Indagaremos un poco en el origen de este famoso Santo. Ya os advierto que aquí no hablaremos de dragones ni de princesas (aunque en el icono bizantino que os pongo para ilustrar el artículo sale el dragón) no al menos inicialmente y es que el origen del Santo, patrón de innumerables países, regiones y / o ciudades tenemos que encontrarlo en el Bajo Imperio Romano. A su vez, la popularidad de San Jorge es tal, que podemos verlo reconocido y adorado no sólo en las Iglesias Occidentales, como la Católica o las Protestantes, también en Oriente con las diversas Iglesias Ortodoxas y no sólo en el ámbito del mundo cristiano, ya que dicho santo es un caso de sincretismo muy interesante, encontrándolo también en el Islam donde se le llega a llamar con títulos como Al-Jadr; árabe cristiano o musulmán; o Mar Djiries; árabe cristiano; y quiero recalcar esto en cuanto la religión mahometana recoge, bebe e incorpora directamente de las religiones antecesoras abrahámicas cantidad de elementos, e incluso podemos encontrar al Santo en ritos afroamericanos diversos desarrollados por las comunidades de esclavos que los europeos llevaron a américa mezclándose con elementos religiosos que traían de África y las diversas creencias locales .

La hagiografía de San Jorge estima que nació a finales del siglo III d.C (entre el 275/280 d.C) y murió un 23 de Abril del año 303 d.C. Sabemos que su padre pudo ser un oficial del ejército romano llamado Geroncio de origen griego y su madre Policromía de origen palestino. Al morir el padre, lo más probable en algún conflicto con los persas sasánidas, Policromía regresó a su ciudad natal de Lydda también conocida como Diospolis siendo la actual ciudad de Lod (Israel), donde el pequeño creció y lo más importante tuvo una importante educación y formación cristiana transmitida por su madre. Más tarde el propio Jorge se alistaría al ejército de Roma y comenzaría una provechosa carrera militar que le llevaría a ser Comes y Tribuno para llegar hasta la misma guardia personal del Emperador Diocleciano.

El emperador Diocleciano o Cayo Aurelio Valerio Diocleciano Augusto fue emperador de los romanos entre el 284 d.C y el 305 d.C. y famoso por sobre todo dos elementos. El primero ellos, la división del Imperio en dos a través de su fórmula de la Tetrarquía, esto es el gobierno de cuatro. Para solventar los problemas de viabilidad y sobre todo de gestión del grandioso Imperio este quedó distribuido bajo 4 tetrarcas: 2 augustos (Diocleciano y Maximiano) y 2 césares (Galerio y Constancio) Los augustos hacían de co-emperadores y para no tener una gestión de transmisión del poder tan problemática como habían tenido durante todo el siglo III d.C los césares hacían a la vez de príncipes y herederos de los augustos. Esto es importante ya que aquí se encuentra la base sobre la que definitivamente y ya después de Flavio Teodosio o Teodosio I el Grande, a partir del 395 d.C el Imperio se dividirá definitivamente en un Imperio Romano Occidental y otro Oriental. Basta decir que Diocleciano se auto asignó la parte oriental de imperio, las más rica y próspera.

El segundo, la persecución contra los cristianos. Si por algo es famoso en nuestra tradición cultural este emperador es por esto mismo, después de todo es la gran época de martirio de las primeras hornadas de cristianos y los primeros pasos de la iglesia cristiana. Esta persecución conocida como "La persecución de Diocleciano" también conocida como "La gran persecución" duró entre el 303 d.C y el 311 d.C. y cómo podemos ver fue una política que sobrevivió a la propia muerte de Diocleciano acaecida en el 305 d.C y continuada por Galerio. Esta persecución tuvo diversas etapas y se proclamaron diversos edictos, hasta un total de 4 y fracasaron en cuanto buscaba la erradicación de la comunidad cristiana en los límites imperiales. Ya con el primer edicto, aparte de centrarse en la propiedad y alto clero de los cristianos, se ordenaba la destrucción de escrituras, libros y lugares de culto, así como la prohibición de la reunión de los mismos para celebrar sus ritos y actos. Esta dureza vino reforzada por la privación del derecho a apelación a un tribunal a los cristianos confesos y si eran libertos, volvían a ser esclavos. Así mismo se inició una purga a consciencia de la administración y ejército imperial; Esto son: senadores, veteranos y soldados que fueran hallados culpables de practicar el cristianismo se les desposeía de su rango y distinción. Luego vinieron el resto de edictos que sobre todo en oriente desarrollaron una legislación y metodología más dura contra los cristianos.

Cabe destacar que el mismo Diocleciano por lo visto pidió aplicar medidas que evitaran el derramamiento de sangre, así se apunta a que fue Galerio quien exigía que aquellos que no renunciaran a la religión fueran condenados a ser quemados vivos en la hoguera. Este último un método que se volvió muy habitual para ejecutar a cristianos en oriente. No deja pues de ser hasta paradójico que esta persecución haya llegado hasta nuestros días como la "persecución de Diocleciano" pero que quien más saña y sangre pusiera no fuera el mismo emperador que la proclamó, sino su césar Galerio.

Es en este contexto y si atendemos a fuentes hagiográficas de San Jorge en el que siendo ya miembro de la guardia personal del emperador recibió órdenes de aplicar el edicto. Este se negó y además confesó su fe en Cristo. Diocleciano enfurecido lo torturó para que realizara el acto de apostatar, es decir renunciar a la fe de Cristo, y ante la evidente negativa de Jorge fue condenado a pena capital mediante decapitación. Que Diocleciano se molestara en torturar a su antiguo guarda personal seguramente demuestra que el propio emperador le resultó molesto tener que aplicar la pena capital sobre su antiguo protector y procurara mediante la tortura, la esperada renuncia de Jorge y poder salvar así su vida.  No fue así y finalmente la sentencia fue realizada un 23 de abril del año 303 d.C frente las murallas de la ciudad de Nicomedia. El tema es que Jorge no se fue sólo, por lo visto y ante la determinación del prisionero en no renunciar a su fe, en el transcurso de la ejecución y con la multitud agolpada para ver el espectáculo se llegó a convencer a una sacerdotisa de un culto pagano no identificado a su conversación al cristianismo. Incluso la propia mujer del emperador y para sorpresa de Diocleciano, la emperatriz Alejandra, confesó que ella era cristiana en secreto. Su marido no tuvo más remedio pues que mandarla ejecutar también, haciendo que la propia Alejandra fuera canonizada después por martirio conociéndose a día de hoy como Santa Alejandra de Roma.

Los restos mortales del mártir fueron trasladados a la ciudad natal de su madre Policromía en Lydda y con el paso del tiempo se fue creando un culto alrededor de él construyendo una pequeña iglesia. Fue canonizado como Santo y Mártir de la Iglesia por el Papa Gelasio I en el año 494 d.C. y aun corriendo desde el mismo siglo IV-V d.C muchas historias entorno a San Jorge no se haría famoso en occidente hasta entrada la Baja Edad Media y la época de las cruzadas (s.XI-XIII d.C)  que redescubrirían para occidente a este Santo teniendo bastante buena acogida en muchas cortes de los reinos medievales e incluso del Sacro Imperio Romano Germánico y no sólo por el “redescubrimiento” entre el occidentes y el oriente cristianos, sino también por influjos del propio islam.

Es en este momento cuando y ahora sí, nos encontramos a San Jorge vinculado a la famosa historia del dragón; la representación de San Jorge matando al dragón es datada a partir del s.XI d.C. ; aunque hay quien dice que todo esto no fue tal y en realidad San Jorge es una operación sincrética de la Iglesia Cristiana con mitos de la antigüedad clásica como el que vincula a la princesa Andrómeda y Perseo y es que hay que atender a ciertos parecidos. En el mito pagano, Perseo debe derrotar a la Gorgona Medusa y con la cabeza de Medusa, Perseo, que se había enamorado de la bella Andrómeda fue a rescatarla. Andrómeda había sido entregada en sacrificio a un monstruo de nombre Ceto enviado por Poseidón debido a la altanería de la madre de esta, Casiopea, que provocó la ira del Dios de los Mares.  Perseo con la cabeza de Medusa convirtió al monstruo en Coral/Piedra y pudo salvar a Andrómeda para finalmente casarse con ella...  El parecido pues con una princesa que es entregada / ofrecida en sacrificio para calmar la ira de un monstruo, la derrota del mismo monstruo y el matrimonio ofrecido como recompensa o en el mito cristiano la conversión al cristianismo de la población agradecida de la villa arrasada por la bestia, está bien presente y no se puede obviar.

Para acabar, me gustaría incidir con un par de apuntes y comentar la relación del Santo con el Islam y es que realmente es una maravilla que nos lleva al intrigante, importante, polifacético y misterioso “Khidr” o al-Khadir ( ٱلْخَضِر ). El Khird, o “El hombre de verde”, es considerado por el Islam como uno de los auténticos profetas o de los profetas inmortales, también conocido como el “afrād”, o “aquel que recibe la iluminación directa de Dios sin intervención humana”.  Hay quien comenta que Khidr es un título, otros un epíteto lo cual demuestra cierta confusión del término. Se suele comentar como el mismo San Jorge es identificado con la versión de Elijah y con el sobretítulo del “caminante eterno” proveniente del mito del “judío errante” que la tradición sufí vincula precisamente al viaje nocturno del profeta o la miraŷ .  Como texto de fácil consulta, deberíamos remarcar la Surá XVIII del Corán en la que acompaña al propio Moisés en su viaje en búsqueda de la verdad. A su vez, para mirar de darle una mayor complejidad a esta figura, se la puede relacionar con el mito de Gilgamesh y al propio Alejandro Magno, incluso, campeón de Dios en el Apocalipsis. Dentro del sufismo hay quien llega incluso a vincular a estas dos celebridades del mito y de la historia, como una misma alma viajera que ha ido de cuerpo en cuerpo hasta llegar al propio San Jorge tratándose pues en realidad, de la misma persona. Y es pues, interesante remarcar este vínculo histórico-cultural que hunde sus raíces en Sumeria, los albores de Mesopotamia, y como pasa de estos a persas, griegos, romanos y con la llegada de los árabes a las provincias del levante tras las conquistas del siglo VII d.C al propio islam en un ejercicio de sincretismo espectacular.

Precisamente, es un personaje tan singular, que en la Iglesia de San Jorge (كنيسة القديس جاورجيوس ) , de construcción cristiana ortodoxa bizantina, del pueblo de Burkin en Palestina, a día de hoy incluso no sólo entran feligreses cristianos (católicos, ortodoxos y coptos) sino también musulmanes para mostrar sus respeto y adoración al santo, para ellos Al-Khidr.

Independientemente de cuál fue su origen, si real o imaginario, pagano o cristiano no hay duda alguna que condensa elementos de 2.500 años de nuestra historia, vinculándonos a personas de base cultural judeocristiana, musulmana y otros a través de sus mitos e historias que son en muchos casos compartidas. Dando a día de hoy una nueva evolución y volviéndose a fusionar con otros elementos culturales, como es el Día del Libro, provocando una eclosión de alegría y bellezas muy auténticas. No puedo dejar de sorprenderme de la vitalidad y genialidad del mundo mediterráneo y del próximo oriente, tan cercanos y a la vez a veces tan lejanos, desde su antigüedad clásica a nuestros días.

Bibliografría:

Portada: Imágen ortodoxa de San Jorge matando el dragón. Autor: desconocido.