El uso estratégico por Marruecos de la inmigración ilegal como factor de presión contra España

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Resumen: Las relaciones bilaterales hispano-marroquíes están marcadas por la geografía, la sociología y la interdependencia. Al ser dos Estados vecinos, los puntos de confrontación son numerosos, pero también se ha propiciado el intercambio cultural y económico. Por ello, ambos países llevan cooperando desde hace décadas en numerosas materias, como es el caso del control de la inmigración ilegal. Sin embargo, Marruecos ha tomado consciencia del poder que este control puede otorgarle sobre España y lo ha aprovechado para la consecución de sus objetivos territoriales estratégicos. España, en cambio, ha respondido con una estrategia apaciguadora que ha desembocado en numerosas concesiones como el reconocimiento del Plan marroquí para el Sáhara Occidental de 2007.

Palabras clave: España, Marruecos, migración ilegal, Sáhara Occidental, conflictos en zona gris.

Introducción

La geografía juega un papel fundamental en las relaciones internacionales, la geopolítica y la estrategia. En concreto, la localización de un país es determinante en la construcción de sus identidades y condiciona sus relaciones con otros Estados. Normalmente, los Estados vecinos tienden a ser adversarios, dado que los frentes de confrontación son mayores. Este es el caso de España y Marruecos, cuyas relaciones tienen componentes estructuralmente conflictivos que han derivado en crisis cíclicas.

Sin embargo, por factores sociológicos, históricos, de seguridad y económicos estos dos Estados han sido llamados a entenderse y por esta razón, desde hace varias décadas, se ha abogado por el fomento de la cooperación, sobre todo en cuestiones como la inmigración ilegal.

España y Marruecos colaboran en materia de inmigración desde 2004, tras un periodo de relaciones bilaterales bastante deficientes. Esta colaboración se materializa en patrullas conjuntas Guardia Civil-Gendarmería Real de Marruecos, en comisarías conjuntas en Algeciras-Tánger o los diferentes acuerdos para la devolución de migrantes ilegales que hayan traspasado las fronteras españolas. No obstante, a lo largo de estos años se ha evidenciado la dependencia española de la buena voluntad marroquí en el control de la inmigración irregular y Marruecos aprovecha esta ventaja.

En 2023 la situación en el Magreb es compleja y las relaciones de España con los diferentes actores de la región un juego de equilibrios. Marruecos está llevando a cabo una estrategia asertiva y bastante eficaz para conseguir que España ceda y le apoye en sus pretensiones políticas. En otras palabras, de un tiempo a esta parte el reino alauita ha hecho uso de la migración irregular como medio para presionar a España.

Las relaciones entre España y Marruecos

Los Reinos de España y Marruecos son dos Estados que por cercanía geográfica e historia común se han necesitado mutuamente. De hecho, la comunidad marroquí es la comunidad extranjera más numerosa de España con unos 800.000 inmigrantes. Sin embargo, las relaciones entre ambos países son complejas y están plagadas de altibajos.

Es cierto que son muchas las cuestiones en las que España y Marruecos cooperan positivamente. En los años 90 se lanzó la estrategia “colchón de intereses” por la que se fomentaba la creación de una red de lazos multidimensionales que permitiría aumentar el coste político y económico en caso de confrontación, además de ser una garantía para «impedir la ruptura de la diplomacia tradicional y como medio para disuadir a ambos países del uso de la fuerza»[1].

Bajo estas premisas se firmó el Tratado de amistad, buena vecindad y cooperación entre el Reino de España y el Reino de Marruecos en 1991, que ha supuesto la base de las relaciones bilaterales. Los sucesivos convenios se han centrado en las materias que más interesan a cada Estado: España necesita la colaboración marroquí en la lucha antiterrorista yihadista y el control de los flujos migratorios irregulares; a Marruecos en cambio le interesa sobre todo el buen desarrollo de las relaciones económicas dado que España superó a Francia como primer cliente comercial y proveedor del país alauita en 2014, [2].

Huelga decir que esta estrategia no ha resultado del todo fructífera. A pesar de que el colchón de intereses era considerable no se impidió el incidente de Perejil de julio de 2002, ni han cesado las llegadas masivas de inmigrantes a Ceuta, Melilla o las Islas Canarias.

Y es que hay cuestiones estratégicas que enfrentan a los países vecinos y crean fisuras en la relación. Estos contenciosos pueden resumirse en cuatro: primero, la cuestión del Sáhara Occidental; segundo, la reclamación marroquí sobre Ceuta, Melilla y las islas y peñones españoles de la costa africana (ergo también se reclama las aguas territoriales); tercero, los acuerdos de pesca en los que Marruecos considera que las aguas territoriales saharauis son marroquíes y hay disensión con Europa y España; cuarto, el tema de la inmigración ilegal. Tanto España como la UE han externalizado la gestión de la frontera y la inmigración ilegal a Marruecos a cambio de grandes cantidades de dinero y apoyo político al gobierno marroquí, pero esta colaboración se ha vuelto en su contra.

A todo ello se le une las relaciones hispano-argelinas y las relaciones argelino-marroquíes. Marruecos y Argelia mantienen una histórica rivalidad regional que les ha llevado en la actualidad a un contexto de suma cero donde prima la inexistencia de relaciones diplomáticas, el cierre de las fronteras terrestres y del espacio aéreo y una carrera armamentística. El problema radica en que ahora tanto Marruecos como Argelia ven a España como un actor más dentro de su juego de suma cero, lo cual España debe evitar a toda costa: no caer en la balanza de uno u otro lado, sino permanecer en el equilibrio que ha reinado a lo largo de estos años, [3].

Figura 1: mapa sobre el Sáhara Occidental y las relaciones trilaterales. Fuente: El Orden Mundial

Este mapa ilustra cuál es la situación de la zona. El flujo de inmigrantes procede mayoritariamente de Marruecos, aunque también del Sáhara y de Argelia. Argelia exporta gas a España, fundamental en el contexto actual con la invasión rusa de Ucrania y la crisis energética. Aparecen también las aguas en disputa al sur de las islas Canarias, zonas de importantes caladeros de pesca donde se obtiene más del 90% de las capturas de los barcos españoles. Por otro lado se puede observar los campos de refugiados de Tinduf – ubicados en Argelia y habitados por saharauis – y las rutas migratorias que atraviesan el Sáhara Occidental entrando por el paso de Guerguerat. Esto es muy importante dado que los jóvenes saharauis están cada vez más descontentos y sin expectativas de futuro, siendo el caldo de cultivo perfecto para la proliferación del terrorismo y el crimen organizado.

El enfoque estratégico marroquí

Marruecos es un Estado revisionista y expansionista que bebe de la idea nacionalista del “Gran Marruecos”, constituyendo su geografía de la imaginación. Fue propuesta hace un siglo por el político Allal al-Fassi y, entre otros territorios, se pretende conseguir la anexión del Sáhara Occidental, Ceuta, Melilla e islas e islotes del Estrecho de Gibraltar. Esta es la gran estrategia marroquí. Para alcanzar sus objetivos políticos, Marruecos ha diversificado sus alianzas internacionales y lleva a cabo una actitud asertiva frente a España y una actitud beligerante contra el Frente Polisario y Argelia.

Figura 2: mapa sobre la idea del “Gran Marruecos” y los territorios actualmente reclamados por Marruecos. Fuente: Elaboración Propia

A su vez se debe tener en cuenta es que Marruecos es un gran aliado de Estados Unidos, una relación histórica que se remonta a la independencia de los americanos ya que Marruecos fue uno de los primeros Estados en reconocer a los estadounidenses y su tratado de Paz y Amistad, firmado en 1786, jamás se ha roto. Ello explica su buena sintonía en la actualidad, que propició el intercambio transaccional durante el mandato del presidente Trump por el que Estados Unidos reconocía la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental a la vez que Marruecos firmaba el Acuerdo de normalización de las relaciones con Israel, en el marco del proceso de los Acuerdos de Abraham.

Por otra parte, la estrategia marroquí tiende a buscar alcanzar sus objetivos estratégicos en el medio y largo plazo. Por ejemplo, la reclamación de Ceuta, Melilla y los islotes adyacentes como marroquíes comenzó a formularse en la década de los años 20 del siglo pasado con la idea del “Gran Marruecos” que se ha comentado. Cuando el reino alauita obtuvo su independencia en 1956 no aceptó el principio uti possidetis iuris, según el cual «el nuevo Estado independiente debe respetar las fronteras heredadas de la descolonización», [4]. Asimismo, en 1975 Marruecos trató – infructuosamente – de incluir ambas ciudades en el listado de Naciones Unidas de Territorios No Autónomos, es decir, pendientes de descolonización [5] y reclama periódicamente como suyas Ceuta y Melilla en la Asamblea General de la ONU. Su Carta Magna de 2011 habla de garantizar «la integridad territorial del Reino dentro de sus auténticas fronteras» en su artículo 19. Ya en diciembre de 2020 el entonces primer ministro de Marruecos, Saadeddine Othmani, declaró que primero había que arreglar definitivamente el conflicto del Sáhara y entonces «llegará el día de reabrir el asunto de Ceuta y Melilla», [6]. Acción tras acción Marruecos consigue que el mensaje de que Ceuta, Melilla y los islotes son marroquíes vaya calando en la sociedad internacional y se vea estas pretensiones como legítimas.

En definitiva, Marruecos tiene una iniciativa estratégica activa con unos objetivos claros que ha sido definitivamente impulsada por la decisión del presidente Trump de 2020, consiguiendo que los del Atlas adopten una actitud incluso más asertiva en sus relaciones internacionales y la consecución de sus objetivos estratégicos.

Por otra parte, la estrategia marroquí para alcanzar sus objetivos estratégicos podría encontrarse en la “zona gris” de confrontación. De acuerdo con Frank G. Hoffman, los “conflictos en zona gris” son aquellas situaciones conflictivas en las que los actores estatales llevan a cabo actividades polifacéticas. Es decir, hay un uso de las capacidades integrales de un estado de manera ambigua para lograr un objetivo estratégico. La clave es que estas actividades están siempre por debajo de la consideración de uso agresivo de fuerzas militares, [7]. Por tanto, la zona gris es más agresiva en los fines –anexionarse territorios de otro Estado – que en los medios, que son ambiguos y graduales, dificultando la atribución de las acciones.

Un aspecto clave a tener en cuenta es la modernización de las Fuerzas Armadas marroquíes de la mano de Estados Unidos. En principio esta carrera armamentística se explica por su rivalidad con Argelia y el aumento de la violencia en el Sáhara contribuyendo a su balance interno estratégico, pero hay que poner en valor que unas Fuerzas Armadas modernas y con altas capacidades pueden permitir a Marruecos cerrar el círculo de la zona gris y asegurar el éxito de la estrategia desestabilizadora.

Uno de los instrumentos más eficaces para presionar a España sin emplear medios militares es utilizar a los inmigrantes irregulares como herramienta para desestabilizar el país y, en última instancia, conseguir: el cambio de postura de España en la cuestión del Sáhara y, en un futuro, la anexión de territorios africanos españoles.

La inmigración ilegal como factor de presión

España ha delegado el control de la inmigración ilegal en su vecino del Sur, proveyéndole a su vez de ayudas económicas para modernizar los sistemas de vigilancia. Unas ayudas en su mayoría financiadas por la Unión Europea. Sin embargo, Marruecos ha aprendido de otros Estados como Turquía y ha usado esta carta para presionar a Europa y, especialmente, a España.

Se ha instrumentalizado a los inmigrantes múltiples veces, en ocasiones como medida de represalias por orden de Mohamed VI, como ocurrió en 2014 cuando unos 1000 inmigrantes ilegales entraron en España a través de Ceuta en dos días ante la pasividad de las fuerzas de seguridad marroquíes debido a un incidente con la Guardia Civil, [8].

Sin embargo, los contenciosos subyacentes que explican mayoritariamente las diferentes entradas masivas de inmigrantes ilegales en España son la cuestión del Sáhara y la españolidad de Ceuta, Melilla e islotes. Se procede a hacer un análisis sucinto de estas entradas masivas de la última década.

En 2012, además de Ceuta y Melilla, las islas y peñones españoles en el Estrecho fueron destino de los inmigrantes irregulares procedentes de Marruecos. Por esta razón, el entonces Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, anunció que se establecería un destacamento de la Guardia Civil en las islas Chafarinas, [9]. Esta decisión enfadó enormemente al gobierno marroquí, que protestó y, en consecuencia, se pospuso la misión. Pese a ello, los asaltos masivos de inmigrantes irregulares se reactivaron ese mismo agosto.

La respuesta de España fue la extensión de la mano de cooperación. El 21 de octubre de 2012 se celebró en Rabat la X Reunión de Alto Nivel (RAN) entre los gobiernos de España y Marruecos en la que, obviando el tema de la soberanía de los territorios españoles en África, se adoptaron numerosos Acuerdos y Memorandos en materia de inmigración. Sin embargo, la comparecencia del Primer Ministro marroquí tras la RAN fue muy clarificadora respecto de la postura del reino alauita: «Ceuta y Melilla es una cuestión muy antigua entre Marruecos y España, y que precisa de un clima de consulta, de diálogo, en su momento oportuno, al margen de este marco», [10].

En 2014 quedó en evidencia que España dependía de Marruecos y su buena voluntad en la gestión de la inmigración y se acusó que esta era una debilidad que podría ser aprovechada por Marruecos, por lo que se volvía imperativo mantener una buena relación con el gobierno del Sur. En febrero de ese año tuvo lugar “La tragedia de El Tarajal” donde 14 inmigrantes se ahogaron en el mar cuando trataban de alcanzar costa española. En marzo se produjeron numerosos intentos de saltar las vallas de Ceuta – el día 4, 1.500 personas intentaron entrar ilegalmente – y Melilla – el día 18 casi 500 inmigrantes ilegales consiguieron saltar la valla –. Para responder a estas crisis se aumentó la colaboración intergubernamental y se trató de hacer más partícipe a la UE a través de instrumentos de financiación. Pese a estas buenas voluntades se mantuvo el goteo de intentos de entradas masivas en agosto.

Ya en 2021 acontecieron los hechos más relevantes y evidentes para este análisis. A finales de 2020 se reanudó el conflicto con el Frente Polisario por el Sáhara Occidental, a la vez que el presidente Trump reconocía la soberanía marroquí sobre dicho territorio y el Primer Ministro de Marruecos reclamaba la soberanía de Ceuta y Melilla. El apoyo estadounidense suponía un espaldarazo a las pretensiones marroquíes y dio alas al gobierno para presionar a países como Alemania o España para que reconocieran su soberanía sobre el Sáhara.

En abril de 2021 se tuvo conocimiento de que el gobierno español había trasladado de manera secreta (es decir, sin el conocimiento de las autoridades marroquíes) al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, a un hospital de Logroño para tratarle de COVID-19 por razones humanitarias a petición de Argelia. Esta acción enfadó a Marruecos y se deterioraron – aún más – las relaciones bilaterales hispano-marroquíes. Un mes más tarde, el 18 de mayo, tuvieron lugar varias entradas masivas de inmigrantes ilegales en las que, tan solo en Ceuta, 8.000 personas trataron de entrar en España. Como respuesta se recurrió al despliegue del Ejército y se reforzó la presencia policial, desatando una crisis diplomática entre los vecinos. Una de las primeras reacciones de un representante del Reino de Marruecos fue la de su embajadora en España, Karima Benyaich, que declaraba que «hay actos que tienen consecuencias y se tienen que asumir», [11]. Se entendió en ese momento que se trataba de una represalia por el tratamiento de Ghali. Sin embargo, el 10 de junio de ese mismo año el Parlamento Europeo emitió la Resolución 2021/2747 (RSP) donde se adujo en el considerando H que

«las declaraciones oficiales formuladas por Marruecos el 31 de mayo de 2021 subrayaron que la crisis bilateral no estaba relacionada con la cuestión de la migración; que el ministro de Asuntos Exteriores marroquí reconoció en un primer momento que las razones de la crisis provocada por la entrada masiva de miles de personas, incluidos menores, era el hecho de que España hubiese acogido al líder del Frente Polisario; que, en otra declaración oficial publicada posteriormente, las autoridades marroquíes reconocieron que la verdadera razón era la supuesta ambigüedad de la posición de España sobre el Sáhara Occidental», [12].

Es decir, hubo un reconocimiento explícito de que Marruecos había utilizado tanto a migrantes como a niños marroquíes para presionar a España y conseguir cambiar su política respecto a la cuestión saharaui. La respuesta de Moncloa, pese a conocer ya la verdadera naturaleza de la crisis migratoria, fue sustituir a la Ministra de Exteriores, Arancha González Laya, por José Manuel Albares, al que se considera más “promarroquí”. La acción marroquí resultó brillante, tanto por cómo se gestó: de manera inesperada, con el objetivo de obtener réditos políticos en el Sáhara buscando cambiar la postura española al margen de la ONU, dirigida contra un territorio que reclama como propio, con la simple inacción de sus fuerzas policiales dejando que más de 10.000 personas traten de llegar a suelo español, [13]; como por la reacción del gobierno de España a esta crisis: con más concesiones a Marruecos y reconociendo el Plan marroquí para el Sáhara Occidental de 2007 como la propuesta con «la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa», [14].

El enfoque estratégico español

"El poder sin legitimidad tienta a las pruebas de fuerza; la legitimidad sin poder tienta a posturas vacías." Diplomacia. Capítulo 3. Henry Kissinger

Pese a que según estudios como el Índice Elcano de presencia global demuestran que España, que ocupa el decimotercer puesto, tiene más presencia global que Marruecos, que ocupa el puesto 57º, [15], Marruecos tiene poder sobre España. Este poder se traduce en la capacidad, a través de la instrumentalización de la inmigración ilegal, de cambiar las decisiones del gobierno de España para conseguir objetivos políticos y estratégicos marroquíes.

Según lo ya comentado, se puede ver que la estrategia española ha sido de apaciguamiento. Siendo conscientes de la dependencia de la buena voluntad marroquí para controlar las entradas de inmigrantes ilegales, España ha ido dando concesiones a Marruecos para evitar a toda costa crisis migratorias. El uso de la inmigración ilegal como factor de presión ha sido tan efectivo que no sólo se ha conseguido el cambio de la postura española respecto del Sáhara, sino que la mera posibilidad de que se use esta u otras armas de presión hace que España evite a toda costa “enfadar” a su vecino del sur. El último ejemplo es reciente: ante la amenaza marroquí de suspender la reunión Madrid-Rabat de principios de febrero en caso de votar a favor de la Resolución del Parlamento Europeo en la que se insta a Marruecos a respetar los Derechos Humanos, los europarlamentarios del Partido Popular han optado por ausentarse de la votación mientras que los europarlamentarios del PSOE han votado en contra de la misma. ¿Se habrá convertido esta estrategia de appeasement en una estrategia de Estado y no sólo en una estrategia llevada a cabo por el gobierno de turno? Eso es algo que se verá en los próximos años.

Sin embargo, en este trabajo se defiende que sería un error. Las estrategias de este tipo rara vez resultan eficaces, porque la potencia a la que se trata de apaciguar, al ver mejorado su poder relativo, no deja de tensar la cuerda, más bien al contrario. Son excesivamente numerosos los ejemplos en la historia que lo demuestran. Por lo tanto, de esta manera se da alas para que el foco revisionista y expansionista marroquí se centre definitivamente en Ceuta, Melilla e islas e islotes del Estrecho; no podemos olvidar que la gran estrategia marroquí es la consecución del “Gran Marruecos”. Por otra parte, el viraje español sobre el Sáhara, como antigua potencia colonial, tiene gran importancia. Ello puede hacer que el Frente Polisario recrudezca sus acciones contra Marruecos, desestabilizando aún más el territorio saharaui en favor del aumento del terrorismo y el crimen organizado. Sin olvidar el papel que podría jugar Argelia, e incluso Rusia, que siempre ha apoyado la causa saharaui y es aliada de Argelia, además de su creciente presencia en el Sahel y otros territorios vecinos del Sáhara Occidental. La posibilidad de que el Sáhara se convierta en «un nuevo tablero proxy con actores globales implicados» [16] es real y no puede ser desdeñada ni por España ni por la Unión Europea.

Tampoco la estrategia del “colchón de intereses” ha sido un medio óptimo para evitar que Marruecos haga uso de sus capacidades para presionar a España. Paradójicamente, pese a que era Marruecos el que mayor dependencia económica tenía de sus relaciones comerciales con España, en 2018 sus autoridades cerraron unilateralmente la frontera comercial entre Melilla y Marruecos y en febrero de 2020 se vetó la entrada de pescado fresco en Ceuta por parte de las autoridades aduaneras marroquíes, [17].

Se aboga por tanto por una postura española frente a Marruecos más asertiva y firme. El enfoque que se ha ido reflejando en las Estrategias de Seguridad Nacional de 2011, 2012 y 2017 ha sido la de no «encarar explícitamente y sin complejos los problemas directos e indirectos que comporta la reclamación marroquí sobre Ceuta y Melilla» [18], sino que se ha mantenido una actitud pasiva buscando conservar el statu quo.

El papel de la Unión Europea

A pesar de que Europa participa en la financiación de la lucha marroquí contra la inmigración ilegal la estrategia de los Estados Miembro no pertenecientes al mediterráneo respecto a este problema es la de “buck-passing”. Esta estrategia busca que el “buck-passer” consiga que otro Estado (“buck-catcher”) asuma la carga de lidiar con el problema o agresor en cuestión, manteniéndose al margen.

Ello se explica en gran medida por cuestiones geográficas. Por lo que en este caso son España, Italia o Grecia quienes gestionan la inmigración ilegal. A su vez, España trata de pasar el “buck” a Marruecos, pero como hemos visto esta estrategia se ha vuelto en su contra.

Pese a que la Unión Europea ha sido consciente de que estaba siendo “chantajeada” y entendía que el uso de los refugiados como factor de presión era un problema estratégico cuando Turquía y Bielorrusia utilizaron a migrantes como moneda de cambio o factor desestabilizador, en el caso de Marruecos no ha sido así. Se han emitido resoluciones críticas con los actos marroquíes, pero no se ha avanzado en la “europeización” de Ceuta y Melilla ni se ha apoyado la lucha contra la inmigración ilegal más allá de la financiación económica. Europa siempre ha alegado que las crisis migratorias eran una cuestión bilateral entre España y Marruecos dado que el conflicto subyacente eran las cuestiones territoriales.

Se trata de un gran error, entre otras cuestiones porque la mayoría de los refugiados que se encuentran en Marruecos a la espera de pisar suelo español – ergo europeo –, provienen del Sahel y del África Subsahariana, que son el foco mundial de los ataques terroristas y de las guerras civiles en la actualidad, unido a otros muchos factores que fuerzan la migración como la economía o la salud. Teniendo en cuenta que se estima que para 2050 la población del continente habrá doblado su población actual, es decir, que se prevé que en ese año África esté poblada por 2.400 millones de personas [19], se vuelve imperativo que Europa reaccione ante el uso de migrantes – además de por razones humanitarias obvias – por razones estratégicas y de seguridad. Ya se vio en 2015 con la mayor crisis de refugiados en Europa hasta la fecha que la gestión de las fronteras exteriores de la Unión es una responsabilidad compartida. La próxima crisis será peor.

Si bien hay que reconocer que, tras el incidente del 18 de mayo de 2021, la Unión Europea fue bastante asertiva al rechazar «la utilización por parte de Marruecos de los controles fronterizos y de la migración y, en particular, de menores no acompañados, como medio para ejercer presión política contra un Estado miembro de la Unión», [20].

Conclusiones

La inmigración ilegal es un problema de seguridad que se volverá más peligroso en los próximos años. Que países como Turquía, Bielorrusia o Marruecos están haciendo uso de este fenómeno para conseguir objetivos y ganancias políticas y económicas concierne a la Unión Europea en general y a cada uno de sus Estados Miembro en particular.

En el caso de Marruecos y España, ha quedado patente que hay una gran dependencia española del reino alauita en la gestión de la inmigración ilegal, no habiéndose podido prevenir que Marruecos actúe a través de medios ambiguos desestabilizando a España. Mientras que la estrategia marroquí ha sido más asertiva y enfocada en alcanzar objetivos claros (alcanzar el “Gran Marruecos”), España ha presentado una estrategia fallida de apaciguamiento, haciendo numerosas concesiones a su vecino del sur.

Ahora España debe tomar la iniciativa, manteniendo el fomento de la cooperación a la vez que es firme en sus posiciones y líneas rojas y está atenta al posible uso por parte de Marruecos de actividades que pueden estar enmarcadas en la zona gris. Son muchos los lazos que unen a España, Marruecos y sus sociedades, y deben cuidarse, pero siempre desde el respeto y la confianza mutua. Asimismo, se debe buscar mayor involucración de la Unión Europea en las cuestiones de inmigración ilegal, además de obtener mayor presencia estructural de la UE en los territorios españoles africanos.

Finalmente, dados los recientes acontecimientos y la delicada situación en el Sahel, España, Europa e incluso Marruecos tendrán que estar vigilantes ante las redes criminales transfronterizas y el terrorismo yihadista que puedan llegar al norte de África. Existe un riesgo real de que esta región se convierta en un importante foco de conflicto con la intervención de diversos actores internacionales, tanto estatales como no estatales. España ha dejado claro que el Sahel es una de sus prioridades en materia de seguridad con el plan "Frontera Avanzada", pero deberá colaborar con un Marruecos que tiene al terrorismo yihadista llamando a sus puertas.

NOTAS

[1] AMIRAH, Haizam. “España ante las tensiones en el Magreb”. Real Instituto Elcano. 8 de julio de 2022. https://www.realinstitutoelcano.org/podcasts/conversaciones-elcano-espana-ante-las-tensiones-en-el-magreb-1x09/ (consultado 16/01/2023).

[2] GARCÍA, Carlota. (2022, December 10). “¿Qué es el colchón de intereses entre España y marruecos?”. El Orden Mundial. 10 de diciembre de 2022. https://elordenmundial.com/que-es-colchon-intereses-espana-marruecos/ (consultado 8/01/2023)

[3] AMIRAH, Haizam. “España ante las tensiones en el Magreb”. Real Instituto Elcano. 8 de julio de 2022. https://www.realinstitutoelcano.org/podcasts/conversaciones-elcano-espana-ante-las-tensiones-en-el-magreb-1x09/ (consultado 16/01/2023).

[4] DEL VALLE GÁLVEZ, Alejandro. “Consolidar a la UE en el área del Estrecho (1): Ceuta, Melilla y Marruecos”. Real Instituto Elcano. 13 de julio de 2021. https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/consolidar-a-la-ue-en-el-area-delestrecho-1-ceuta-melilla-y-marruecos/ (consultado 15/01/2023).

[5] BAQUÉS, Josep, TORRES, Manuel, JORDÁN, Javier & COLOM, Guillem. “Las pretensiones de Marruecos sobre Ceuta y Melilla desde la perspectiva de la zona gris”. Observatorio de Ceuta y Melilla. Noviembre de 2021.

[6] EL OHMANI, Saadedin. “El Gobierno convoca a la embajadora de Marruecos tras reclamar su primer ministro la soberanía en Ceuta y Melilla”. RTVE. 21 de diciembre de 2020. https://www.rtve.es/noticias/20201221/marruecosdice-ceuta-melilla-son-marroquies-como-sahara/2060840.shtml (consultado 14/01/2023).

[7] HOFFMAN, Frank. “The Contemporary Spectrum of Conflict: Protracted, Gray Zone, Ambiguous, and Hybrid Modes of War”. The Heritage Foundation. 5 de octubre de 2015.

[8] Cembrero, Ignacio. “Mohamed VI llamó a Felipe VI para quejarse de que la Guardia Civil le diese el alto frente a Ceuta”. El Mundo. 25 de agosto de 2014. https://www.elmundo.es/espana/2014/08/25/53fa3bdfe2704ec6128b457a.html (consultado 08/02/2023)

[9] SÁNCHEZ-MONTIJANO, Elena & ZARAGOZA CRISTIANI, Jonathan. “Crisis migratorias en Melilla: un instrumento de negociación política”. Notes internacionals CIDOB. Num. 71. Marzo de 2013.

[10] TORREJÓN RODRÍGUEZ, Juan Domingo & ZEBDA, Siham. “Reunión de Alto Nivel España-Marruecos, Rabat, Octubre 2012”. Paix et Sécurité Internationales. 2013.

[11] Europa Press. “Embajadora de Marruecos: Hay actos que tienen consecuencias y se tienen que asumir. 18 de mayo de 2021. https://www.europapress.es/nacional/noticia-embajadora-marruecos-hay-actos-tienen-consecuenciastienen-asumir-20210518145207.htm (consultado 09/01/2023).

[12] PARLAMENTO EUROPEO. Resolución del Parlamento Europeo 2021/2747 sobre la violación de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y el uso de menores por las autoridades marroquíes en la crisis migratoria de Ceuta. 10 de junio de 2021.

[13] DEL VALLE GÁLVEZ, Alejandro. “Consolidar a la UE en el área del Estrecho (1): Ceuta, Melilla y Marruecos”. Real Instituto Elcano. 13 de julio de 2021. https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/consolidar-a-la-ue-en-el-area-delestrecho-1-ceuta-melilla-y-marruecos/ (consultado 15/01/2023).

[14] SÁNCHEZ, Pedro. “España Apoya El Plan de Marruecos para el Sáhara”. RTVE. 18 de marzo de 2022. https://www.rtve.es/noticias/20220318/marruecos-espana-sahara-conflicto/2316861.shtml (consultado 14/01/2023)

[15] Real Instituto Elcano. “Índice Elcano de Presencia Global”. 2021. https://explora.globalpresence.realinstitutoelcano.org/es/country/iepg/global/MA/MA/2021 (consultado 14/01/2023).

[16] ESTÉVEZ LOZANO, Juan Amancio. “Conflicto del Sáhara y Seguridad Española”. Global Strategy. 21 de julio de 2022. https://global-strategy.org/el-conflicto-saharaui-y-la-seguridad-espanola/ (Consultado 03/01/2023)

[17] BAQUÉS, Josep, TORRES, Manuel, JORDÁN, Javier & COLOM, Guillem. “Las pretensiones de Marruecos sobre Ceuta y Melilla desde la perspectiva de la zona gris”. Observatorio de Ceuta y Melilla. Noviembre de 2021.

[18] DEL VALLE GÁLVEZ, Alejandro. “Consolidar a la UE en el área del Estrecho (1): Ceuta, Melilla y Marruecos”. Real Instituto Elcano. 13 de julio de 2021. https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/consolidar-a-la-ue-en-el-area-delestrecho-1-ceuta-melilla-y-marruecos/ (consultado 15/01/2023).

[19] MAEUEC. “III Plan África”. Gobierno de España. 2019. https://www.exteriores.gob.es/es/PoliticaExterior/Paginas/Africa.aspx (consultado 14/01/2023).

[20] PARLAMENTO EUROPEO. Resolución del Parlamento Europeo 2021/2747 sobre la violación de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y el uso de menores por las autoridades marroquíes en la crisis migratoria de Ceuta. 10 de junio de 2021.