo en la zona de contacto y confrontación entre el catolicismo y la ortodoxia, optando los albaneses por convertirse mayoritariamente al islam a lo largo de los cuatro siglos de ocupación otomana, aunque cuentan con una minoría cristiana que es difícil saber si es albanesa o griega. El albanés, se escribe en alfabeto latino. Los albaneses se hallan tradicionalmente divididos en dos grupos, originalmente separados geográficamente por el río Shkumbin: los gueganos en el norte, que incluyen a los kosovares y a la mayoría de los albaneses de Macedonia, y los toscos en el sur, que incluyen a los albaneses del sur de Macedonia del Norte, alrededor de Bitola. Los septentrionales se presentan como habitantes de las montañas, que han vivido durante mucho tiempo aislados, con un gran respeto por el derecho consuetudinario y con una organización tribal que les ha permitido superar la dureza de su aislamiento geográfico. Mientras que los meridionales, que originalmente vivían en las llanuras y los valles, tenían una tradición más abierta. Además de la variedad de orígenes geográficos, existen diferencias entre los dialectos meridionales (o toscanos) y los septentrionales (o gueganos). Sin embargo, el proceso de unificación de la lengua albanesa, utilizada ahora por la gran mayoría de los albaneses, parece haber estado más influenciado por los dialectos del sur (o toscanos).

Además, existen diferencias culturales y, en menor medida, lingüísticas entre los albaneses de Albania y los de Kosovo. Al no poder superar estas diferencias, los albaneses tuvieron poco peso político en los Balcanes durante mucho tiempo. De hecho, adquirieron la independencia estatal tarde en comparación con otras nacionalidades: la proclamación de independencia de Albania se produjo en 1912 y fue reconocida por las grandes potencias en 1913, pero con un perímetro estatal restringido, resultado de la negociación de la conferencia de embajadores en Londres. En cuanto a la independencia de Kosovo, es aún más reciente (2008) y, en 2017, por falta de un reconocimiento internacional suficientemente amplio, y liderado por diferentes motivos por Rusia y China, Kosovo no es miembro de la ONU. Por tanto, en términos de singularidad, son los albaneses los que parecen estar en una situación geopolítica menos favorable que las demás nacionalidades de los Balcanes.

Un aspecto que destaca en los Balcanes es la distinción que podemos establecer entre territorios estatales y territorios de nacionalidades. Atendiendo a esto, podemos hablar de tres nacionalidades multiestatales por su carácter transfronterizo, siendo la albanesa la que más miembros tiene fuera de su Estado epónimo, pues tan sólo el 50% de los albaneses viven en Albania. La mayor concentración de albaneses fuera de su Estado epónimo la hallamos en Kosovo, donde más del 90% de la población tiene este origen, y a continuación Macedonia del Norte, con un 25% de su población aproximadamente, y tras ello Grecia, como consecuencia de movimientos migratorios de carácter muy reciente. Esto es uno de los factores que explicarían en parte los conflictos armados en los territorios donde los albaneses son mayoritarios. En Kosovo, bajo la soberanía del Estado yugoslavo y luego del Estado serbio, el dominio numérico de los albaneses les permitió declarar la independencia, desde luego como consecuencia de la guerra de 1999 con la intervención de la OTAN, que vino oficialmente a "defender" a los albaneses contra los intentos serbios de controlar el territorio (mismo argumento que ahora utiliza Rusia con Ucrania).

En Macedonia del Norte, la minoría albanesa emprendió una rebelión de carácter armado contra el gobierno central en 2001, que desembocó en un estatuto de autonomía tras los acuerdos de Ohrid. Pero algunos nacionalistas albaneses reclaman un proyecto de Gran Albania que reúna a Kosovo, Albania y la parte albanesa de Macedonia.

La segunda nacionalidad multiestatal, de un carácter definido por una presencia en tres Estados, se refiere a los serbios. El 75% de los serbios viven en Serbia. A continuación 1,4 millones de serbios, viven en Bosnia y Herzegovina, donde constituyen un gran tercio de la población total de ese estado y se agrupan ante todo en la llamada Republika Srpska. A continuación hay 200.000 serbios en Montenegro, con una proporción bastante similar a la de Bosnia. En Croacia, el número de serbios es el mismo, pero ahora sólo constituyen el 4,5% de la población, porque su presencia aquí se redujo como consecuencia de las guerras en la antigua Yugoslavia. En Kosovo, los serbios son ahora menos de 100.000, concentrados en enclaves, que constituyen el 5% de la población total. Para los serbios, al igual que para los albaneses, existe un desajuste entre el territorio estatal de Serbia y el asentamiento serbio en los Balcanes.

Cabe señalar aquí un "non-paper" que habría sido presentado por Eslovenia al Consejo Europeo con un plan para redefinir las fronteras que resultaba, cuanto menos, polémico. Estamos hablando del gobierno de Eslovenia cuando estaba presidido por Janez Janša y este documento digamos "oficioso" se presentó ante la proximidad al semestre de presidencia de la Unión Europea (julio-diciembre de 2021).

En el escenario presentado en Bruselas se planteaba la oportunidad de desmembrar definitivamente, sobre la base de un consenso diplomático multilateral, Bosnia-Herzegovina, además de crear una Gran Albania mediante la fusión de Tirana con Kosovo y parte de Macedonia del Norte. Con lo que, de ser así, Macedonia del Norte se vería ante otra potencial "humillación" tras el cambio de nombre, el cambio de la Constitución y la capitulación a las históricas reivindicaciones de Grecia y Bulgaria.

Es evidente que aquella propuesta no oficial no abordaba la cuestión de qué tipo de tensiones se presentarían en este hipotético escenario entre una Serbia revitalizada territorialmente, una Gran Albania, escenario para nada deseado en Belgrado, y una Gran Croacia.

A su vez, contradiciendo la mayoría de las proyecciones y tras un largo recuento de votos, el líder socialista Edi Rama ganó las elecciones en Albania por tercera vez consecutiva, caracterizadas por una participación menor al 50% de las personas con derecho a voto. Su partido, que lidera el país desde 2013, logró la mayoría absoluta de los 140 escaños totales del parlamento. Los embajadores de Estados Unidos y la UE fueron al centro electoral de Tirana el domingo por la noche para pedir la máxima corrección en el recuento de votos después de que se supo en los días anteriores que un tercio de la población había sido registrada ilegalmente. A pesar de esto, los observadores internacionales han informado de urnas vacías, papeletas electorales faltantes, acusaciones de fraude, riñas personales entre los escrutadores y acusaciones de compra de votos. El recuento electoral fue tan lento que exasperó a muchos albaneses, que pidieron la intervención de la Comisión Nacional Electoral y la Presidencia de la República. Por otro lado, Albania ha caído al puesto 102 en el ranking de Transparencia Internacional en los últimos años. El gran perdedor, huelga decirlo, es el líder del Partido Demócrata, el señor Lulzim Basha quien, convencido de la veracidad de las encuestas a pie de urna que le daban una clara ventaja a su coalición, había declarado la victoria de la oposición pocas horas después del cierre de escaños.

Sin embargo, las elecciones no solo han reavivado las tensiones sociales internas, exasperadas por años de escándalos vinculados a la corrupción política, sino también regionales. De hecho, el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, fue a votar a Albania, junto con un grupo de seguidores de su partido de Autodeterminación, que cuenta con la mayoría absoluta en el parlamento de Pristina. Esto llevó a la protesta inmediata del presidente serbio, Aleksandar Vučić, a las autoridades de Bruselas.

Dependiendo de cómo evolucione este escenario, la victoria de Rama podría fortalecer los proyectos de unión de las poblaciones albanesas de Kosovo, Macedonia del Norte y Albania, tan a menudo propuestos por el primer ministro kosovar, Kurti y siempre apoyados por el propio primer ministro albanés, influyendo también directamente en las elecciones políticas de los países vecinos.

Alemania fue muy clara en este sentido, y se posicionó en contra de estas propuestas.

Conclusión

Como podemos percibir, la corrupción y de lo que ella nace o se nutre es un elemento central en los Balcanes Occidentales, y en otras partes del mundo.

El presidente Biden ha hecho de la lucha contra la corrupción y el nepotismo una de sus promesas de política interior y exterior. En su artículo en Foreign Affairs "Por qué Estados Unidos debe volver a liderar", el presidente Biden recalcó su intención de "abordar los conflictos de intereses, el dinero negro y la corrupción generalizada que están al servicio de agendas estrechas, privadas o extranjeras y socavan nuestra democracia" y además quiso establecer “la lucha contra la corrupción como un interés central de la seguridad nacional y una responsabilidad democrática”, tanto en Estados Unidos como en el extranjero.

Evidentemente, la Unión Europea también ha hecho de la lucha contra la corrupción y el crimen organizado la pieza central de sus esfuerzos en los Balcanes Occidentales, pasando a chocar en varios niveles con los intereses y aquellos agentes que por convicción o interés se valen de Rusia y de China. Los informes de progreso de la Comisión Europea para 2018 muestran que todos los países de la región están rezagados en tres prioridades clave:

A/ La lucha contra la corrupción;

B/ Abordar el crimen organizado; y,

C/ Mejorar el poder judicial.

Algunos países, incluida Bosnia, alcanzaron mejores resultados en estas métricas a principios de la década de 2000 que en la actualidad. A su vez, la región ha perdido el 5 por ciento de su población en los últimos cinco años. En Bosnia y Herzegovina, la mayoría de los que se marchan mencionan la corrupción como un factor clave que provocó su éxodo. Mientras tanto, la corrupción alimenta el crimen organizado y vuelca dinero público y de transferencia de otros entes en los bolsillos de aquellos que precisamente fomentarían los disturbios y siguen su propia agenda, en sintonía con Rusia y con China, donde hallan el apoyo para afianzarse en una relación quid pro quo que estamos alimentando los ciudadanos de esos países y los entes que transfieren dinero a esos países para otros fines y que, aunque se cumplan, implican corrupción y un favorecimiento de los intereses de Rusia y China, aliados con unas élites de todo tipo que dependen del afianzamiento del statu quo actual para su supervivencia, haciendo como tal imposible cualquier intención de cambiar o dirigir políticas públicas, y su impacto en las acciones privadas, que modificasen su hegemonía. Esto, insisto, no es un problema sólo de los Balcanes Occidentales.

Por otro lado, con la visita de Scholz a Serbia y la región Berlín ejecuta una triple aproximación:

1/ Berlín percibe lo que he señalado tanto en este documento como en este artículo y este otro artículo; así que desea tratar de desactivar este frente en la retaguardia de Ucrania movido por Rusia, y percibe que Moscú ha podido atrapar a Vučić para sus fines. De modo que Berlín no pretende tanto obligar a los serbios a adoptar una postura atlantista, sino persuadirlos de que no se desvíen hacia el bloque contrario. Esta es la razón del énfasis en la integración europea. Una causa que Berlín apoya desde hace tiempo, a diferencia de Francia, que sin embargo, tomando en consideración todo lo que hemos visto en este documento y en todas las referencias, opta por la vía de impulsar una Mancomunidad, elemento seguido también por el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, y que planteó posteriormente al presidente francés.

Sin duda, la solución de la Mancomunidad es la vía idónea, y debe definirse de una manera amplia, inclusiva y con elementos totalmente afinados en una ofensiva que se oponga al bloque que va a cohesionar cada vez más China, con una Rusia que cumple su papel de una forma supeditada a Beijing.

Precisamente esto es uno más de los ejemplos que empujan a buscar la solución óptima: el foro de toma de decisiones más eficaz, por ejemplo sobre los Balcanes Occidentales (o para las políticas energéticas, de seguridad y defensa, inteligencia, políticas industriales, infraestructuras y un amplio y vital etcétera entre lo que estaría la tecnología) no será simplemente el Consejo Europeo, sino una coalición de Estados afines, como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Suiza, Noruega... y la propia Unión Europea en una fase de transformación y vertebración mediante el federalismo y la unidad fiscal, monetaria y bancaria, ya que trabajando juntos, Estados Unidos y la Unión Europea podrían coordinar mejor el apalancamiento financiero internacional con herramientas políticas, e impulsar de paso el multilateralismo y la coordinación de los elementos creados al principio de la hegemonía estadounidense hacia el final de la Segunda Guerra Mundial y su estabilización posterior mediante Bretton Woods, etcétera, pero adaptándolo a nuestro tiempo y con las herramientas y medios con los que se cuenta ahora y que definen la competencia hegemónica global.

2/ La segunda aproximación perseguida por Scholz en los Balcanes persigue presentarse como garante de la estabilidad en la región, y con ello demostrar su alineamiento con el bloque euroatlántico, aunque busca no crear un enfrentamiento directo con Moscú... pero este intento no ha dado resultados, como demuestra la contundente respuesta de su homólogo serbio y el escenario que se está dibujando a nivel global en todos los frentes.

3/ La tercera aproximación que ha perseguido Alemania tiene que ver con el resultado de la estrategia rusa larvada antes del inicio del conflicto abierto el 24 de febrero de 2022 en los Balcanes. Recordemos que Alemania está transformando sus capacidades militares como medio para ganar peso en este mundo que se está dibujando, y con ello quizás esté pensando en ser un actor más activo en la región sumando su ya proyección económica a la influencia geopolítica en la región... pero es preciso percibir el tamaño y el auténtico desafío por dónde se dirige... y en todos esos campos, si Estados Unidos no puede hacerlo sólo... Alemania debería ser consciente de sus capacidades reales en un mundo de colosos como no hemos visto nunca.