Buenos días,

Hoy hablamos de Corea del Sur y Australia, y en paralelo de India, Taiwán, Japón, Reino Unido, la República Popular de China, Estados Unidos y de las posibles consecuencias que podrían derivarse de la victoria en Chile de Boric.

Abordemos el comentario de hoy.

CPTPP o "The Comprehensive and Progressive Agreement for Trans-Pacific Partnership", también conocido como "TPP11" o "TPP-11"

Corea del Sur iniciará el proceso de solicitud para unirse al CPTPP, dijo el ministro de Finanzas según recogen el pasado 13 de diciembre Christian Davies y Song Jung-a en Seúl para el Financial Times, después de que la candidatura de China al pacto comercial regional aplacara los temores de Seúl de molestar a su mayor socio comercial.

Hong Nam-ki dijo el lunes que Corea del Sur

"ya no podría discutir el tema solo dentro de los ministerios debido a los recientes cambios activos en los órdenes económicos en la región de Asia y el Pacífico, como las solicitudes de China y Taiwán para unirse al CPTPP".

Anteriormente, Kwon Chil-seung, ministro de pequeñas y medianas empresas de Corea del Sur, también en declaraciones al Financial Times afirmaba que las preocupaciones dentro del gobierno sobre unirse al CPTPP se habían resuelto, allanando el camino para la solicitud del país.

“El Ministerio de Pymes y el Ministerio de Agricultura habían sido relativamente cautelosos, pero se tomó una decisión internamente en una reunión colectiva del gobierno para unirse al CPTPP”, dijo.

"Ha llegado el momento", dijo el ministro de Comercio de Corea, Yeo Han-koo, al FT.

“Corea tiene mucho que ofrecer al CPTTP como potencia industrial de alta tecnología en áreas como semiconductores y baterías, entre otras”.

Yeo agregó que el relativo éxito del país en la lucha contra la pandemia de coronavirus había destacado su importancia para las cadenas de suministro mundiales.

El CPTPP se firmó en 2018 como sucesor de la Asociación Transpacífica (TPP), un acuerdo comercial negociado por el expresidente estadounidense Barack Obama y diseñado para limitar la creciente influencia económica y política de Beijing en la región. Donald Trump retiró a EE. UU. del pacto en 2017. El TPP se convirtió entonces en el CPTPP, que se firmó al año siguiente pero no incluye a EE. UU. Corea del Sur había dudado en unirse a cualquiera de los acuerdos, en parte para evitar dañar las relaciones con Beijing.

Los ministros también se han mostrado reacios a provocar importantes segmentos electorales de Corea del Sur antes de las elecciones presidenciales de marzo donde el aspirante a presidente, el señor Lee Jae-myung, del Partido Demócrata progresista, que es el gobernador de la provincia más poblada de Corea del Sur, y que también ha cuestionado la efectividad de las sanciones dirigidas por Estados Unidos contra Corea del Norte y también ha elogiado al presidente Donald Trump por hablar de una forma directa con el líder norcoreano Kim Jong Un, aunque afirmó que el enfoque del expresidente Trump era demasiado optimista y pretender solucionarlo todo con celeridad. Desde el Partido Demócrata tienen muy claro que los surcoreanos que trabajan en los sectores de la agricultura, la pesca y las pymes han expresado su oposición al pacto debido a los temores de una competencia extranjera intensificada.

China solicitó unirse al CPTPP en septiembre, un día después de que Estados Unidos, Reino Unido y Australia anunciaran una nueva asociación militar diseñada para contrarrestar la asertividad militar de Beijing en la región, con la idea de mimetizar la estrategia de dividir desplegada por los AUKUS en la zona ASEAN y explotar los mecanismos que se pueden dar en el CPTPP. Por tal motivo, Taiwán solicitó unirse al CPTPP menos de una semana después.

En este sentido, Corea del Sur se ha movido entre ciertos retrasos que se deben achacar a la renuencia del gobierno de Corea del Sur a asumir riesgos con una mayor apertura del mercado y con la elección presidencial a solo tres meses de distancia, y cuyo cambio de actitud que estamos tratando aquí es porque China, y también Taiwán, por supuesto (entre otros) han presentado solicitudes de ingreso, incluido el Reino Unido.

Corea del Sur no puede seguir observando la desviación del comercio hacia otros países y ser excluida de la cadena de suministro global, además de que, de acuerdo con un informe de 2019 publicado por el Peterson Institute for International Economics, un grupo de expertos con sede en Washington, Corea del Sur obtendría 86.000 millones de dólares anuales como miembro. En este sentido hay que señalar que un obstáculo potencial para Corea del Sur son sus difíciles relaciones con Japón, que se hallan envueltos en una disputa en la Organización Mundial del Comercio por los controles de exportación que Tokio impuso a los componentes semiconductores de Corea del Sur en 2019 en medio de una pelea por la ocupación japonesa de Corea en tiempos de guerra.

La decisión de Corea del Sur de unirse al acuerdo sigue un cambio más amplio hacia los acuerdos comerciales multilaterales, a los que el país tradicionalmente ha optado por no unirse. Seúl está en proceso de ratificar la Asociación Económica Integral Regional, el acuerdo regional separado liderado por China que incluye a 15 países asiáticos.

Por su parte, tal y como informa el Nikkei Asia, la victoria presidencial de Gabriel Boric ha empañado repentinamente las perspectivas de ratificación de la membresía del país en el acuerdo comercial CPTPP. Boric, que asumirá el cargo en marzo, en el mismo mes en que Corea del Sur tiene comicios electorales, planea revolucionar la agenda económica. Su plataforma de campaña inicial dijo que su administración no firmará acuerdos de libre comercio, incluido el CPTPP.

Acuerdo militar Seúl-Canberra

Australia y Corea del Sur han firmado un acuerdo que prevé la venta a las Fuerzas Armadas de Canberra 30 unidades de artillería de obús autopropulsadas, 15 vehículos de suministro de municiones y radares, producidos por el grupo surcoreano Hanwha. El pacto de mil millones de dólares también prevé la creación de un centro de formación conjunto para vehículos blindados en la región victoriana de Geelong.

Morrison dijo que el acuerdo crearía un mínimo de 300 puestos de trabajo. Como parte de los lazos cada vez más profundos entre Australia y Corea del Sur, ambos mejorarán su relación a una "asociación estratégica integral".

Tanto Morrison como Moon enfatizaron las ambiciones de sus naciones de asegurar una región del Indo-Pacífico libre y abierta a medida que se expande el poder militar chino. Moon dijo que Corea del Sur y Australia defienden los mismos valores, pero que la relación con China también es muy importante.

Morrison añadió que Corea del Sur tiene un papel importante que desempeñar para resolver las tensiones entre China y Taiwán, ya que Seúl tiene un diálogo muy fuerte y abierto con China.

El análisis de ambas noticias

Ambas noticias nos dan una idea bastante precisa de las tendencias y los límites que caracterizan la acción de Corea del Sur en el teatro del Indo-Pacífico.

La decisión de armar a los australianos es un gesto contundente que muestra la voluntad de Seúl de contribuir al fortalecimiento de los oponentes de Beijing en un momento de crecientes conflictos entre la superpotencia estadounidense y su retador a la hegemonía en la región del Extremo Oriente.

No obstante, hay que señalar que esa no es una actitud completamente nueva. En 2020, por ejemplo, los principales receptores de los productos militares surcoreanos fueron India, Filipinas y Tailandia, países que comparten varios puntos de fricción con China, especialmente en términos de fronteras. En el caso de Australia, hay que subrayar que el hecho de que se trate de sistemas terrestres atenúa el alcance del gesto, dado su impacto marginal en un posible conflicto aéreo-marítimo en el teatro de operaciones, para lo que ya hemos señalado una serie de puntos y elementos estratégicos en este Trazo de Kalamos y en este otro Trazo de Kalamos; y, a lo que hay que añadir este Trazo de Kalamos.

Sin embargo, el significado de la medida resulta de una claridad meridiana, y de alguna forma también es muy comprensible. Al vivir a la sombra de la República Popular de China, habría sido más difícil para los surcoreanos iniciar negocios militares con los australianos situando en el alcance del contrato elementos que realmente podrían dañar a la República Popular de China, como podrían ser misiles, sistemas navales o sistemas de aviones no tripulados. Es mejor avanzar gradualmente, especialmente cuando la carrera por el nuevo vehículo de combate de infantería del ejército australiano está en el horizonte, y situarse en esa línea... pero con el permiso de los intereses de los AUKUS, la lección de Francia también está ahí y los semiconductores de Corea del Sur, con Samsung mediante, por ejemplo, podríamos decir que son una competencia no deseada, al igual que no deja de haber un potencial pulso con Taiwán por el mismo elemento estratégico, aunque compensado "por la amenaza de la República Popular de China".

El hecho de que Beijing sea también el primer socio comercial de Seúl, reforzado por la pertenencia a RCEP, puede haber influido en esta elección, un factor evidentemente inevitable en el cálculo estratégico de Corea del Sur. Pues hay que señalar que sólo se produjo después de que China también hiciera lo mismo en septiembre, tal y como hemos visto. Además de la oposición al acuerdo por parte de agricultores, pescadores y pequeñas y medianas empresas locales cómplices de las próximas elecciones de marzo, la reticencia del gobierno de Moon al CPTPP nació precisamente del miedo a dañar las lucrativas relaciones económicas sostenidas con Beijing.

Este no es el caso de la Asociación Económica Integral Regional, patrocinada por los propios chinos para delinear su orden regional en Asia y que los surcoreanos están a punto de ratificar. Una señal de que, después de todo, ambos factores, incluido el militar, están indisolublemente vinculados en los juegos de poder del Indo-Pacífico.

Por otro lado, a pesar del ruido mediático de corte anglosajón, y las reacciones debidas por la otra parte, a menudo nos olvidamos de que los semiconductores se hallan en manos de Taiwán de una manera tal que en el fondo nos "concierne a todos", por decirlo así. Realmente, a día de hoy, si China invadiese Taiwán se vería abocada al fracaso, como primer elemento básico de análisis. El segundo elemento que hay que tener presente es que en la mentalidad estratégica china, milenaria, es mejor conseguir los objetivos sin combatir, con tiempo y reafirmando las cosas con otros medios. No, realmente es la península de Corea un escenario de guerra más propicio para la República Popular de China y para Estados Unidos, algo sobre lo que la estrategia china no está anticipando y que viene ya desde las últimas décadas, pero este aspecto lo trataremos en un documento específico del Instituto Symposium.