Los editores

Jagannath P. Panda es investigador y coordinador del centro para Asia Oriental en el Instituto Manohar Parrikar de Estudios y Análisis de Defensa (MP-IDSA), Nueva Delhi, India. Es el editor de la serie de Routledge Studies on Think Asia. El Dr. Panda es un experto en China y la seguridad del Indo-Pacífico con un enfoque principal en el este de Asia: China, Japón y la península de Corea.

Ernest Gunasekara-Rockwell se desempeña como editor en jefe del Journal of Indo-Pacific Affairs y director del Consortium of Indo-Pacific Researchers. Antes de dar a conocer la revista, fue director interino y editor administrativo de Air University Press y decano interino del Instituto de Investigación de la Fuerza Aérea.

Recensión del libro

A mi juicio, estamos ante un libro que presenta un carácter excepcional y, ante todo, muy sugerente para tratar de anticiparnos en la construcción de una nueva hegemonía, con un camino trazado de sinergias como nunca hemos visto, y que nos permite anticipar la formación de los diferentes espacios compartidos y de su competencia alrededor de China y su respectivo espacio por la dominación global.

En este aspecto, hay varios elementos que ascienden con fuerza para poder configurar los diferentes bloques. China sigue los suyos, y diferentes actores estábamos, hasta cierto punto, en una situación de confusión, conflicto y división. Quizás estemos empezando a corregir estos aspectos ante la evidencia estratégica que no podemos seguir así.

Es en este contexto donde aparece este libro editado por Jagannath P. Panda y Ernest Gunasekara-Rockwell, y aporta desde una perspectiva holística una serie de elementos que han de tomarse en cuenta. El libro explora cómo el mecanismo Quad Plus está destinado a remodelar las cooperaciones económicas y de seguridad multilaterales globales entre los países socios de la Quad y el resto del mundo. Dado que los socios de la Quad, es decir, Australia, India, Japón y Estados Unidos, perciben cómo se deterioran los lazos con China, el libro nos ofrece una comprensión muy interesante acerca de las razones por las que la Quad Plus es importante y lo que significa para el orden en el Indo-Pacífico, pero también asiático, posterior a la COVID.

El texto se encarga de ejecutar un análisis acerca de Quad Plus puede crecer y encontrar sinergias con las iniciativas nacionales y multilaterales del Indo-Pacífico. Así, podemos seguir a lo largo de los diferentes capítulos un análisis acerca del inusual pero activo enfoque de este mecanismo al incluir a países como Corea del Sur, Israel, Brasil, Nueva Zelanda y ASEAN/Vietnam por su exitosa gestión de la crisis pandémica, remodelando así la nueva visión geopolítica del mundo. El libro se centra exclusivamente en los entresijos y el diálogo más amplio de la narrativa de la "Quad Plus".

Se perciben tres bloques en el libro, el primero de ellos es acerca de Beijing, Quad y el Quad Plus, en el que se abordan los diferentes puntos de vista de China sobre estos dos mecanismos; la formación de la competencia y coaliciones y el espacio de Japón, Australia y Nueva Zelanda.

El siguiente bloque viene determinado por “Las perspectivas ‘Plus’”, y pasa a abordar el aspecto central de ASEAN, elemento clave para la formación de los bloques que persiguen la nueva forma de hegemonía y su competencia entre ellos. Un Reino Unido, que cada vez se configura junto a Francia, en mi opinión, como dos de los elementos claves de conectividad y formación del gran bloque hegemónico en oposición al de China por el lado de lo que llamamos “Occidente”, es tratado en este libro bajo la interesante fórmula de “Gran Bretaña en el Indo-Pacífico -¿y el Quad Plus, o incluso un “Quint”? La búsqueda de la autonomía en la política exterior de Corea del Sur es tratada aquí. Las relaciones entre Israel, India y Quad Plus, que establecen otra vía de conexión potencial (y creo que ofrecen una serie de reflexiones interesantes acerca del ascenso de Turquía y su papel con Pakistán… el pivote de Turquía en Asia Central y Pakistán ha de conocer, en mi opinión, una forzosa definición en cierto momento). Francia y Quad Plus: manteniendo la flexibilidad en el Indo-Pacífico es tratado, a mi juicio, perfectamente por Céline Pajon. Stephen Nagy hace un análisis brillante sobre el enfoque de Canadá con base a sus capacidades e la integración para su compromiso con Quad Plus. Dattesh Parulekar cierra este apartado con las costas atlánticas latinoamericanas abordando la cuestión de la posición de Brasil, otro jugador en la formación del nuevo gran espacio y la forma en que se forma la competencia entre bloques.

El tercer apartado, “Una mirada desde los otros”, aporta una reflexión de Anna Kireeva y Alexey Lupriyanov sobre la actitud de Rusia hacia el Quad Plus. Una visión sobre qué papel podrían desempeñar los estados insulares en el océano Índico es tratado por Nilanthi Samaranayake. Brendon J. Cannon nos habla de uno de los elementos que son también claves: Quad Plus y su contexto en el Oriente Medio; y cierra el libro Kenta Aoki hablando de Quad Plus y la promoción de la conectividad internacional: un enfoque en la región de Makran.

Mi comentario personal

La reflexión que voy a construir aquí, a partir de ahora, parte de lo que me ha sugerido la lectura de este libro. Es decir, trato de proyectarme, reflexionar y anticipar, porque para mí, este libro es ante todo una serie de coordenadas sobre las que construir un “mapa”, una carta de navegación, si me permiten la metáfora.

Bien, empecemos por recordar que la posición de China en 2018 expresada por el el Ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, fue la de no tomarse muy en serio el Diálogo de Seguridad Cuadrilateral, tal y como se puede comprobar haciendo click aquí.

No obstante, los estrategas chinos percibieron cambios en el grupo cuando fue mutando de una configuración diplomática informal con poco impacto hacia un acuerdo cada vez más institucionalizado y preocupante. Joel Wuthnow en un interesante artículo en War on the Rocks señala cómo descubrió en una revisión de tres docenas de artículos de destacados académicos chinos y analistas afiliados al gobierno entre 2018 y 2021, que sus respectivas prescripciones fueron cambiando desde unas posiciones centradas entre los cuatro estados y que podríamos decir que iban encaminadas a explotar sus propias contradicciones, hacia el hecho de empezar a sugerir abiertamente crear esfuerzos con la finalidad de marginar al Quad destacando otras instituciones regionales donde el equilibrio de influencia funciona más a favor de China, o por lo menos dividir en la esfera de ASEAN, sin descuidar a Corea del Sur, por ejemplo, como hice notar en este artículo.

Hasta el momento, creo que el liderazgo de Beijing no se ha distinguido por seguir de una forma consistente el consejo estratégico interno que menciono en el párrafo anterior, como también piensa Joel Wuthnow en su artículo en War on the Rocks, y ha venido cediendo ante políticas de corte nacionalista que a veces han tenido que contener, por ejemplo también con Japón, que acercan a los miembros del Quad. No es extraño que se estén tejiendo alianzas y que vayan en la dirección de unirse a un acuerdo Quad-Plus. Es probable que los altos funcionarios de China sólo consideren que el Quad es una amenaza real si el grupo comienza a generar resultados concretos... pero hay que entender que ya no es en el escenario del Indo-Pacífico. Las conexiones y sinergias que se están generando apuntan a una cooperación, y a una exclusión, entre los grandes bloques, con competencia extrema entre sí y por desarrollar los diferentes medios que giran alrededor de la Revolución Industrial 4.0, por un lado, y la exclusión de los rivales (o hasta la captura de grupos humanos, capitales de diferente tipo y condición, y el desarrollo industrial en unas condiciones que ponga a un bloque u otro por delante del bloque opuesto).

Creo que debemos ver con una claridad meridiana, o de lo contrario nos equivocaríamos enormemente, que lo que está haciendo China es: dotarse de la total autonomía de todos los medios para la Revolución Industrial 4.0, y buscará la forma de aplicarlos a todos los extremos, desde una revolución verde, que es una constante en toda revolución industrial, pasando por una revolución militar (otra constante), y así en todos los campos. Igualmente, también debemos comprender que China está tratando de replicar su concepto de hegemonía como "Reino del Medio"; es decir, que busca "coronarse" como poder central alrededor de un espacio muy amplio y que incluye a Japón, Taiwán, ambas Coreas, el Extremo Oriente de Rusia y Asia Central, Filipinas, y el Sureste de Asia con la península de Indochina. Esta sería su "primera corona"; su "segunda corona" iría hacia Europa, África y América Latina. Su "tercera corona" iría hacia ambos polos.

En este aspecto, creo que debemos ser, ante todo, sinceros con nosotros mismos para comenzar a planificar estrategias, y en este aspecto, juzgo vital este libro. Si nos fijamos, China está capturando un espacio sobre el que negará cualquier uso, salvo que sea con sus herramientas de desarrollo de la Revolución Industrial 4.0, y con sus datos. Da igual que sea para América Latina, ASEAN, la Unión Europea, América del Norte, África... Dependiendo del espacio en que se halle implantada y de sus fortalezas podrá condicionar más o menos, pero todo ello conducirá a su hegemonía y a la eliminación de los rivales. Creo que su espacio actual supera los 3.000 millones de personas, con zonas de fuerte crecimiento, tanto industrial como demográfico. Igualmente, debemos ver también que la Unión Europea, Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Taiwán, India... todos nos estamos complementando. Imaginemos que cada habilidad tecnológica clave y estratégica sea una unidad, de tal manera que podríamos decir: "Inteligencia Artificial, 1", "Semiconductores, 1", y así sucesivamente. Deberíamos darnos cuenta de que China ya cuenta con muchas unidades completas, mientras que nosotros contamos con unidades parciales. Creo que la COVID-19 ha sido un revulsivo en varios aspectos, y nos ha reducido muchísimo los márgenes: márgenes que ya era de por sí escasos. De modo que, en mi opinión, deberíamos empezar a asociarnos en la línea que ya ha marcado Open Ran Policy Coalition, pero yendo más allá. Es decir, China presenta unas enormes capacidades y muy cohesionadas. Creo que nuestras "debilidades" se convertirán en sangrantes, y sólo hay una forma de reducirlas: una suerte de concentración tanto horizontal como vertical basada en una serie de elementos que nos definen, con una cooperación público-privada. Soy consciente que eso implica nuevos tribunales, nuevos espacios de poder y un nuevo Bretton Woods... pero no tenemos otra salida. Es nuestra forma de crear unidades completas en competencia con las que está creando China.

Por ejemplo, el papel de los semiconductores y la definición del espacio en oposición al creado por China con su inversión de un billón de dólares en este componente absolutamente esencial, se podría estar observando en estos momentos, tal y como expliqué en este artículo, que puede acercar a Taiwán a los diferentes "pivotes" que están estableciendo usando sus palancas tecnológicas, particularmente los semiconductores.

El siguiente desafío viene en la captura que está haciendo China de minerales, demografía, recursos humanos, zonas de grandes generaciones y consumo de datos con un Internet industrial, de todos los vehículos y de las cosas... es otro factor a tener en cuenta, y no es irrelevante, pues la propia Unión Europea, o los propios Estados Unidos podrían en una medida u otra, usar algunas unidades tecnológicas completas de China en un elemento de alta calidad que no harían más que reforzar al bloque que persigue la hegemonía global que está construyendo China.

Sea que estemos hablando de océanos, ciberespacio, el espacio exterior concebido como una suerte de prolongación de la dimensión marítima, o bien el Ártico, los llamados espacios comunes al hallarse en un punto más allá de las jurisdicciones nacionales, resultan ser también todos ellos y en este momento de definición de grandes bloques regionales, espacios de disputa por razones estratégicas de amplio espectro y que forman parte del nuevo sostén de lo que hace tiempo vengo señalando, que es una nueva lectura a partir de Clausewitz y su "ley de los números" que establece que el tamaño de los ejércitos era una ley variables determinante cuando las demás eran constantes (tecnología, armamento, teoría...), la antigua ley de los números que regía en la forma de hacer la guerra y organizar la sociedad favorecía que el ente político que se halla bajo ataque, al estar en su territorio, puede gestionar más recursos. En la Nueva Ley de los Números que vengo proponiendo, y que trataré de desarrollar más ampliamente en este Instituto Symposium, el número de soldados de los ejércitos es sustituido por un océano de herramientas de guerra y de gestión de la sociedad para prepararse ante tal escenario, siendo fundamental la Revolución Industrial 4.0 con todo lo que trae aparejado en cualquier campo, además de nuevas fuentes de energía, nuevos espacios políticos en términos de hegemonía gran regional y la definición de las condiciones de acceso, explotación y control de estas dimensiones sobre las que "navegamos" y nos movemos en unos términos cercanos a Clausewitz y a Mahan, pues combatimos evolucionando a partir de aspectos consolidados, y ahora añadimos otros factores en la línea del pensamiento más abstracto de Clausewitz, y adoptamos nuevas dimensiones siguiendo la dimensión marítima de Mahan. Al respecto de esta última idea, China ya ha tomado acción, como expliqué en este artículo.

En definitiva, estas dimensiones son objeto de cuestiones de gobernanza internacional, pero también y sobre todo de cuestiones de una nueva soberanía que trae aparejada la creación de estos nuevos espacios de corte "civilizatorio", tal y como China está definiendo el suyo, y con una tensión creciente entre las grandes nuevas potencias que son los elementos centrales del nuevo gran juego por la hegemonía global en extrema competencia entre sí.

Conclusiones

En definitiva estamos ante un libro que debe leerse con particular atención, y más ante la evidencia de que el espacio del Mediterráneo en términos de vía de navegación que une dos segmentos clave y diferentes del espacio oceánico, pasa a ser el inevitable corredor ubicado en la ruta más corta entre el Indo-Pacífico y el Atlántico, dentro de los grandes espacios que estamos viendo cohesionar y formar, y es algo en lo que deberemos empezar a pensar en diferentes aproximaciones por la formación del gran espacio en competencia cada vez mayor con China y sus capacidades y espacios "capturados" sobre los que se proyecta, y cada vez más, usando la Revolución Industrial 4.0, aspectos estos que se puede observar por ejemplo en los ejercicios navales en el Mediterráneo que están teniendo lugar este 2022, como comento en este artículo.

El libro permite percibir los diferentes pivotes y espacios en los que apoyarse para construir la hegemonía de China y la que le haga frente: Brasil, la Unión Europea, la evolución de Global Britain, Estados Unidos, Arabia... la propia Turquía, que deberá definir su geopolítica, en particular con los elementos de choque en Asia Central y el Levante mediterráneo, sin descuidar posiciones como las que puede seguir, por ejemplo, con Pakistán.

Sobre estos y otros aspectos desde el Instituto Symposium trabajaremos con todo el rigor, preparando análisis desde diferentes perspectivas, sin duda siguiendo la aproximación holística de este excelente libro, por lo que trataremos de desarrollar relaciones con diferentes personas capacitadas para que podamos seguir este elemento que podría ser embrionario de la definición de los bloques en competencia por la hegemonía global. La forma en que se haga determinará un tipo de modelo u otro para una nueva hegemonía global.