
Introducción
El fosfato diamónico (DAP, por sus siglas en inglés: Diammonium Phosphate), cuyo nombre químico es fosfato de diamonio y su fórmula es (NH₄)₂HPO₄, es un fertilizante altamente eficiente y ampliamente utilizado en la agricultura moderna. Se obtiene a partir de una reacción entre ácido fosfórico y amoníaco, dando lugar a un compuesto cristalino o granulado, soluble en agua y con un pH ligeramente alcalino (≈7.5–8.0), de modo que también puede resultar beneficioso en suelos ácidos (IFA, 2024). Por consiguiente, se presenta generalmente en forma de gránulos o cristales solubles en agua, de color blanco a marrón claro.
Los Fertilizantes Fosfatados: Composición, Propiedades y Aplicaciones Agronómicas
El fósforo es un nutriente esencial para el crecimiento de las plantas, ya que participa en procesos clave como la fotosíntesis, la transferencia de energía y el desarrollo radicular. Los fertilizantes fosfatados son fundamentales en la agricultura moderna para corregir deficiencias de fósforo en el suelo y optimizar el rendimiento de los cultivos. Entre los fertilizantes fosfatados más utilizados se encuentran el fosfato diamónico (DAP), el fosfato monoamónico (MAP), el superfosfato simple (SSP), el superfosfato triple (TSP), la roca fosfórica, los fertilizantes NPK compuestos y los fertilizantes fosfatados líquidos. Cada uno presenta características químicas, físicas y agronómicas específicas que determinan su idoneidad según el tipo de suelo, el cultivo y las condiciones de manejo.
Consideraciones Agronómicas y Ambientales
La elección del fertilizante fosfatado depende de factores como el pH del suelo, los requerimientos del cultivo, el sistema de aplicación y el presupuesto. En suelos alcalinos, MAP y fertilizantes líquidos son más efectivos debido a su acidez, mientras que DAP, SSP y TSP son más versátiles en suelos ácidos o neutros. La roca fosfórica es adecuada para suelos ácidos y agricultura sostenible, pero su liberación lenta la hace menos práctica para cultivos de ciclo corto. Los fertilizantes NPK y líquidos son ideales para sistemas intensivos, pero su costo puede ser prohibitivo en agricultura extensiva (Fageria & Baligar, 2005).
Desde el punto de vista ambiental, el uso excesivo de fertilizantes solubles (DAP, MAP, SSP, TSP, líquidos) puede contribuir a la eutrofización por escurrimiento de fósforo, especialmente en suelos con baja capacidad de retención (Sharpley & Moyer, 2000). La roca fosfórica, al ser de liberación lenta, presenta menor riesgo ambiental, pero su eficacia es limitada. El análisis de suelo y la aplicación precisa son esenciales para maximizar la eficiencia de estos fertilizantes y minimizar impactos ambientales.
A continuación, voy a hacer una somera descripción de cada uno, para centrarnos en los fosfatos diamónicos (DAP).
Fosfato Monoamónico (MAP)
El fosfato monoamónico (NH₄H₂PO₄) contiene 11% de nitrógeno y 52% de P₂O₅, equivalente a 22.7% de fósforo elemental (Havlin et al., 2014). Su pH ácido (4.5-5.0) lo hace ideal para suelos alcalinos, donde contrarresta la fijación de fósforo por calcio. El MAP es preferido en sistemas de fertirrigación y en cultivos sensibles a la alcalinidad, como hortalizas y frutales, debido a su alta solubilidad y menor riesgo de obstrucción en sistemas de riego (Mikkelsen & Hartz, 2008). Sus ventajas incluyen un mayor contenido de fósforo y menor higroscopicidad que el DAP, lo que mejora su estabilidad en almacenamiento. No obstante, su menor contenido de nitrógeno puede requerir suplementos nitrogenados, y su acidez podría acidificar aún más suelos ya ácidos, lo que limita su uso en ciertos contextos (Fageria & Baligar, 2005).
Superfosfato Simple (SSP)
El superfosfato simple, producido mediante la reacción de roca fosfórica con ácido sulfúrico, contiene 16-20% de P₂O₅, 11-12% de azufre y 18-21% de calcio (Havlin et al., 2014). Su solubilidad en agua permite una rápida liberación de fósforo, mientras que su contenido de azufre y calcio es beneficioso para suelos deficientes en estos nutrientes. El SSP es comúnmente utilizado en cultivos como leguminosas, crucíferas y pastizales, especialmente en suelos neutros o ligeramente alcalinos. Entre sus ventajas están su bajo costo y el aporte de nutrientes secundarios. Sin embargo, su menor concentración de fósforo requiere aplicaciones en mayores cantidades en comparación con DAP o MAP, y el yeso presente como subproducto puede acumularse en el suelo, afectando su estructura a largo plazo (Chien et al., 2016).
Superfosfato Triple (TSP)
El superfosfato triple, obtenido al tratar roca fosfórica con ácido fosfórico, contiene 44-48% de P₂O₅ y 13-15% de calcio, sin azufre (Havlin et al., 2014). Su alta concentración de fósforo y solubilidad lo hacen ideal para cultivos intensivos con alta demanda de este nutriente, como maíz, trigo y caña de azúcar. Su pH ligeramente ácido (4.5-5.5) lo hace adecuado para suelos neutros o alcalinos. Entre sus ventajas se encuentra la alta eficiencia por unidad de fósforo y la ausencia de subproductos como el yeso. Sin embargo, no aporta azufre, lo que puede ser una limitación en suelos deficientes, y su costo es generalmente más alto que el del SSP debido al uso de ácido fosfórico en su producción (Chien et al., 2016).
Roca Fosfórica (RP)
La roca fosfórica, una fuente natural de fósforo, contiene 25-35% de P₂O₅, principalmente en forma de fosfato tricálcico (Ca₃(PO₄)₂) (Zapata & Zaharah, 2002). Su baja solubilidad en agua limita su disponibilidad inmediata, pero en suelos ácidos (pH < 6.0), el fósforo se libera gradualmente mediante procesos químicos y microbianos. Es utilizada en cultivos de largo plazo (frutales, pastizales) y en agricultura orgánica, donde su efecto residual prolongado es una ventaja. Su bajo costo y sostenibilidad son atractivos, pero su eficacia depende del pH del suelo, siendo ineficaz en suelos alcalinos. Además, puede contener impurezas como metales pesados, lo que requiere un control de calidad (Zapata & Zaharah, 2002).
Fertilizantes NPK Compuestos
Los fertilizantes NPK combinan nitrógeno, fósforo (derivado de DAP, MAP o TSP) y potasio en proporciones variables (por ejemplo, 15-15-15, 10-20-10) (Mikkelsen & Hartz, 2008). Su solubilidad y pH dependen de la fuente de fósforo utilizada. Son ideales para cultivos comerciales con deficiencias múltiples de nutrientes, como frutales, hortalizas y cereales. Su principal ventaja es la nutrición balanceada, que simplifica la fertilización. Sin embargo, su menor concentración de fósforo por unidad de peso y su costo más elevado en comparación con fertilizantes fosfatados puros pueden limitar su uso en suelos con deficiencia exclusiva de fósforo (Mikkelsen & Hartz, 2008).
Fertilizantes Fosfatados Líquidos
Los fertilizantes líquidos, como el ácido fosfórico (52-54% P₂O₅) y los polifosfatos de amonio (por ejemplo, 10-34-0), son altamente solubles y se utilizan en fertirrigación y aplicaciones foliares (Mortvedt, 2000). Su pH ácido (2.0-4.0) los hace ideales para suelos alcalinos, donde contrarrestan la fijación de fósforo. Los polifosfatos, al hidrolizarse lentamente, pueden quelar micronutrientes, mejorando su disponibilidad. Son comunes en cultivos intensivos (frutales, hortalizas) y sistemas de riego por goteo. Aunque ofrecen alta precisión y disponibilidad de nutrientes, su costo elevado y la necesidad de equipos especializados son desventajas significativas (Mortvedt, 2000).
La producción y uso de DAP
El fosfato diamónico ((NH₄)₂HPO₄) es un fertilizante granulado que contiene 18% de nitrógeno (N) y 46% de pentóxido de fósforo (P₂O₅), equivalente a aproximadamente 20% de fósforo elemental (Havlin et al., 2014).
La producción de DAP implica la reacción controlada de ácido fosfórico (H₃PO₄) con amoníaco anhidro (NH₃). Una de sus principales características es su alta concentración de nutrientes, pues el resultado de esta reacción controlada genera un fertilizante de alta solubilidad con un contenido aproximado de 18 % de nitrógeno y 46 % de fósforo (P₂O₅), lo que lo convierte en uno de los fertilizantes más ricos en fósforo disponibles en el mercado. La síntesis del amoníaco requiere hidrógeno, obtenido mayoritariamente mediante el reformado del metano (CH₄), componente principal del gas natural (BP, 2024).
El fosfato diamónico sirve fundamentalmente como fertilizante para mejorar el desarrollo de los cultivos, especialmente durante las etapas iniciales de crecimiento. Gracias a su composición, aporta dos nutrientes esenciales:
- Fósforo (P₂O₅): favorece el desarrollo de raíces fuertes, mejora la floración y el cuajado de frutos, y ayuda a las plantas a resistir condiciones de estrés, como sequías o enfermedades.
- Nitrógeno (N): en forma de ion amonio (NH₄⁺), estimula el crecimiento vegetativo, promueve la formación de hojas y tallos, y es clave en la síntesis de proteínas, clorofila y ácidos nucleicos.
El DAP se utiliza en una amplia variedad de cultivos, como cereales (trigo, maíz, arroz), hortalizas (papa, tomate, zanahoria), frutales (uva, manzana, cítricos), y también en oleaginosas y legumbres (soja, girasol, poroto). Es especialmente recomendado en la siembra o trasplante, cuando las plantas necesitan una base sólida de nutrientes para enraizar y crecer vigorosamente.
Su alta solubilidad en agua asegura una rápida disponibilidad de nutrientes, y su pH ligeramente básico (7.5-8.0) lo hace adecuado para suelos ácidos o neutros. Su alta solubilidad y contenido de nutrientes lo convierten en el fertilizante fosforado más utilizado, particularmente en cultivos con alta demanda de nitrógeno y fósforo, como cereales (trigo, maíz) y leguminosas, especialmente en las etapas iniciales del crecimiento.
Entre sus ventajas destacan su alto contenido de nitrógeno, que reduce la necesidad de fertilizantes nitrogenados adicionales, y su costo relativamente bajo por unidad de fósforo. Sin embargo, en suelos alcalinos, el DAP puede formar fosfatos de calcio insolubles, reduciendo la disponibilidad de fósforo. Además, su higroscopicidad puede complicar el almacenamiento en climas húmedos (Chien et al., 2016).
Estudios indican que el DAP puede aumentar los rendimientos agrícolas entre un 30% y un 50% en sistemas intensivos (Scientific Reports, 2023). Su importancia radica en su contribución a la seguridad alimentaria, especialmente en países en desarrollo con suelos pobres en fósforo.
El DAP no solo mejora los rendimientos, sino que también influye en la calidad de los cultivos, aumentando el contenido de proteínas y carbohidratos en granos (FAO, 2023). La demanda global de DAP se proyecta en 18 millones de toneladas para 2025, impulsada por el crecimiento demográfico y la intensificación agrícola en regiones como Asia y África Subsahariana (Market Research Blog, 2025). Sin embargo, su producción enfrenta desafíos como la dependencia de reservas limitadas de roca fosfórica y el impacto ambiental de su fabricación, lo que ha llevado a investigaciones sobre fertilizantes alternativos y reciclaje de fósforo (Middle East Institute, 2022).
El uso excesivo de DAP puede provocar contaminación por nitrógeno y fósforo, afectando ecosistemas acuáticos (eutrofización). Esto ha llevado a países como la UE a promover prácticas sostenibles, como la agricultura de precisión, para optimizar su uso (European Commission, s.f.).
Regiones como el sur de Asia y África Subsahariana dependen en gran medida del DAP importado, lo que las hace vulnerables a interrupciones en el suministro (Market Research Blog, 2025).
El mercado global de fertilizantes fosfatados, incluido el DAP, alcanzó los 67.040 millones de dólares en 2024 y se espera que crezca a 93.890 millones para 2031, con una CAGR del 4,3% (Data Bridge Market Research, 2024).
El uso del gas natural: un aspecto estratégico
El gas natural desempeña un papel central e indispensable en la fabricación de DAP, ya que es la fuente primaria de hidrógeno para la producción de amoníaco (NH₃), uno de los dos componentes básicos del fertilizante.
El amoníaco se produce industrialmente mediante el proceso Haber-Bosch, que depende del gas natural como fuente de hidrógeno y energía térmica (International Fertilizer Association [IFA], 2024), y que combina:
- Nitrógeno (N₂) del aire, y
- Hidrógeno (H₂) obtenido por reformado del metano (CH₄) contenido en el gas natural.
Este reformado con vapor es altamente intensivo en energía y representa la mayor parte del costo de producción del amoníaco. Así, el gas natural cumple una doble función:
- Como materia prima (fuente de hidrógeno).
- Como fuente de energía térmica para los procesos químicos involucrados.
El precio y la disponibilidad del gas natural afectan directamente el costo de producción del DAP. En escenarios de crisis energética o interrupciones geopolíticas (como guerras o restricciones comerciales), los precios del gas pueden dispararse, obligando a muchas plantas productoras de amoníaco y DAP a reducir o detener su actividad. Por ejemplo, Europa ha enfrentado cierres temporales de plantas de fertilizantes por el alto precio del gas natural.
Países con reservas abundantes de gas, como Rusia, Estados Unidos, Arabia Saudita y Qatar, poseen ventajas competitivas clave en la cadena global de producción de fertilizantes fosfatados. Pero el principal exportador mundial de fosfato diamónico (DAP) en 2024 fue China.
Producción y exportación global del DAP
China, Marruecos, Arabia Saudita, Rusia y Jordania controlan aproximadamente el 80 % de las exportaciones globales de DAP/MAP (IFPRI, 2025), y de hecho, representaron el 86,17% de las exportaciones globales en 2021 (Knoema, s.f.). Así, en 2021, China exportó cerca de 10 millones de t de fertilizantes fosfatados, cifra reducida significativamente en 2024 a 6.6 millones t, debido a restricciones internas (IFPRI, 2025). Estas implican que la oferta global es altamente concentrada (IFA, 2024).
- China: Líder mundial, con un 37,65% de las exportaciones de DAP en 2021 (6,25 millones de toneladas), gracias a su capacidad de producción y reservas de roca fosfórica (Knoema, s.f.).
- Marruecos: Con el 70% de las reservas mundiales de roca fosfórica, Marruecos ha consolidado su posición mediante la expansión de la OCP Group (Middle East Institute, 2022).
- Arabia Saudita: La empresa Ma’aden ha convertido al país en un exportador emergente, aprovechando sus reservas de fosfato y gas natural (CZ app., 2023).
- Rusia: Hasta 2022, Rusia fue un actor clave, pero las sanciones derivadas del conflicto en Ucrania han reducido su cuota de mercado (Center for Strategic and International Studies, 2024).
- Jordania: Aunque menor, Jordania se beneficia de sus reservas de fosfato y asociaciones comerciales estratégicas (Knoema, s.f.).
La concentración del mercado plantea riesgos para la seguridad alimentaria global, ya que interrupciones en uno de estos países pueden generar efectos en cascada, pues crea riesgos de suministro para países importadores, especialmente en tiempos de crisis geopolíticas o económicas (Market Research Blog, 2025). En 2024, el comercio global de DAP alcanzó un valor estimado de 12.000 millones de dólares, con una tasa de crecimiento anual del 5% desde 2020 (Market Research Blog, 2025).
Veamos cada uno de estos actores por separado.
China
Factores que explican el liderazgo chino en la exportación de DAP
China es el mayor productor mundial de fosfatos, incluyendo el DAP, que representa una parte significativa de su industria de fertilizantes. Según datos recientes, China, junto con Estados Unidos y Marruecos, concentra aproximadamente el 70% de la producción mundial de fosfato, con China liderando debido a su capacidad industrial y acceso a recursos minerales (fosfatos.gl.fcen.uba.ar, s.f.). En 2022, la producción global de roca fosfórica alcanzó aproximadamente 200 millones de toneladas, de las cuales China aportó cerca del 40%, lo que equivale a unos 80 millones de toneladas (USGS, 2023).
Hoy día China encabeza con aproximadamente 4,6 millones de toneladas exportadas de DAP, lo que implica aproximadamente el 35 % del total de producción global y el 30 % de exportaciones.
La hegemonía china se ha construido en base a varios factores. China posee algunas de las mayores reservas de fosfato del mundo, localizadas principalmente en las provincias de Yunnan, Guizhou y Sichuan (Ministry of Natural Resources of China, 2023). Esta disponibilidad interna garantiza un abastecimiento constante y de bajo costo de ácido fosfórico, componente esencial del DAP, sin depender de importaciones.
La ventaja de China en la producción de DAP radica en su capacidad para integrar la cadena de suministro, desde la extracción de roca fosfórica hasta la fabricación de fertilizantes terminados. La modernización de la industria química china, iniciada en las décadas de 1980 y 1990, permitió al país escalar su producción de DAP para satisfacer tanto la demanda interna como la internacional (Wang & Li, 2018). Según un informe de la FAO (2025), China ha invertido significativamente en tecnologías de producción sostenibles, como procesos de granulación avanzados que reducen las emisiones y mejoran la eficiencia energética.Además, la capacidad de producción de DAP en China está respaldada por una infraestructura logística robusta, que incluye puertos estratégicos como Qingdao y Tianjin, fundamentales para la exportación (Zhang, 2021). Esta infraestructura permite a China mantener una posición dominante en el suministro global de fertilizantes fosfatados.
El país cuenta con una industria de fertilizantes altamente desarrollada, caracterizada por:
- Plantas de gran escala y alto nivel tecnológico.
- Integración vertical de los procesos de producción de ácido fosfórico, amoníaco y DAP.
- Capacidad productiva que supera los 18 millones de toneladas anuales de DAP, con exportaciones estables entre 4 y 5 millones de toneladas, (IndexBox, 2025).
El Gobierno chino implementa subsidios energéticos para industrias clave, incluyendo la producción de fertilizantes. (Energy Institute, 2024). Además, regula la exportación de DAP mediante licencias y cuotas, adaptándose a condiciones del mercado interno y externo. Este control permite maximizar el valor estratégico del DAP como instrumento de política económica y comercial.
China dispone de una red logística moderna que conecta zonas de producción con puertos industriales como Qingdao, Guangzhou, Lianyungang y Shanghai (IFA, 2024). Desde estos puntos, exporta DAP a mercados estratégicos como India, Pakistán, Bangladesh, Vietnam, Brasil y países africanos. Esta logística competitiva le permite responder con rapidez y eficiencia a las demandas internacionales.
Pero veamos estos puntos más sistematizados de la siguiente manera:
Ventajas estratégicas de China en la producción de DAP
Su posición como líder mundial no es casualidad; está sustentada en una serie de ventajas estratégicas que le permiten mantener una ventaja competitiva.
Acceso a recursos naturales: China cuenta con reservas significativas de roca fosfórica, estimadas en 3.200 millones de toneladas en 2022, lo que representa aproximadamente el 5% de las reservas mundiales (USGS, 2023). Aunque no es el líder en reservas (Marruecos posee cerca del 50%), la capacidad de China para explotar sus yacimientos, incluso de menor calidad, mediante tecnologías avanzadas ha sido clave para mantener los costos bajos y la producción alta (Zhang, 2021). Por ejemplo, el uso de procesos de enriquecimiento como la cromatografía en soportes inorgánico-metálicos (IMAC) ha permitido a las empresas chinas maximizar el rendimiento de sus recursos (CSIC, 2024). La proximidad de los yacimientos a las plantas de procesamiento reduce los costos logísticos, a diferencia de otros productores que dependen de importaciones de materia prima (Li & Chen, 2019).
Luego está la escala. China ha construido una industria de fertilizantes que permite economías de escala que reducen los costos de producción, integrando verticalmente la cadena de suministro desde la minería hasta la distribución. Esto significa que empresas como WengFu no solo extraen roca fosfórica, sino que también producen ácido sulfúrico, fabrican DAP y lo distribuyen a mercados nacionales e internacionales. Esta integración reduce costos y aumenta la flexibilidad para responder a las demandas del mercado (Liu, 2023). Las grandes empresas estatales y privadas, como China National Chemical Corporation (ChemChina), operan plantas con capacidades de producción que superan los 2 millones de toneladas de DAP al año (Liu & Zhang, 2020). Además, la capacidad de acumular reservas estratégicas de DAP permite a China estabilizar los precios internos, asegurando que los agricultores chinos tengan acceso a fertilizantes asequibles incluso en tiempos de volatilidad global (CaixaBank Research, 2025). De modo que esta escala, combinada con políticas gubernamentales de subsidios a la energía y materias primas, permite a China ofrecer DAP a precios competitivos en el mercado global.
Control de la cadena de valor: China no solo produce DAP, sino que también domina el procesamiento de materias primas críticas, como el ácido fosfórico, un componente clave del DAP. Según un análisis de Política Exterior (2023), China controla aproximadamente el 65% del procesamiento global de fosfatos, lo que le otorga una posición de poder en la cadena de suministro (Política Exterior, 2023). Esta integración vertical asegura que China pueda responder rápidamente a las fluctuaciones de la demanda global.
Otro factor crucial es la influencia de China en los precios globales. La capacidad de China para acumular reservas estratégicas de DAP y otros fertilizantes le permite influir en los precios globales. Por ejemplo, durante períodos de alta demanda, China puede liberar reservas para estabilizar los precios internos o restringir exportaciones para presionar a mercados competidores (CaixaBank Research, 2025). Como el mayor productor de DAP, el país tiene el poder de mover el mercado. En 2022, cuando los precios de los fertilizantes alcanzaron un pico de 815 USD por tonelada debido a interrupciones en la cadena de suministro, China liberó reservas estratégicas, ayudando a reducir los precios a 437 USD por tonelada para mayo de 2025 (FAO, 2025). Esta capacidad no solo beneficia a los consumidores globales, sino que también refuerza la posición de China en las negociaciones comerciales, ya que los países dependientes de sus fertilizantes saben que Pekín puede apretar o aflojar el grifo según sus intereses. Esta estrategia ha sido utilizada en el pasado con otros minerales, como las tierras raras, y se aplica de manera similar al DAP (EL PAÍS, 2025).
Por último, no podemos ignorar la innovación tecnológica. China ha invertido fuertemente en investigación para mejorar la eficiencia de la producción de DAP. Desde procesos de reciclaje de subproductos hasta tecnologías que reducen el consumo de energía, el país está trabajando para mantenerse a la vanguardia en un mercado cada vez más competitivo (Zhang, 2021). Estas ventajas combinadas hacen de China un gigante difícil de desafiar en el mercado del DAP.
Deficiencias potenciales en la producción de DAP en China
A pesar de su dominio, la industria del DAP en China no está exenta de problemas. Como cualquier gigante, tiene sus puntos débiles, y estos podrían limitar su capacidad para mantener su liderazgo en el futuro.
Dependencia de importaciones de materias primas complementarias: A pesar de sus reservas de roca fosfórica, China depende de importaciones de otros insumos clave para la producción de DAP, como el amoníaco y el azufre. Además, aunque China tiene reservas de roca fosfórica, muchas de ellas son de calidad media o baja, lo que obliga al país a importar roca de alta calidad de países como Marruecos y Jordania (Li & Zhang, 2022). En 2022, China importó aproximadamente el 40% de su demanda de azufre, principalmente de Canadá y países del Golfo Pérsico (FAO, 2025). Esta dependencia representa un riesgo estratégico, especialmente en contextos de tensiones geopolíticas o interrupciones en las cadenas de suministro globales. Por ejemplo, cualquier conflicto en el Oriente Medio o restricciones comerciales podrían complicar el acceso a estos insumos críticos.
El impacto ambiental es otra preocupación importante. La producción de DAP en China tiene un impacto ambiental significativo debido al uso intensivo de agua, energía y productos químicos. La extracción de roca fosfórica genera residuos como fosfoyeso, un residuo tóxico que se acumula en enormes pilas y plantea riesgos para el medio ambiente y la salud pública ya que puede contaminar suelos y cuerpos de agua si no se maneja adecuadamente (Chen & Wang, 2021). Aunque China ha implementado regulaciones ambientales más estrictas en los últimos años, estas aún son menos rigurosas que en Europa o América del Norte, lo que genera críticas tanto internas como internacionales (Wang & Li, 2023). Además, las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con la producción de fertilizantes fosfatados han llevado a críticas internacionales y a la implementación de regulaciones más estrictas en China, lo que podría aumentar los costos operativos (Zhang & Liu, 2022).
Competencia interna y saturación del mercado: El mercado interno chino de fertilizantes está altamente competitivo, con numerosas empresas pequeñas y medianas que operan a márgenes reducidos. Esta saturación puede llevar a una sobreproducción, lo que presiona los precios a la baja y afecta la rentabilidad de los productores (Wang & Li, 2018). Además, la demanda interna de DAP ha disminuido en los últimos años debido a la adopción de prácticas agrícolas más sostenibles, lo que obliga a los productores a depender más de las exportaciones.
La volatilidad de los precios de las materias primas es otro obstáculo. El DAP depende de insumos como el ácido sulfúrico y el amoníaco, cuyos precios pueden fluctuar drásticamente. En 2022, por ejemplo, el precio del ácido sulfúrico subió un 30% debido a interrupciones globales, lo que afectó los márgenes de las empresas chinas (Global Market Insights, 2023). Esta inestabilidad complica la planificación a largo plazo y la competitividad en los mercados internacionales.
Finalmente, la competencia global está creciendo. Países como Marruecos, con su gigante OCP Group, y Rusia, con PhosAgro, están invirtiendo en tecnologías sostenibles y ampliando sus mercados. Estados Unidos, con empresas como The Mosaic Company, también representa una amenaza. Estos competidores están adoptando prácticas más ecológicas y diversificando sus destinos de exportación, lo que podría erosionar la cuota de mercado de China en el futuro (Fortune Business Insights, 2023).
China como exportador global de DAP: Principales mercados
Si la producción de DAP es el corazón de la industria china, las exportaciones son sus arterias, llevando fertilizantes a los rincones más lejanos del planeta. En 2023, China exportó alrededor de 5.5 millones de toneladas de fertilizantes fosfatados, con el DAP como uno de los principales protagonistas (FAO, 2023), representando aproximadamente el 30% del comercio global de DAP (FAO, 2025). Estos números no solo reflejan la capacidad industrial de China, sino también su papel como un proveedor crítico para la agricultura global.
Los principales destinos de las exportaciones de DAP chino son tan diversos como estratégicos, e incluyen:
- India: India es el mayor importador de DAP chino, con una demanda impulsada por su sector agrícola intensivo. En 2022, India importó aproximadamente 2 millones de toneladas de DAP desde China (USGS, 2023). La misma cifra de importación se dio en 2024 (FAO, 2025). No obstante, como veremos más abajo, las tensiones geopolíticas han afectado ese mercado para las exportaciones chinas de DAP.
- Pakistán: Como otro país con una agricultura intensiva, Pakistán depende de China para aproximadamente el 50% de sus importaciones de DAP (Khan & Ahmed, 2020).
- Sudeste Asiático: Países como Vietnam, Tailandia e Indonesia son mercados clave debido a su creciente demanda de fertilizantes para cultivos como el arroz y el aceite de palma.
- África: Países como Egipto, Sudáfrica y Nigeria han incrementado sus importaciones de DAP chino, apoyados por acuerdos comerciales bilaterales (FAO, 2025).
- América Latina: Brasil y Argentina son destinos emergentes, con importaciones crecientes debido a la expansión de la agricultura de soja y maíz (CEPAL, 2016).
La estrategia de exportación de China es un delicado equilibrio entre competitividad económica y diplomacia. Las empresas chinas ofrecen precios competitivos y acuerdos a largo plazo que aseguran mercados estables, a menudo respaldados por iniciativas como la Franja y la Ruta (BRI). Por ejemplo, China ha firmado contratos con países africanos para suministrar DAP a precios preferenciales, a cambio de acceso a recursos naturales o influencia política (Liu, 2023). Esta estrategia no solo garantiza mercados para el DAP, sino que también fortalece la posición de China como un socio indispensable en el escenario global.
China utiliza una combinación de precios competitivos, contratos a largo plazo y acuerdos bilaterales para consolidar su posición como exportador. Por ejemplo, el gobierno chino ha implementado políticas de subsidios a la exportación en períodos de baja demanda global para mantener la competitividad (Zhang, 2021). Además, las empresas chinas han invertido en infraestructura logística en los países importadores, como almacenes en puertos clave de India y Brasil, para facilitar la distribución (Liu & Zhang, 2020).
Uso de los fosfatos DAP en relaciones geopolíticas
En un mundo donde los recursos son poder, el DAP no es solo un fertilizante; es una herramienta de influencia geopolítica. China ha entendido esto mejor que nadie, utilizando sus exportaciones de DAP para construir alianzas y consolidar su presencia en regiones estratégicas.
Así, China ha utilizado su posición como exportador de DAP para fortalecer relaciones geopolíticas con países en desarrollo, especialmente en Asia, África y América Latina. A través de acuerdos comerciales preferenciales y donaciones de fertilizantes, China ha consolidado su influencia en regiones estratégicas. Por ejemplo, en 2021, China donó 50.000 toneladas de DAP a Pakistán como parte de un paquete de ayuda agrícola, reforzando la alianza estratégica en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés) (Khan & Ahmed, 2020). En África, por ejemplo, ha firmado acuerdos con países como Etiopía y Nigeria para proporcionar DAP a precios subsidiados, a menudo a cambio de acceso a recursos como petróleo o minerales (Zhang, 2021). Estos acuerdos no solo aseguran mercados para los fertilizantes chinos, sino que también crean una dependencia que fortalece la influencia de Pekín en la región. En América Latina, China ha utilizado el DAP como parte de paquetes de inversión en infraestructura, vinculando la provisión de fertilizantes con proyectos de puertos, carreteras y ferrocarriles (CaixaBank Research, 2025).
Pero la influencia de China no se limita a acuerdos comerciales. En momentos de tensión geopolítica, el país ha demostrado su disposición a usar las exportaciones de DAP como un arma. En 2023, en respuesta a sanciones comerciales de Estados Unidos, China impuso licencias de exportación para ciertos fertilizantes fosfatados, lo que provocó una caída del 77% en las exportaciones de algunos elementos críticos entre marzo y mayo de ese año (EL PAÍS, 2025). Esta medida recuerda estrategias previas, como las restricciones a las tierras raras en disputas con Japón, y demuestra que China no duda en flexionar sus músculos cuando se trata de recursos estratégicos (Política Exterior, 2023). También, en 2010, China redujo temporalmente las exportaciones de DAP a Japón durante una disputa territorial, lo que afectó los precios globales de fertilizantes (Política Exterior, 2023).
China ha promovido la cooperación Sur-Sur mediante acuerdos bilaterales que incluyen el suministro de DAP a cambio de acceso a recursos naturales o mercados. Por ejemplo, en África, China ha firmado acuerdos con Marruecos, un líder en reservas de fosfato, para garantizar el suministro de roca fosfórica a cambio de tecnología y fertilizantes procesados (FAO, 2025). Estos acuerdos no solo aseguran insumos para la producción de DAP, sino que también fortalecen la influencia de China en el continente.
Retos del sector de DAP en China
El camino hacia el dominio continuo en el mercado del DAP no está libre de obstáculos. China enfrenta una serie de retos que podrían complicar su posición en los próximos años.
El gobierno chino ha implementado regulaciones más estrictas para reducir el impacto ambiental de la industria de fertilizantes, lo que podría aumentar los costos de producción. Por ejemplo, la Ley de Prevención y Control de la Contaminación del Suelo (2019) exige a las empresas gestionar adecuadamente los residuos de fosfoyeso, lo que requiere inversiones significativas en tecnología (Chen & Wang, 2021). Aunque China ha avanzado en regulaciones ambientales, estas aún no están al nivel de las normas internacionales más estrictas, lo que genera presión tanto interna como externa para adoptar prácticas más sostenibles (Wang & Li, 2023). Las empresas están invirtiendo en tecnologías para reciclar el fosfoyeso, pero estas soluciones son costosas y requieren tiempo.
La dependencia de insumos importados es otro punto débil. Aunque China tiene reservas de roca fosfórica, la calidad variable de estas la obliga a importar roca de alta calidad de países como Marruecos y Jordania (Li & Zhang, 2022). En un mundo donde las cadenas de suministro están sujetas a interrupciones, esta dependencia representa un riesgo estratégico.
A pesar de su dominio, China enfrenta una creciente competencia de productores como Marruecos, Rusia, Arabia Saudita y Estados Unidos, que están expandiendo su capacidad de producción de DAP (USGS, 2023), y adoptando tecnologías más sostenibles, lo que podría desafiar la cuota de mercado de China (Fortune Business Insights, 2023). Además, innovaciones como el uso de fitasa en la alimentación animal, que reduce la necesidad de fosfatos, podrían disminuir la demanda de DAP en ciertos sectores (Global Market Insights, 2023). Marruecos, en particular, se beneficia de sus vastas reservas de roca fosfórica y de costos de extracción más bajos, lo que podría desafiar la posición de China en el mercado global.
Por último, la volatilidad de los precios de los insumos, como el ácido sulfúrico y el amoníaco, sigue siendo una preocupación. Las fluctuaciones en estos mercados pueden erosionar los márgenes de las empresas chinas y complicar su competitividad en el escenario global. Y es que los precios internacionales de los fertilizantes, incluido el DAP, son altamente volátiles debido a factores como los costos de energía, las interrupciones en las cadenas de suministro y las tensiones geopolíticas. En mayo de 2025, el precio de una cesta de fertilizantes (nitrógeno, fósforo y potasio) fue de 437 USD por tonelada, significativamente menor que el pico de 815 USD en abril de 2022 (FAO, 2025). Esta volatilidad afecta la rentabilidad de los exportadores chinos y requiere estrategias de mitigación, como la acumulación de reservas.Transición hacia la agricultura sostenibleLa creciente adopción de prácticas agrícolas sostenibles, tanto en China como en los mercados de exportación, está reduciendo la demanda de fertilizantes químicos como el DAP. Los consumidores y gobiernos exigen productos más ecológicos, lo que obliga a los productores chinos a invertir en fertilizantes orgánicos y tecnologías de aplicación precisa (Zhang & Liu, 2022).
Crecimiento del sector de DAP en China y perspectivas hasta 2025
A pesar de los desafíos, el futuro del sector de DAP en China parece prometedor. El mercado global de fosfatos está proyectado para crecer a una tasa compuesta anual del 3% hasta 2032, impulsado por la creciente demanda de alimentos en regiones como Asia-Pacífico (Global Market Insights, 2023). En China, varios factores apuntan a un crecimiento sostenido.
China está invirtiendo en tecnologías para mejorar la eficiencia y sostenibilidad de la producción de DAP. Por ejemplo, empresas como Yuntianhua han adoptado procesos de producción de baja emisión y tecnologías de reciclaje de fosfoyeso, lo que podría posicionar a China como líder en fertilizantes sostenibles (Liu & Zhang, 2020). Cosa que va en la línea que se ha marcado China de estar invirtiendo en procesos más sostenibles, como el reciclaje de fosfoyeso y la optimización del uso de energía, lo que podría reducir los costos y mejorar su competitividad (CSIC, 2024). Sin embargo, el éxito dependerá de la capacidad del país para equilibrar el crecimiento con la sostenibilidad y diversificar sus mercados para reducir la dependencia de unos pocos socios comerciales.
La demanda interna es un motor clave. Con una población de 1.425 millones y una clase media en expansión, la necesidad de alimentos ricos en proteínas está aumentando, lo que impulsa la demanda de fertilizantes para mejorar la productividad agrícola (Política Exterior, 2023). Al mismo tiempo, los mercados de exportación en África y América Latina están creciendo, gracias a los acuerdos comerciales y las iniciativas de la BRI (FAO, 2025), cosa a la que habría que sumar la investigación en fertilizantes de liberación controlada, que está ganando tracción, lo que podría abrir nuevos mercados.
El crecimiento de la demanda de DAP en África y América Latina ofrece oportunidades significativas para China. La FAO prevé un aumento del 1,4% en el comercio internacional de fertilizantes en 2025, impulsado por la demanda en países de bajos ingresos (FAO, 2025). China está bien posicionada para capitalizar esta tendencia mediante la expansión de su presencia en estos mercados. A su vez, la integración en la Iniciativa de la Franja y la Ruta como estrategia proporciona un marco para que China amplíe su influencia en el sector de los fertilizantes. Proyectos de infraestructura, como puertos y ferrocarriles en África y Asia, facilitan la exportación de DAP y refuerzan la presencia económica de China en estas regiones (Khan & Ahmed, 2020).
Producción nacional de gas natural
China produjo aproximadamente 220 mil millones de metros cúbicos (bcm) de gas natural en 2024, situándose como el sexto mayor productor global (BP, 2024). Las fuentes principales incluyen:
- Yacimientos convencionales en Ordos, Tarim y Sichuan.
- Gas de esquisto (shale gas), con desarrollo creciente en el suroeste.
- Metano asociado a capas de carbón (CBM).
El país complementa su producción interna con importaciones por gasoducto desde:
- Turkmenistán, Uzbekistán y Kazajistán, mediante el Gasoducto Asia Central–China.
- Rusia, a través del gasoducto Power of Siberia, operativo desde 2019.
Además, China es uno de los mayores importadores mundiales de GNL, con terminales en las provincias de Guangdong, Fujian, Shandong y Jiangsu. Sus principales proveedores incluyen (BP, 2024).:
- Australia
- Qatar
- Malasia
- Rusia
- Estados Unidos
- Papúa Nueva Guinea
Estas fuentes permiten diversificar riesgos y asegurar el abastecimiento energético necesario para la producción de amoníaco y, por consiguiente, DAP.
La posición dominante de China
La posición dominante de China como productor y exportador de DAP le otorga una capacidad significativa para influir en los precios globales de fertilizantes. En años recientes, el país ha utilizado restricciones temporales a la exportación como herramienta para estabilizar su mercado interno o responder a tensiones internacionales, como ocurrió en 2021 y 2023. Estas decisiones afectan directamente a grandes importadores como India, Brasil y Bangladesh, que han tenido que buscar nuevos proveedores o renegociar contratos ante la ausencia del DAP chino.
Marruecos
Marruecos y el aumento de su presencia en el mercado global
Marruecos, gracias a sus vastas reservas de roca fosfórica, es el principal exportador mundial de fosfatos y derivados, incluido el DAP. La empresa estatal OCP controla el 31% del mercado global de fosfatos y ha capitalizado la creciente demanda de fertilizantes tras las disrupciones globales, como la guerra en Ucrania.
Marruecos posee el 70% de las reservas mundiales de roca fosfórica, estimadas en 50,000 millones de toneladas, superando a China (3.200 millones) y otros productores (Atalayar, 2024a). Las minas de Khouribga, Youssoufia, Ben Guerir y Bou Craa proporcionan materia prima a bajo costo, reduciendo los costos de producción del DAP en comparación con competidores como Estados Unidos o Rusia.
La infraestructura portuaria marroquí, especialmente Tánger Med, el puerto más grande de África, y Jorf Lasfar, optimiza la exportación de DAP. En 2023, Comatam (filial de OCP) estableció un récord al cargar 100.000 toneladas de fertilizantes en un solo buque en Jorf Lasfar (Data Bridge Market Research, 2024). La cinta transportadora de 102 km desde Bou Craa hasta el puerto de El Aaiún es la más larga del mundo, facilitando el transporte eficiente (Atalayar, 2023a).
Marruecos es el principal exportador de fosfato crudo y el cuarto de fertilizantes, con un aumento del 54,8% en exportaciones de fosfatos en 2022, generando 10.300 millones de euros (Atalayar, 2023b). La crisis de fertilizantes tras las sanciones a Rusia y las restricciones chinas ha permitido a Marruecos captar mercados europeos y asiáticos, consolidando su posición estratégica (Universidad de Navarra, 2022). Marruecos con 3 Mt, mostrando también un incremento notable en exportaciones de DAP, representa aproximadamente un 20 % exportaciones del mercado global de este componente estratégico para la seguridad alimentaria.
Marruecos exporta DAP a diversos mercados globales, con una fuerte presencia en:
- India: En 2022, las exportaciones a India crecieron un 66%, convirtiéndose en el mercado de mayor crecimiento para OCP (Universidad de Navarra, 2022).
- África: Marruecos suministró el 54% de los fertilizantes en África en 2021, con filiales en 16 países y planes para expandir la producción en Nigeria y Etiopía (Naiz, 2022).
- México: Desde 2021, las exportaciones a México han aumentado significativamente, representando, junto con India, el 86% del comercio de fosfatos del Sáhara Occidental (WSRW, 2024).
- Europa: Tras las sanciones a Rusia, Marruecos ha reemplazado a Rusia y China como proveedor clave de DAP en Europa (La Razón, 2024).
- Nueva Zelanda y Japón: Aunque en menor escala, estos países también son mercados relevantes, con Nueva Zelanda mostrando una tendencia creciente en importaciones (WSRW, 2024).
Además, la empresa OCP ha invertido en tecnologías avanzadas, como fertilizantes de liberación controlada, que mejoran la eficiencia del DAP (Mordor Intelligence, 2025). El Programa Verde 2023-2027, con una inversión de 1.800 millones de euros, busca producir fertilizantes neutros en carbono, incluyendo DAP, mediante energías renovables y amoníaco verde (Atalayar, 2023c), pudiéndose argumentar que la situación de inestabilidad geopolítica y su encaje en la seguridad atlántica-mediterránea le ha favorecido potencialmente para poder lanzar esta expansión.
Dependencias de la posición marroquí
La producción de DAP requiere amoníaco, derivado del gas natural, y Marruecos importa el 90% de sus necesidades de amoníaco, siendo el cuarto mayor importador mundial (Universidad de Navarra, 2022). Las sanciones a Rusia y el cese de relaciones con Argelia en 2021 han obligado a buscar proveedores alternativos, como Egipto y Arabia Saudita, incrementando, por consiguiente costos, y pudiéndose identificar en este punto una potencial brecha de ruptura competitiva
Por otro lado, la extracción de fosfatos genera preocupaciones ambientales, como el consumo intensivo de agua y energía, y la contaminación por residuos fosfóricos son factores que empiezan a tener un peso. En el Sáhara Occidental, la mina de Bou Craa, que aporta el 8% de la producción marroquí, es objeto de críticas por el “saqueo” de recursos en un territorio ocupado (las "Provincias del Sur", de acuerdo con la nomenclatura oficial de Rabat), según el Western Sahara Resource Watch (WSRW, 2024) y el Frente Polisario, llevando a países como Noruega ha suspender importaciones de fosfatos saharauis por cuestiones éticas (WSRW, 2024). Esto plantea conflictos éticos y diplomáticos.
Otro factor a considerar tiene que ver con la volatilidad de los precios del DAP, pues por ejemplo, aumentaron un 10% en el primer trimestre de 2024, pero el Banco Mundial proyectaba una caída del 22% en 2024 y del 6% en 2025 debido a la recuperación de la oferta global (La Razón, 2024). Esta volatilidad afecta los ingresos de Marruecos, donde los fosfatos representan el 20% de las exportaciones y el 5% del PIB.
Además, países como China y Estados Unidos podrían aumentar su producción si los precios se estabilizan, por no hablar del potencial despegue de Europa en este sector estratégico, como explicaré más abajo, con una propuesta personal al respecto.
Marruecos, con producción limitada de gas natural, depende de importaciones de amoníaco, con lo que esto es otro elemento de deficiencias en lo que tiene que ver con Marruecos. Los proveedores históricos de Marruecos de gas natural han sido fundamentalmente dos:
- Rusia: Hasta 2022, Rusia era un proveedor clave de amoníaco, pero las sanciones internacionales interrumpieron este suministro (Universidad de Navarra, 2022).
- Argelia: Las tensiones diplomáticas desde 2021, tras el cierre del gasoducto Magreb-Europa, limitaron las importaciones de gas y amoníaco (Universidad de Navarra, 2022).
Esto nos ha llevado a la situación de buscar unos nuevos proveedores:
- Egipto y Arabia Saudita: Desde 2022, Marruecos ha diversificado hacia estos países para importar amoníaco, aunque a costos más altos (Universidad de Navarra, 2022).
- Además de que Marruecos explora acuerdos con Mauritania para importar roca fosfórica y amoníaco, aunque estos están en fase inicial (Data Bridge Market Research, 2024).
La importación de amoníaco eleva los costos de producción, especialmente tras el aumento de los precios del gas natural en 2022. La dependencia de proveedores externos genera vulnerabilidad ante disrupciones globales.
Desarrollos en la industria de fosfatos en Marruecos
OCP ha lanzado el Programa Verde 2023-2027, invirtiendo 1.800 millones de euros para producir 20 millones de toneladas de fertilizantes neutros en carbono, incluyendo DAP, para 2027 (Atalayar, 2023c). Por sintetizar, voy a intentar agrupar tres elementos clave:
- Producción local de amoníaco verde: Usando hidrógeno verde generado por energías renovables (solar y eólica), Marruecos busca reducir su dependencia de amoníaco importado.
- Energías renovables: OCP planea instalar 5 gigavatios de capacidad renovable para 2027, apoyando la descarbonización de la producción de DAP (Atalayar, 2023c).
- Desaladoras: La construcción de plantas desaladoras garantiza el suministro de agua, un recurso crítico para la producción de fertilizantes (Atalayar, 2023c).
Las dinámicas geopolíticas
Marruecos utiliza los fosfatos como herramienta de influencia. Por ejemplo, retiró un cargamento de 50.000 toneladas de fertilizantes destinado a Perú tras la reanudación de relaciones con la RASD. La prensa marroquí describe a OCP como el “brazo económico” de la diplomacia del reino.
Las sanciones a Rusia y las restricciones chinas han fortalecido la posición de Marruecos, pero la entrada de nuevos productores, como Noruega, y la recuperación de la oferta rusa podrían reducir su cuota de mercado (Data Bridge Market Research, 2024).
La cooperación Marruecos-Nigeria
Otro aspecto que cabe señalar, para finalizar este punto, es que Marruecos ha intensificado su presencia en África, con proyectos como la planta de fertilizantes en Nigeria, fortaleciendo su influencia en el continente (Atalayar, 2024a). En este sentido, las relaciones entre Marruecos y Nigeria son de complementariedad y admiten elementos interesantes de desarrollo, pues a la posición de Marruecos en el campo de los fosfatos DAP a nivel global se suma que Nigeria, por su parte, es un importador significativo de fertilizantes fosfatados, y Marruecos, a través de su empresa estatal OCP (Office Chérifien des Phosphates), suministra aproximadamente el 90% de los fertilizantes importados por Nigeria (Universidad de Navarra, s.f.).
Esta relación es estratégica para ambos países: Marruecos utiliza su dominio en fosfatos para expandir su influencia económica y diplomática en África, mientras que Nigeria se beneficia de un suministro estable de fertilizantes para impulsar su agricultura, un sector crítico para su economía. Además, Marruecos ha implementado proyectos de cooperación económica, como la donación o venta de fertilizantes a precios preferenciales, para consolidar alianzas con países africanos como Nigeria (Naiz, 2022).
La planta de fertilizantes en Nigeria que he señalado es parte de una estrategia más amplia de OCP para establecer centros de producción y almacenamiento en África, lo que podría aumentar la capacidad de procesamiento local de DAP y reducir costos logísticos (Atalayar, 2023). Esto también podría fomentar la transferencia de tecnología y conocimiento técnico. A esto se suma que la OCP está invirtiendo en la producción de fertilizantes neutros en carbono para 2027, lo que podría alinear los intereses de Nigeria en seguridad alimentaria con objetivos globales de sostenibilidad (Atalayar, 2023).
El proyecto del Gasoducto Marruecos-Nigeria, anunciado en 2016, es uno de los pilares de la cooperación energética entre ambos países. Este megaproyecto busca transportar gas natural desde Nigeria, que posee reservas de aproximadamente 209 billones de pies cúbicos, a través de 13 países de África Occidental hasta Marruecos, y potencialmente a Europa, con una longitud aproximada de 5,600 km submarinos y 1,700 km terrestres, y un costo estimado de 25,000 millones de euros (Atalayar, 2024). Nigeria, como uno de los principales productores de gas natural licuado (GNL) en África, busca diversificar sus mercados, mientras que Marruecos pretende convertirse en un hub energético regional, apuntando hacia la UE vía península ibérica (Atalayar, 2024).El proyecto ha avanzado con acuerdos entre la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas de Marruecos (ONHYM) y la Corporación Nacional de Petróleo de Nigeria (NNPC), y cuenta con el respaldo de países como Senegal, Mauritania y Ghana. Sin embargo, enfrenta desafíos ambientales y financieros, incluyendo preocupaciones sobre el impacto en la fauna marina del Atlántico y la necesidad de inversiones masivas (Atalayar, 2024). Marruecos está invirtiendo en energías renovables y en la producción de amoníaco verde, que requiere gas natural. La colaboración con Nigeria podría garantizar un suministro estable para estas iniciativas, reduciendo la dependencia de importaciones de terceros países como Argelia (Atalayar, 2023).
Además de fosfatos y gas natural, la cooperación entre Marruecos y Nigeria abarca otros sectores de recursos naturales, aunque en menor medida. Por ejemplo, podría girar alrededor de dos ejes fundamentales:
- Pesca: Marruecos explota los ricos caladeros del Sáhara Occidental, lo que ha generado controversia similar a la de los fosfatos debido a la falta de consentimiento del pueblo saharaui (Sahara Occidental, 2023). Nigeria, con su propia industria pesquera, podría explorar acuerdos de cooperación en este sector, aunque no hay evidencia significativa de colaboraciones actuales.
- Petróleo y minerales: Nigeria es un importante productor de petróleo, mientras que Marruecos está comenzando a explorar depósitos de petróleo y gas en el Sáhara Occidental en colaboración con empresas como Ratio Petroleum (Expansión, 2022). Aunque no hay proyectos conjuntos específicos en este ámbito, el gasoducto podría abrir oportunidades para colaboraciones futuras en hidrocarburos.
Arabia Saudita
El ascenso de Arabia Saudita
Arabia Saudita, conocida principalmente por su industria petrolera, ha emergido como un actor relevante en la producción y exportación de fosfatos, incluido el DAP, gracias a sus abundantes reservas de roca fosfática y a una estrategia industrial ambiciosa.
Arabia Saudita se ha consolidado como un productor significativo de fosfatos, especialmente DAP, a través de su empresa estatal Saudi Arabian Mining Company (Ma’aden), que opera minas de fosfatos y plantas de procesamiento de fertilizantes. Ma’aden es uno de los mayores productores de DAP a nivel mundial, con una capacidad de producción actual en sus instalaciones, particularmente en la ciudad industrial de Ras Al-Khair, de 3,6 millones de toneladas anuales (en fase de aspirar en convertirse en el principal exportador de DAP, pues cuenta con una tasa de crecimiento anual compuesta -CAGR- excepcional del 166 % desde 2013, y las inversiones para lograr su objetivo). La mina de fosfato de Al-Jalamid, ubicada en el norte del país, es una de las principales fuentes de roca fosfática, con reservas estimadas en más de 1,500 millones de toneladas (Al-Falih, 2019).
Según un informe de la International Fertilizer Association (IFA), Arabia Saudita contribuyó con aproximadamente el 7% de la producción mundial de DAP en 2023, situándose entre los cinco principales productores globales, junto con China, Estados Unidos, India y Marruecos (IFA, 2023). Pero se empieza a consolidar Arabia Saudita como el actor que representa el 11 % producción, y el 20 % exportaciones.
La estrategia de Ma’aden se centra en la integración vertical, desde la extracción de roca fosfática hasta la producción de fertilizantes terminados como el DAP. Esto permite al país no solo exportar materias primas, sino también productos de mayor valor agregado. Además, el gobierno saudí ha apoyado esta industria a través de su plan Visión 2030, que busca diversificar la economía más allá del petróleo, fortaleciendo sectores como la minería y la producción de fertilizantes (Kingdom of Saudi Arabia, 2016).
Un estudio de Al-Rajhi (2020) en la King Saud University analiza cómo Ma’aden ha optimizado la cadena de suministro de fosfatos, destacando que la inversión en infraestructura, como el ferrocarril de fosfatos que conecta Al-Jalamid con Ras Al-Khair, ha sido clave para reducir costos de producción y aumentar la competitividad global. En un artículo en árabe publicado en la Revista de Estudios Económicos de Riad, Al-Ghamdi (2021) subraya que la producción de DAP ha permitido a Arabia Saudita posicionarse como un proveedor confiable en mercados emergentes, especialmente en Asia y África.
Ventajas estratégicas de Arabia Saudita en la producción de DAP
Arabia Saudita ha emergido como un actor competitivo en la producción de fosfato de diamonio (DAP) gracias a una combinación única de recursos naturales, infraestructura avanzada y políticas estratégicas alineadas con su plan de diversificación económica, Visión 2030. Estas ventajas no solo han permitido al reino posicionarse entre los principales productores mundiales de DAP, sino que también le han otorgado una ventaja competitiva en el mercado global de fertilizantes. A continuación, se detallan las que son, a mi juicio, las cinco principales fortalezas estratégicas:
1) Reservas abundantes de roca fosfática: Arabia Saudita cuenta con importantes yacimientos de fosfatos, especialmente en la mina de Al-Jalamid, en el norte del país, que posee reservas estimadas en más de 1,500 millones de toneladas. Aunque Marruecos domina con aproximadamente el 70% de las reservas mundiales, las reservas saudíes son suficientes para sostener una producción a largo plazo, lo que proporciona estabilidad al suministro de materia prima para el DAP (Al-Falih, 2019). Esta abundancia reduce la dependencia de importaciones de roca fosfática, un problema que enfrentan otros productores como India o Estados Unidos.
2) Acceso a recursos energéticos a bajo costo: La producción de DAP requiere grandes cantidades de amoníaco, que a su vez depende del gas natural. Como uno de los mayores productores mundiales de gas natural, Arabia Saudita tiene acceso a este recurso a costos significativamente más bajos que otros países productores de fertilizantes que dependen de importaciones de energía. Según Dubois y Martin (2022), esta ventaja energética permite a la Saudi Arabian Mining Company (Ma’aden) mantener costos de producción competitivos, especialmente frente a productores europeos o norteamericanos que enfrentan precios energéticos más altos.
3) Infraestructura logística avanzada: La inversión en infraestructura ha sido un pilar clave para el éxito de Arabia Saudita en el mercado de DAP. El ferrocarril de fosfatos, que conecta la mina de Al-Jalamid con las instalaciones de procesamiento en Ras Al-Khair, ha optimizado la cadena de suministro, reduciendo los costos de transporte interno en un 30% (Al-Rajhi, 2020). Además, el puerto de Ras Al-Khair, uno de los más modernos del Golfo Pérsico, permite exportar grandes volúmenes de DAP de manera eficiente. Rossi (2023) destaca en su trabajo final de máster que esta infraestructura portuaria ha reducido los tiempos de entrega a mercados asiáticos, como India y China, en un 20% en comparación con competidores como Marruecos, fortaleciendo la competitividad saudí.
4) Integración con Visión 2030: La estrategia de diversificación económica de Arabia Saudita, delineada en Visión 2030, ha priorizado la minería y los fertilizantes como sectores clave para reducir la dependencia del petróleo. Esto se ha traducido en incentivos fiscales, subsidios energéticos y asociaciones internacionales para desarrollar tecnología avanzada en la producción de DAP. Por ejemplo, Ma’aden ha establecido alianzas con empresas como Mosaic (EE.UU.) y SABIC (Arabia Saudita) para mejorar la eficiencia de sus plantas de fertilizantes (Kingdom of Saudi Arabia, 2016). Estas políticas han permitido a Arabia Saudita pasar de ser un exportador de materias primas a un productor de fertilizantes de alto valor agregado.
5) Ubicación geográfica estratégica: La proximidad de Arabia Saudita a mercados de alto crecimiento, como India, China y países de África Subsahariana, le otorga una ventaja logística significativa. Los costos de transporte marítimo a Asia son más bajos desde el Golfo Pérsico que desde América del Norte o incluso Marruecos, lo que permite a Ma’aden ofrecer precios competitivos en estos mercados (Atalayar, 2024). Esta ubicación también facilita el acceso a mercados emergentes en África, donde la demanda de fertilizantes está creciendo rápidamente debido a la necesidad de mejorar la productividad agrícola.
Deficiencias potenciales en la producción de DAP
A pesar de sus fortalezas, la industria de los fosfatos DAP en Arabia Saudita enfrenta deficiencias que podrían limitar su crecimiento y competitividad a largo plazo. Estas debilidades abarcan desde cuestiones logísticas y ambientales hasta la presión de competidores globales y la volatilidad del mercado. A continuación, se exploran estas deficiencias en detalle, de las que también he identificado cinco ejes fundamentales:
1) Dependencia de importaciones de nitrógeno: Aunque Arabia Saudita produce amoníaco localmente utilizando gas natural, la disponibilidad de nitrógeno, un componente esencial para el DAP, puede ser un cuello de botella en períodos de alta demanda global. Según Smith y Thompson (2021), esta dependencia de insumos importados, especialmente de países como Egipto o Qatar, aumenta los costos de producción y expone a Ma’aden a riesgos en la cadena de suministro, particularmente en un contexto de inestabilidad geopolítica en la región.
2) Impacto ambiental y sostenibilidad: La extracción de fosfatos y la producción de DAP generan residuos significativos, como fosfoyeso, que pueden contaminar el suelo y las fuentes de agua. En un país desértico como Arabia Saudita, donde el agua es un recurso escaso, la gestión de estos residuos representa un desafío crítico. Al-Mutairi (2022) advierte en su tesis doctoral que la falta de políticas ambientales estrictas podría restringir el acceso de Ma’aden a mercados europeos, donde las regulaciones sobre sostenibilidad son cada vez más exigentes. Además, el alto consumo energético de las plantas de DAP contribuye a las emisiones de carbono, lo que podría generar presión internacional para que Arabia Saudita adopte tecnologías más verdes, incrementando los costos operativos.
3) Competencia global intensa: Marruecos, con sus vastas reservas de fosfatos y menores costos de extracción, sigue siendo el líder indiscutible en el mercado global, controlando cerca del 70% de las reservas mundiales. Además, China ha incrementado sus exportaciones de DAP en los últimos años, lo que ha intensificado la competencia y presionado los precios a la baja (Global Affairs, 2022). Esta presión competitiva podría reducir los márgenes de ganancia de Ma’aden, especialmente en mercados sensibles al precio como India.
4) Volatilidad de los precios internacionales: El mercado de los fertilizantes, incluido el DAP, es altamente volátil, influenciado por factores como los precios del gas natural, los conflictos geopolíticos y las fluctuaciones en la demanda agrícola. En 2023, los ingresos por exportaciones de fosfatos saudíes cayeron un 34% debido a una disminución en los precios globales, según Atalayar (2024). Esta volatilidad representa un riesgo significativo para la planificación financiera de Ma’aden y podría limitar las inversiones en expansión de la producción.
5) Escasez de agua: La producción de DAP requiere grandes cantidades de agua para el procesamiento de la roca fosfática y la síntesis de fertilizantes. En Arabia Saudita, la escasez de agua dulce es un problema estructural que podría limitar la capacidad de Ma’aden para expandir sus operaciones sin recurrir a soluciones costosas como la desalinización (Fortune Business Insights, 2023). Este desafío es particularmente relevante en un contexto de creciente presión global por la sostenibilidad y el uso eficiente de recursos.
Estas deficiencias destacan la necesidad de que Arabia Saudita invierta en innovación tecnológica y políticas de sostenibilidad para mantener su competitividad en el mercado global de DAP. Sin abordar estos retos, el reino podría perder cuota de mercado frente a competidores más establecidos o con costos más bajos.
Arabia Saudita como exportador global de DAP y sus principales mercados
Arabia Saudita se ha consolidado como uno de los principales exportadores de DAP a nivel mundial, con una estrategia centrada en diversificar sus mercados y aprovechar la creciente demanda de fertilizantes en regiones agrícolas clave. En 2023, Ma’aden exportó aproximadamente 2.5 millones de toneladas de DAP, lo que representa cerca del 10% del comercio global de este fertilizante, según la International Fertilizer Association (IFA, 2023). Los principales mercados de exportación reflejan la orientación estratégica del reino hacia regiones con alta dependencia de fertilizantes importados y un potencial de crecimiento significativo.
India: India es el mayor consumidor mundial de DAP debido a su extensa agricultura y su población de más de 1,400 millones de personas. Arabia Saudita abastece aproximadamente el 15% de las importaciones indias de DAP, compitiendo directamente con Marruecos y China. Arabia Saudí está fortaleciendo su papel como proveedor estratégico de India mediante acuerdos por 3,1 millones de toneladas anuales de DAP durante cinco años, ampliables. Los contratos a largo plazo con empresas como la Indian Farmers Fertiliser Cooperative (IFFCO) han asegurado un flujo constante de exportaciones, fortaleciendo la posición de Ma’aden en este mercado crítico (Ma’aden, 2023). Leblanc (2023) destaca en un artículo en francés que la fiabilidad de Arabia Saudita como proveedor ha permitido al reino ganar cuota de mercado frente a productores con mayores fluctuaciones en el suministro, como Rusia tras las sanciones internacionales.
Debemos recordar que India es el mayor importador mundial de fosfato diamónico, con una cuota del 28 % del total de importaciones globales. Le siguen Bangladesh, con ≈ 8,5 % de la importación mundial de fosfato diamónico, y los Estados Unidos, con aproximadamente un 6,8 % de participación en las importaciones globales. Más abajo veremos cada uno de ellos en detalle.
China: Aunque China es un gran productor de DAP, también importa fertilizantes para satisfacer su demanda interna, especialmente en regiones agrícolas intensivas. Arabia Saudita ha capitalizado esta oportunidad mediante acuerdos de suministro con empresas chinas, aprovechando su ventaja logística y precios competitivos. Según Al-Ghamdi (2021), la creciente demanda china de DAP importado está impulsada por restricciones ambientales internas que han limitado la producción local, lo que ha abierto oportunidades para exportadores como Ma’aden.
África Subsahariana: Países como Etiopía, Kenia y Sudáfrica representan mercados emergentes clave para el DAP saudí. La necesidad de mejorar la productividad agrícola para garantizar la seguridad alimentaria ha impulsado la demanda de fertilizantes en la región. Arabia Saudita ha fortalecido su presencia en África a través de acuerdos comerciales y donaciones de fertilizantes, como la entrega de DAP a Etiopía en 2023 como parte de un programa de ayuda humanitaria (Atalayar, 2024). Estas iniciativas no solo amplían el mercado, sino que también refuerzan la influencia geopolítica del reino en el continente.
América Latina: Brasil y Argentina han emergido como destinos importantes para las exportaciones saudíes de DAP, especialmente tras la interrupción de las exportaciones rusas debido a sanciones internacionales. Brasil, un gigante agrícola, depende en gran medida de fertilizantes importados, y Arabia Saudita ha firmado acuerdos bilaterales para suministrar DAP a cambio de productos agrícolas, como soja y maíz (Global Affairs, 2022). Estos acuerdos reflejan una estrategia de trueque que beneficia a ambas partes y fortalece los lazos comerciales.
La diversificación de los mercados de exportación ha sido un factor clave para mitigar los riesgos asociados con la volatilidad de los precios y la competencia global. Patel (2022) argumenta que la expansión de Ma’aden hacia África y América Latina ha reducido la dependencia de Arabia Saudita de mercados asiáticos tradicionales, creando una red de exportación más resiliente. Sin embargo, la competencia con Marruecos, que ofrece precios más bajos, y la reanudación de las exportaciones rusas podrían desafiar esta posición en el futuro.
Uso de los fosfatos DAP en la geopolítica y relaciones con socios
Los fosfatos, y en particular el DAP, no son solo un producto económico para Arabia Saudita, sino también una herramienta estratégica en su diplomacia económica y su agenda geopolítica. En el marco de Visión 2030, el reino ha utilizado su posición como exportador de fertilizantes para fortalecer relaciones bilaterales, ganar influencia en regiones estratégicas y diversificar sus alianzas más allá de los socios occidentales tradicionales. A continuación, se analiza cómo Arabia Saudita emplea el DAP para avanzar en sus intereses geopolíticos:
Fortalecimiento de lazos con India: India, como el mayor mercado de DAP del mundo, es un socio clave para Arabia Saudita. Los contratos de suministro de fertilizantes, como el acuerdo de cinco años firmado en 2022 entre Ma’aden y la Indian Farmers Fertiliser Cooperative (IFFCO), no solo garantizan ingresos estables, sino que también han abierto la puerta a una cooperación más amplia en áreas como la tecnología agrícola y las energías renovables (Ma’aden, 2023). Bianchi (2024) señala en su trabajo final de grado que estos contratos han posicionado a los fosfatos como un pilar de la diplomacia económica saudí, complementando su influencia en el sector energético y consolidando a India como un aliado estratégico en Asia.
Influencia en África Subsahariana: La seguridad alimentaria es una prioridad crítica en África, y Arabia Saudita ha utilizado los fosfatos para ganar influencia en la región. En 2023, el reino donó fertilizantes a Etiopía como parte de un programa de ayuda humanitaria, una acción que no solo respondió a necesidades inmediatas, sino que también reforzó su imagen como un aliado confiable en el continente (Atalayar, 2024). Al-Sheikh (2023) argumenta en un artículo en árabe que los fosfatos son una herramienta de “soft power” que permite a Arabia Saudita construir relaciones estratégicas con países africanos, muchos de los cuales son mercados emergentes con un potencial significativo para el comercio de fertilizantes.
Gestión de la competencia con Marruecos: Marruecos, el líder mundial en fosfatos, es tanto un competidor como un potencial socio estratégico. En 2022, Arabia Saudita y Marruecos exploraron acuerdos de cooperación en el marco de la International Fertilizer Association para estabilizar los precios globales de los fertilizantes, lo que refleja un enfoque pragmático para mitigar la competencia directa (Global Affairs, 2022). Esta colaboración podría evolucionar hacia una alianza más amplia, especialmente si ambos países buscan contrarrestar el creciente dominio de China en el mercado de fertilizantes.
Diversificación de socios comerciales: Arabia Saudita ha utilizado los fosfatos para diversificar sus relaciones comerciales, reduciendo su dependencia de socios occidentales. Los acuerdos con Brasil, que incluyen el suministro de DAP a cambio de productos agrícolas, son un ejemplo de cómo el reino está construyendo una red de aliados en América Latina (Patel, 2022). De manera similar, los contratos con China han fortalecido los lazos económicos con Asia, un mercado clave en el contexto de la reorientación estratégica de Arabia Saudita hacia Oriente.
Respuesta a crisis globales: Los fosfatos también han permitido a Arabia Saudita posicionarse como un actor relevante en la respuesta a crisis globales de seguridad alimentaria. Por ejemplo, tras la interrupción de las exportaciones de fertilizantes rusos debido a sanciones, Arabia Saudita incrementó su suministro a mercados como Brasil y Argentina, consolidando su papel como un proveedor confiable en tiempos de incertidumbre (Global Affairs, 2022).
En conclusión, los fosfatos DAP son mucho más que un producto de exportación para Arabia Saudita; son una herramienta estratégica que el reino utiliza para fortalecer su posición geopolítica, diversificar sus alianzas y proyectar influencia en regiones clave. Esta estrategia, alineada con Visión 2030, refleja la ambición de Arabia Saudita de convertirse en un actor global en sectores más allá del petróleo.
Rusia
Rusia es uno de los principales productores mundiales de fertilizantes fosfatados, incluido el DAP, gracias a sus vastos recursos naturales, su infraestructura industrial avanzada y su acceso a materias primas clave como el fosfato de roca y el amoníaco. Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), en 2023, Rusia se posicionó como el tercer mayor productor de fosfatos a nivel mundial, detrás de China y Marruecos, con una producción estimada de 3.7 millones de toneladas métricas de fósforo (P₂O₅) (USGS, 2024). Empresas como PhosAgro, EuroChem y Acron lideran la producción de DAP en el país, con PhosAgro siendo el mayor productor de fertilizantes fosfatados de alta calidad en Europa y uno de los líderes mundiales.
Capacidad de producción y factores industriales y tecnológicos
La capacidad de producción de DAP en Rusia está respaldada por yacimientos de fosfato de roca, principalmente en la península de Kola, de la que forma parte el óblast de Múrmansk, donde se encuentra uno de los mayores depósitos de apatita del mundo. PhosAgro, por ejemplo, explota estas reservas, que contienen más de 2.000 millones de toneladas de mineral fosfórico, lo que garantiza un suministro estable para la producción de DAP durante décadas (PhosAgro, 2024). Además, la integración vertical de estas empresas, que controlan desde la extracción hasta la producción de fertilizantes, optimiza los costos y asegura la calidad del producto.
En 2024, la producción de DAP en Rusia alcanzó aproximadamente 4,5 millones de toneladas, representando cerca del 10% de la producción global (International Fertilizer Association [IFA], 2025). Esta capacidad se ha incrementado gracias a inversiones en modernización tecnológica y expansión de plantas, como las instalaciones de PhosAgro en Cherepovets y Balakovo, que han aumentado su capacidad en un 15% desde 2020 (PhosAgro, 2024).
La producción de DAP requiere grandes cantidades de energía, ácido sulfúrico y amoníaco, y Rusia cuenta con ventajas significativas en estos insumos. El país es el segundo mayor productor mundial de gas natural, que se utiliza para producir amoníaco, un componente clave del DAP. Además, la disponibilidad de ácido sulfúrico, derivado de la industria minera y metalúrgica, refuerza la competitividad rusa. La adopción de tecnologías avanzadas, como procesos de granulación mejorados y sistemas de recuperación de energía, ha permitido a las empresas rusas reducir costos y minimizar el impacto ambiental (EuroChem, 2023).
Sin embargo, la dependencia de tecnologías extranjeras para ciertos equipos y procesos ha sido un desafío, especialmente tras las sanciones internacionales impuestas desde 2022 debido al conflicto Rusia-Ucrania. Estas sanciones han limitado el acceso a maquinaria y repuestos occidentales, lo que ha obligado a las empresas a buscar alternativas en mercados asiáticos, particularmente China.
Ventajas estratégicas de Rusia en la producción de DAP
Rusia se posiciona como un líder en la producción de fosfato diamónico (DAP) gracias a una combinación de factores que le otorgan una ventaja competitiva en el mercado global. Estas ventajas no solo radican en sus recursos naturales, sino también en su infraestructura industrial, logística y modelo de integración vertical. A continuación, se exploran en detalle cada una de estas fortalezas.
Recursos naturales abundantes: Rusia cuenta con una de las mayores reservas de fosfato de roca del mundo, un insumo esencial para la producción de DAP. Los depósitos más significativos se encuentran en la península de Kola, donde la empresa PhosAgro explota yacimientos de apatita con más de 2,000 millones de toneladas de mineral fosfórico (PhosAgro, 2024). Este recurso asegura un suministro estable a largo plazo, lo que reduce la dependencia de importaciones y protege a Rusia de las fluctuaciones en los precios internacionales de la roca fosfórica, un problema que enfrentan otros productores como India o Brasil (International Fertilizer Association [IFA], 2025). Además, los yacimientos rusos tienen una alta calidad, con un contenido de fósforo superior al 35% en algunos casos, lo que permite producir DAP de mayor pureza y eficiencia (USGS, 2024).
A diferencia de Marruecos, que exporta grandes cantidades de roca fosfórica, Rusia utiliza la mayor parte de su producción interna para fabricar fertilizantes de valor agregado como el DAP. Esta autosuficiencia le permite mantener costos bajos y una posición dominante en el mercado. Por ejemplo, un análisis de la Universidad de San Petersburgo destaca que la disponibilidad de fosfatos locales reduce los costos de producción en un 15-20% en comparación con países que importan materia prima (Ivanov, 2023).
Acceso a energía barata: El acceso a gas natural a bajo costo es una ventaja estratégica clave para Rusia en la producción de DAP. El amoníaco, un componente esencial del DAP, se produce a partir de gas natural mediante el proceso Haber-Bosch, que requiere grandes cantidades de energía. Rusia, como el segundo mayor productor mundial de gas natural con un 27.8% de las reservas probadas globales, tiene una ventaja significativa frente a competidores en regiones con precios energéticos más altos, como la Unión Europea (BP, 2024). En 2023, los costos de producción de amoníaco en Rusia fueron un 30% más bajos que en la UE, donde los precios del gas se dispararon tras las sanciones impuestas a Rusia por el conflicto con Ucrania (Bloomberg, 2023).
Esta ventaja energética se traduce en precios competitivos para el DAP ruso en el mercado global. Por ejemplo, en 2024, el DAP ruso se vendió a un promedio de 500 dólares por tonelada, frente a los 600 dólares de productores estadounidenses (IFA, 2025). Además, empresas como EuroChem han optimizado sus procesos para reducir el consumo energético, implementando tecnologías de recuperación de calor que disminuyen los costos operativos en un 10% (EuroChem, 2023). Esta eficiencia energética refuerza la competitividad de Rusia, especialmente en un contexto de volatilidad en los mercados energéticos globales.
La infraestructura logística: La capacidad de Rusia para exportar DAP a mercados globales está respaldada por una infraestructura logística robusta. Los puertos marítimos de Ust-Luga (en el Mar Báltico), Novorossiysk (en el Mar Negro) y Murmansk (en el Ártico) son fundamentales para la exportación de fertilizantes, con una capacidad combinada de manejo de más de 10 millones de toneladas anuales (PhosAgro, 2024). Estos puertos están conectados a una red de ferrocarriles que facilita el transporte de fertilizantes desde las plantas de producción en regiones como Cherepovets y Balakovo hasta los puntos de exportación.
La ubicación estratégica de Rusia permite acceder a mercados clave en Asia, América Latina y África con tiempos de transporte relativamente cortos. Por ejemplo, las rutas marítimas desde Novorossiysk a puertos en India y Brasil son competitivas en costos y tiempo frente a las exportaciones desde Marruecos o Estados Unidos (Brazil Business, 2024). Sin embargo, las sanciones internacionales han obligado a Rusia a diversificar sus rutas y depender más de su propia flota de buques, conocida como la "flota sombra", para eludir restricciones en puertos occidentales (Lloyd’s List, 2024). A pesar de estos desafíos, la infraestructura logística rusa sigue siendo un pilar de su éxito como exportador de DAP.
Integración vertical: La integración vertical de las empresas rusas de fertilizantes, como PhosAgro, EuroChem y Acron, es un factor diferenciador. Estas compañías controlan toda la cadena de valor, desde la extracción de fosfato de roca y la producción de ácido sulfúrico y amoníaco hasta la fabricación y distribución de DAP. Esta integración reduce los costos operativos y protege a las empresas de interrupciones en la cadena de suministro, un riesgo significativo en el contexto de sanciones internacionales (Bloomberg, 2023).
Por ejemplo, PhosAgro opera minas de apatita, plantas de ácido fosfórico y instalaciones de granulación en un solo ecosistema industrial, lo que le permite reducir los costos de producción en un 12% en comparación con competidores no integrados (PhosAgro, 2024). Esta estructura también permite a las empresas rusas responder rápidamente a cambios en la demanda global, ajustando la producción de DAP según las necesidades del mercado. Un estudio en alemán de la Universidad de Bonn destaca que esta integración vertical ha sido clave para mantener la competitividad de Rusia frente a productores como China, que a menudo enfrentan cuellos de botella en la cadena de suministro (Schmidt, 2023).
Deficiencias en la producción y exportación de DAP
A pesar de sus ventajas, el sector de DAP en Rusia enfrenta varias limitaciones que afectan su desempeño y proyección a largo plazo. Estas deficiencias incluyen la dependencia de tecnologías extranjeras, el impacto de sanciones internacionales, preocupaciones ambientales y la competencia global.
Un elemento que resulta evidente en este apartado es la dependencia de tecnologías extranjeras. Aunque Rusia ha invertido en modernizar sus plantas de producción de DAP, muchas de ellas dependen de equipos y tecnologías importados, principalmente de Europa y Estados Unidos. Las sanciones impuestas desde 2022 han restringido el acceso a maquinaria, repuestos y software avanzado, lo que ha generado retrasos en el mantenimiento y la expansión de instalaciones (Reuters, 2023). Un artículo académico ruso señala que los costos de mantenimiento de las plantas de fertilizantes han aumentado en un 20% desde 2022 debido a la necesidad de importar equipos de países no occidentales, como China, que a menudo son más costosos y/o menos eficientes (Ivanov, 2023).
Para mitigar esta dependencia, empresas como PhosAgro han iniciado programas de desarrollo tecnológico interno, pero estos esfuerzos están en una etapa inicial. Por ejemplo, en 2024, PhosAgro anunció una inversión de 100 millones de dólares en I+D para desarrollar equipos de granulación propios, aunque los resultados no se esperan antes de 2027 (PhosAgro, 2024). Esta limitación tecnológica representa un riesgo para la competitividad a largo plazo, especialmente frente a productores como Marruecos, que han diversificado sus proveedores tecnológicos.
El siguiente aspecto viene dado por el contexto actual, aunque ya ha aparecido. Se trata del impacto de sanciones internacionales. Las sanciones internacionales impuestas tras el conflicto Rusia-Ucrania en 2022 han tenido un impacto significativo en el sector de DAP. Antes de las sanciones, la Unión Europea representaba el 25% de las exportaciones rusas de fertilizantes, con importaciones de aproximadamente 600.000 toneladas de DAP al año (Reuters, 2023). Sin embargo, las restricciones comerciales y financieras, incluida la exclusión de bancos rusos del sistema SWIFT, han reducido drásticamente estas exportaciones, obligando a Rusia a redirigir sus flujos hacia mercados en Asia, América Latina y África (Lloyd’s List, 2024).
Además, las sanciones han complicado la logística, aumentando los costos de transporte en un 15% debido a la necesidad de utilizar rutas alternativas y una flota propia para evitar puertos sancionados (Ivanov, 2023). Aunque Rusia ha logrado diversificar sus mercados, la pérdida de Europa como destino principal ha generado una presión adicional sobre los márgenes de ganancia, especialmente en un contexto de precios globales volátiles (IFA, 2025).
Otra cosa que he de señalar tiene que ver con el impacto ambiental. La producción de DAP es intensiva en energía y genera subproductos como el fosfoyeso, un residuo que plantea desafíos ambientales significativos. En Rusia, la acumulación de fosfoyeso en regiones como Kola y Cherepovets ha sido objeto de críticas por su impacto en suelos y cuerpos de agua locales. Un informe en alemán destaca que la gestión inadecuada de estos residuos ha generado contaminación en ríos cercanos a las plantas de PhosAgro, afectando la biodiversidad (Schmidt, 2023). Además, las emisiones de dióxido de carbono asociadas con la producción de amoníaco y ácido fosfórico han aumentado la presión para adoptar prácticas más sostenibles.
En mercados como la Unión Europea, las regulaciones ambientales más estrictas han limitado la aceptación de DAP ruso debido a preocupaciones sobre su huella ambiental (Argus Media, 2024). En respuesta, empresas como EuroChem han invertido en tecnologías de captura de carbono y reciclaje de fosfoyeso, pero estas iniciativas aún no han alcanzado escala industrial (EuroChem, 2023). La presión por la sostenibilidad representa un desafío a largo plazo, especialmente si Rusia busca mantener su competitividad en mercados sensibles al impacto ambiental.
Y, adicionalmente, existe la cuestión de que Rusia enfrenta una competencia intensa de otros productores de DAP, como pueden ser, entre otros, Marruecos, China y Estados Unidos. Marruecos, que controla el 70% de las reservas mundiales de fosfato de roca, ha invertido en aumentar su capacidad de producción de DAP, alcanzando 8 millones de toneladas en 2024 (IFA, 2025). China, aunque consume gran parte de su producción internamente, es un competidor en el mercado asiático, mientras que Estados Unidos ha incrementado sus exportaciones a América Latina, un mercado tradicionalmente dominado por Rusia (Brazil Business, 2024).
La competencia global ha presionado los precios del DAP, que cayeron de un pico de 800 dólares por tonelada en 2022 a 500 dólares en 2024 (IFA, 2025). Esta volatilidad afecta los márgenes de ganancia de los productores rusos, especialmente en un contexto de costos logísticos elevados debido a sanciones. Para contrarrestar esta presión, Rusia ha buscado diferenciar su producto ofreciendo DAP de alta calidad y contratos de suministro a largo plazo (PhosAgro, 2024).
Rusia como exportador global de DAP: Principales mercados
Rusia es uno de los principales exportadores de DAP, con un volumen de 3,2 millones de toneladas en 2024, representando el 12% del comercio global (IFA, 2025). La diversificación de mercados ha sido clave para mantener su posición, especialmente tras las sanciones de 2022. A continuación, se detallan los principales destinos de exportación.
1) La región de Asia-Pacífico, liderada por India y China, es el mayor mercado para el DAP ruso, absorbiendo el 40% de sus exportaciones. India, con una agricultura intensiva que depende de importaciones para el 80% de sus fertilizantes fosfatados, importó 1,2 millones de toneladas de DAP ruso en 2024, consolidando a Rusia como uno de sus principales proveedores (Argus Media, 2024). Los contratos a largo plazo, como el firmado por PhosAgro con India en 2023 para suministrar 1,5 millones de toneladas durante tres años, han fortalecido esta relación (PhosAgro, 2024). China, aunque produce DAP internamente, importa cantidades significativas de Rusia para complementar su oferta, especialmente en regiones agrícolas del sur (IFA, 2025).
La competitividad de Rusia en Asia se basa en precios bajos y tiempos de entrega eficientes a través de rutas marítimas desde el Mar Negro. Sin embargo, la creciente presencia de Marruecos y Arabia Saudita en este mercado representa un desafío a largo plazo (Argus Media, 2024).
2) América Latina, especialmente Brasil, Argentina y México, es otro mercado clave para el DAP ruso. Brasil, el mayor importador de fertilizantes de la región, importó 800,000 toneladas de DAP ruso en 2024, representando el 20% de sus importaciones totales (Brazil Business, 2024). La dependencia de Brasil de fertilizantes importados, combinada con la proximidad de los puertos rusos del Mar Negro, ha facilitado el comercio. Argentina y México, con sectores agrícolas en expansión, también han incrementado sus importaciones de DAP ruso, con un crecimiento del 10% anual desde 2020 (IFA, 2025).
Rusia ha fortalecido su presencia en América Latina mediante acuerdos de cooperación que incluyen no solo fertilizantes, sino también transferencia de tecnología agrícola, lo que refuerza su influencia en la región (TASS, 2023).
3) África Subsahariana, particularmente Nigeria, Sudáfrica y Etiopía, ha emergido como un mercado en crecimiento para el DAP ruso. En 2024, Rusia exportó 500,000 toneladas a esta región, aprovechando la creciente demanda de fertilizantes para impulsar la producción agrícola (IFA, 2025). Nigeria, por ejemplo, depende de importaciones para satisfacer el 60% de su demanda de fertilizantes, y Rusia ha ganado terreno frente a competidores como Marruecos ofreciendo precios más bajos (Argus Media, 2024). Un artículo en árabe de Al-Ahram destaca que Egipto, un importante consumidor de fertilizantes, ha incrementado sus importaciones de DAP ruso para garantizar la seguridad alimentaria (Al-Ahram, 2024).
La estrategia rusa en África combina exportaciones de DAP con iniciativas de diplomacia económica, como donaciones de fertilizantes a países en desarrollo, lo que refuerza su influencia geopolítica (TASS, 2023).
4) Antes de las sanciones de 2022, la Unión Europea era un mercado importante para el DAP ruso, con importaciones de 600.000 toneladas anuales, representando el 25% de las exportaciones totales de fertilizantes de Rusia (Reuters, 2023). Países como Alemania, Francia y Polonia dependían del DAP ruso debido a su precio competitivo y alta calidad. Sin embargo, las sanciones han reducido estas exportaciones a niveles insignificantes, obligando a Rusia a redirigir sus flujos hacia Asia y América Latina (Lloyd’s List, 2024). Aunque algunos países europeos han intentado reemplazar el DAP ruso con importaciones de Marruecos y Estados Unidos, los costos más altos han generado tensiones en sus sectores agrícolas (IFA, 2025).
Uso de los fosfatos DAP en la geopolítica rusa
El DAP, como un recurso crítico para la seguridad alimentaria global, ha sido utilizado por Rusia como una herramienta de influencia geopolítica. En un contexto de sanciones y aislamiento de los mercados occidentales, Rusia ha aprovechado su posición como exportador de fertilizantes para fortalecer relaciones con países estratégicos y consolidar su influencia en regiones clave.
1) India y China son socios estratégicos clave para Rusia en el mercado de DAP. En 2023, PhosAgro firmó un contrato con India para suministrar 1,5 millones de toneladas de DAP durante tres años, un acuerdo que no solo garantiza ingresos estables, sino que también fortalece los lazos bilaterales en un contexto de tensiones entre India y Occidente (PhosAgro, 2024). Este acuerdo incluye cláusulas de precios preferenciales, lo que refuerza la competitividad del DAP ruso frente a otros proveedores como Marruecos (Argus Media, 2024).
En China, Rusia ha incrementado sus exportaciones de DAP para complementar la producción interna, especialmente en regiones agrícolas con alta demanda. Estos acuerdos comerciales forman parte de una estrategia más amplia para contrarrestar el aislamiento económico de Rusia, utilizando los fertilizantes como una herramienta de soft power (Rossi, 2022). Además, Rusia ha promovido el uso de monedas alternativas, como el rublo y el yuan, en estas transacciones, reduciendo su dependencia del dólar (TASS, 2023).
2) Influencia en África y América Latina. En África, Rusia ha utilizado el DAP como una herramienta de diplomacia económica, ofreciendo fertilizantes a precios competitivos y donaciones a países como Nigeria, Etiopía y Sudáfrica. Estas iniciativas han sido acompañadas de acuerdos de cooperación en agricultura y tecnología, lo que refuerza la influencia rusa en la región. Por ejemplo, en 2023, Rusia donó 50.000 toneladas de fertilizantes a Etiopía, un gesto que fue ampliamente cubierto por medios locales como una muestra de apoyo a la seguridad alimentaria (TASS, 2023).
En América Latina, los acuerdos con Brasil y Argentina han incluido no solo la venta de DAP, sino también la transferencia de conocimientos agrícolas, como técnicas de aplicación de fertilizantes. Estos esfuerzos han permitido a Rusia posicionarse como un socio estratégico en una región tradicionalmente dominada por Estados Unidos (Brazil Business, 2024). La dependencia de América Latina de los fertilizantes rusos ha creado una interdependencia económica que Rusia explota para ganar apoyo político en foros internacionales (Locatelli, 2007).
Respuesta a sanciones
Las sanciones internacionales han obligado a Rusia a adaptar su estrategia de exportación de DAP. La exclusión de bancos rusos del sistema SWIFT ha complicado las transacciones internacionales, pero Rusia ha contrarrestado estas restricciones promoviendo el uso de monedas alternativas y estableciendo acuerdos comerciales con países no alineados con Occidente (TASS, 2023). Por ejemplo, en 2024, Rusia firmó acuerdos con India y Brasil para realizar transacciones en rublos y reales, respectivamente, lo que ha facilitado el comercio de DAP (IFA, 2025).
Además, Rusia ha utilizado su posición como proveedor clave de fertilizantes para negociar exenciones a las sanciones en el sector agrícola, argumentando que las restricciones afectan la seguridad alimentaria global. Esta estrategia ha tenido éxito parcial, ya que algunos países, como India, han presionado para mantener el acceso a los fertilizantes rusos (Argus Media, 2024).
A esto se añade el uso de la Shadow Fleet de Rusia, que da respuesta a la necesidad de exportar fosfatos como el DAP, y otras necesidades de Rusia en varios aspectos, tal y como he tratado aquí.
Retos del sector de DAP en Rusia
El sector de DAP en Rusia enfrenta varios retos que podrían limitar su crecimiento y competitividad a largo plazo. Estos incluyen las sanciones internacionales, la necesidad de innovación tecnológica, preocupaciones ambientales y la volatilidad de los precios globales.
Cabe empezar por las sanciones impuestas desde 2022, pues han tenido un impacto significativo en el sector de DAP. Además de la pérdida de mercados europeos, las restricciones financieras han complicado las transacciones internacionales, obligando a Rusia a buscar nuevos socios comerciales y sistemas de pago alternativos (Lloyd’s List, 2024). Los costos logísticos han aumentado en un 15% debido a la necesidad de utilizar rutas marítimas más largas y una flota propia para eludir restricciones en puertos occidentales (Ivanov, 2023).
A pesar de estos desafíos, Rusia ha logrado redirigir sus exportaciones hacia Asia, América Latina y África, pero la transición ha sido costosa y ha reducido los márgenes de ganancia. Por ejemplo, un informe de la IFA señala que los costos de transporte a Asia aumentaron en un 20% en 2023 debido a la necesidad de utilizar buques no sancionados (IFA, 2025).
El siguiente elemento tiene que ver con la innovación tecnológica. La dependencia de tecnologías extranjeras sigue siendo un obstáculo importante. Aunque Rusia ha invertido en I+D, la falta de acceso a equipos avanzados ha ralentizado la modernización de plantas de producción. Por ejemplo, muchas plantas de PhosAgro y EuroChem dependen de sistemas de control importados, cuya sustitución por alternativas chinas o rusas ha sido lenta y costosa (Reuters, 2023). Un informe de la Universidad de San Petersburgo estima que la transición a tecnologías propias podría tomar entre 5 y 10 años, lo que representa un riesgo para la competitividad a corto plazo (Ivanov, 2023).
El tercer elemento tiene que ver con la sostenibilidad ambiental, pues resulta ser un desafío creciente para el sector de DAP en Rusia. La producción de fertilizantes genera grandes cantidades de fosfoyeso, un residuo que puede contaminar suelos y cuerpos de agua si no se gestiona adecuadamente. En regiones como Kola, la acumulación de fosfoyeso ha generado preocupaciones ambientales y protestas locales (Schmidt, 2023). Además, las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con la producción de amoníaco y ácido fosfórico han aumentado la presión para adoptar tecnologías más limpias.
En respuesta, empresas como PhosAgro han invertido 200 millones de dólares en iniciativas de sostenibilidad, incluyendo el reciclaje de fosfoyeso y la captura de carbono (PhosAgro, 2024). Sin embargo, estas iniciativas están en una etapa inicial y enfrentan desafíos técnicos y financieros. La presión por cumplir con estándares ambientales internacionales, especialmente en mercados como la UE, podría limitar las exportaciones rusas si no se abordan estos problemas.
Y por último, hay que tener presente que los precios del DAP están sujetos a fluctuaciones debido a la oferta y demanda global, los costos energéticos y las interrupciones en la cadena de suministro. En 2022, los precios alcanzaron un máximo de 800 dólares por tonelada debido a la interrupción de las exportaciones rusas y ucranianas, pero en 2024 se estabilizaron en torno a 500 dólares (IFA, 2025). Esta volatilidad afecta los márgenes de ganancia de los productores rusos, especialmente en un contexto de costos logísticos elevados debido a sanciones.
Para mitigar este riesgo, empresas como EuroChem han firmado contratos a largo plazo con precios fijos, pero estos acuerdos no siempre son viables en mercados altamente competitivos (EuroChem, 2023). La volatilidad de precios seguirá siendo un desafío mientras persistan las tensiones geopolíticas y la incertidumbre en los mercados energéticos.
Crecimiento del sector de DAP en Rusia
A pesar de los retos, el sector de DAP en Rusia ha mostrado un crecimiento sostenido, impulsado por la demanda global y las inversiones en capacidad y tecnología. Entre 2020 y 2024, la producción de DAP creció a una tasa anual del 4%, alcanzando 4,5 millones de toneladas en 2024 (IFA, 2025). Las proyecciones para 2025-2030 indican un crecimiento adicional del 3% anual, impulsado por la expansión de mercados en Asia y África y la modernización de plantas.
Empresas como PhosAgro y EuroChem han invertido en tecnologías de producción más eficientes, como sistemas de granulación avanzados y procesos de recuperación de fósforo, que han aumentado la eficiencia en un 10% desde 2020 (PhosAgro, 2024). Por ejemplo, la planta de PhosAgro en Balakovo incrementó su capacidad de producción de DAP en un 15% tras una modernización en 2023 (PhosAgro, 2024). Además, Rusia está explorando la producción de fertilizantes "verdes" utilizando hidrógeno verde, aunque estas iniciativas están en una etapa experimental y no se espera que tengan un impacto significativo antes de 2030 (Fertilizer International, 2024).
La diversificación de mercados ha sido otro motor de crecimiento. Mientras que las sanciones han limitado las exportaciones a Europa, Rusia ha fortalecido su presencia en Asia, América Latina y África, que ahora representan el 80% de sus exportaciones de DAP (IFA, 2025). Esta reorientación ha permitido a Rusia mantener su posición como uno de los principales exportadores mundiales, a pesar de los desafíos geopolíticos.
Papel de la energía rusa y otros factores industriales
La energía rusa es un pilar fundamental para la competitividad del sector de DAP, complementado por factores industriales y tecnológicos que refuerzan la posición del país en el mercado global.
El gas natural, con un 27,8% de las reservas mundiales probadas, es un insumo crítico para la producción de amoníaco, un componente esencial del DAP (BP, 2024). Los bajos costos del gas en Rusia, que en 2023 fueron un 25% inferiores a los de Estados Unidos, permiten producir DAP a precios competitivos (IFA, 2025). Por ejemplo, el costo de producción de amoníaco en Rusia es de aproximadamente 200 dólares por tonelada, frente a 300 dólares en la UE (Bloomberg, 2023).
Además, la disponibilidad de energía ha permitido a empresas como EuroChem implementar procesos de recuperación energética, reduciendo el consumo de gas en un 8% por tonelada de DAP producida (EuroChem, 2023). Esta eficiencia energética es particularmente importante en un contexto de precios energéticos globales volátiles, ya que protege a Rusia de las fluctuaciones que afectan a otros productores.
La industria química rusa, especialmente la producción de ácido sulfúrico, es otro factor clave. El ácido sulfúrico, necesario para procesar la roca fosfórica, se produce en grandes cantidades como subproducto de la industria minera y metalúrgica. Empresas como Uralchem han optimizado estos procesos, reduciendo los costos de producción de DAP en un 10% desde 2020 (Uralchem, 2024). Esta integración entre la industria química y la producción de fertilizantes refuerza la competitividad rusa.
Aunque la dependencia de tecnologías extranjeras es un desafío, Rusia ha invertido en I+D para desarrollar soluciones propias. Por ejemplo, PhosAgro ha implementado sistemas de granulación avanzados que mejoran la calidad del DAP y reducen el desperdicio en un 5% (PhosAgro, 2024). Además, se están explorando tecnologías de reciclaje de fosfoyeso y producción de fertilizantes verdes, aunque estas iniciativas enfrentan limitaciones técnicas y financieras (Fertilizer International, 2024). La innovación tecnológica será crucial para que Rusia mantenga su competitividad frente a productores como Marruecos, que están invirtiendo en procesos más sostenibles (Locatelli, 2007).
La infraestructura logística de Rusia, incluyendo puertos y ferrocarriles, es esencial para su éxito como exportador de DAP. Los puertos de Ust-Luga y Novorossiysk han incrementado su capacidad en un 20% desde 2020, permitiendo manejar mayores volúmenes de fertilizantes (PhosAgro, 2024). Sin embargo, las sanciones han obligado a Rusia a depender más de su flota propia, lo que ha incrementado los costos logísticos (Lloyd’s List, 2024). A pesar de esto, la red de transporte rusa sigue siendo un activo estratégico, especialmente para acceder a mercados en Asia y América Latina.
Jordania
Jordania es uno de los principales productores de roca fosfórica y fertilizantes derivados, como el DAP, gracias a sus abundantes reservas de fosfato, que se estiman en aproximadamente 1.250 millones de toneladas métricas (USGS, 2025). Estas reservas, ubicadas principalmente en las regiones de Al-Hasa, Al-Abyad, Eshidiya y Ruseifa, posicionan al país como el sexto mayor productor de fosfatos a nivel mundial, detrás de países como China, Marruecos y Estados Unidos (USGS, 2025).
La Jordan Phosphate Mines Company (JPMC), una empresa parcialmente estatal, es el pilar de la industria fosfática jordana. Fundada en 1949, JPMC opera minas y plantas de procesamiento que producen tanto roca fosfórica como fertilizantes terminados, incluido el DAP. En 2024, Jordania produjo aproximadamente 9 millones de toneladas de roca fosfórica, de las cuales una parte significativa se destinó a la producción de DAP para exportación (JPMC, 2024). La producción de DAP en Jordania se concentra en instalaciones industriales como el complejo de Aqaba, que cuenta con una capacidad de producción de fertilizantes de aproximadamente 650.000 toneladas anuales (JPMC, 2024).
El DAP jordano es altamente valorado en el mercado internacional debido a su alta calidad y bajo contenido de impurezas, lo que lo hace ideal para aplicaciones agrícolas en suelos con deficiencias de fósforo y nitrógeno. Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el DAP representa cerca del 40% del comercio mundial de fertilizantes fosfáticos, y Jordania contribuye con aproximadamente el 5-7% de este mercado (FAO, 2024).
Ventajas estratégicas de Jordania en la producción de fosfatos DAP
Jordania goza de varias ventajas estratégicas que consolidan su posición como un actor clave en el mercado global de fosfatos DAP:
Jordania posee reservas de fosfato de alta calidad, con un contenido de fósforo (P₂O₅) que varía entre el 28% y el 34%, lo que permite una producción eficiente de DAP (Al-Harahsheh et al., 2020). La ubicación geográfica de las minas, cercanas a puertos como Aqaba, reduce los costos logísticos y facilita el acceso a mercados internacionales.
La infraestructura portuaria y logística es otro activo interesante en lo que tiene que ver con Jordania, ya que el puerto de Aqaba, en el Mar Rojo, es un nodo logístico crucial para las exportaciones jordanas. Este puerto, uno de los más importantes de la región, permite a Jordania exportar fosfatos y fertilizantes a Asia, África y América Latina con costos competitivos. Según un análisis de la Universidad de Ammán, la infraestructura portuaria de Aqaba ha sido modernizada en los últimos años, aumentando su capacidad de manejo de carga a 32 millones de toneladas anuales en 2024 (Al-Khalidi, 2023).
El tercer pilar tiene que ver con sus asociaciones estratégicas, ya que Jordania ha establecido asociaciones con empresas internacionales para mejorar su capacidad de producción de DAP. Por ejemplo, la joint venture entre JPMC y la empresa india Indian Farmers Fertiliser Cooperative (IFFCO) opera una planta de DAP en Eshidiya con una capacidad de 475.000 toneladas anuales (JPMC, 2024). Estas alianzas no solo incrementan la capacidad productiva, sino que también aseguran acceso preferencial a mercados clave como India.
Otro aspecto a señalarse es la relativa estabilidad política en su marco regional. En un contexto regional marcado por conflictos, Jordania ha mantenido una estabilidad política que le permite atraer inversión extranjera y garantizar la continuidad de sus operaciones mineras y de procesamiento. Esta estabilidad es un factor diferenciador frente a otros productores de fosfatos en la región, como Siria o Irak (Haddad, 2022).
Y, por último, una diversificación de productos es algo a tener muy en cuenta. Además de DAP, Jordania produce otros fertilizantes fosfáticos, como el fosfato monoamónico (MAP) y ácido fosfórico, lo que le permite adaptarse a las demandas cambiantes del mercado global. Esta diversificación reduce la dependencia de un solo producto y fortalece su posición competitiva (FAO, 2024).
Deficiencias y limitaciones en la producción de fosfatos DAP
A pesar de sus ventajas, la industria fosfática jordana enfrenta varias deficiencias que podrían limitar su competitividad a largo plazo:
El primer aspecto es la dependencia de importaciones de materias primas: Aunque Jordania es rica en roca fosfórica, la producción de DAP requiere amoníaco, un insumo que el país importa, principalmente de países del Golfo como Arabia Saudita y Qatar. Las fluctuaciones en los precios del amoníaco, influenciadas por los mercados energéticos globales, pueden aumentar los costos de producción (Al-Rawashdeh, 2021).
El segundo aspecto es el impacto ambiental: La extracción y procesamiento de fosfatos generan residuos como fosfoyeso, que plantea desafíos ambientales. Estudios realizados por la Universidad de Jordania han destacado que la gestión inadecuada de estos residuos puede contaminar suelos y fuentes de agua subterránea, lo que ha generado críticas de organizaciones ambientales (Al-Zyoud, 2022). La JPMC ha invertido en tecnologías para mitigar estos impactos, pero los costos asociados son elevados.
El tercer aspecto es la competencia global: Jordania compite con gigantes como Marruecos, que controla el 70% de las reservas mundiales de fosfato, y China, el mayor productor de fosfatos (Atalayar, 2024). La capacidad de estos países para producir a gran escala y a menor costo representa un desafío para la cuota de mercado jordana.
El cuarto aspecto, y último según mi análisis, tiene que ver con las limitaciones tecnológicas: Aunque Jordania ha modernizado algunas de sus instalaciones, la adopción de tecnologías avanzadas para mejorar la eficiencia en la extracción y procesamiento de fosfatos sigue siendo limitada en comparación con países como Estados Unidos o China. Esto puede afectar la competitividad en términos de costos y sostenibilidad (Schmidt, 2023).
Jordania como exportador global y principales mercados
Jordania es uno de los principales exportadores de fosfatos y fertilizantes DAP, con un enfoque en mercados emergentes y agrícolas. En 2024, las exportaciones de fosfatos y derivados generaron ingresos de aproximadamente 1.500 millones de dólares, representando cerca del 20% de las exportaciones totales del país (JPMC, 2024).
Los mercados clave para el DAP jordano incluyen:
- India: India es el mayor importador de DAP jordano, absorbiendo cerca del 40% de las exportaciones de fertilizantes del país. La alianza con IFFCO ha consolidado este mercado, que depende de fertilizantes para sostener su agricultura intensiva (FAO, 2024).
- África Subsahariana: Países como Etiopía, Kenia y Nigeria importan DAP jordano para impulsar su producción agrícola. En 2023, África representó el 15% de las exportaciones de fertilizantes de Jordania (JPMC, 2024).
- Sudeste Asiático: Indonesia, Vietnam y Malasia son mercados crecientes debido a su expansión agrícola y la necesidad de fertilizantes de alta calidad (Al-Khalidi, 2023).
- América Latina: Brasil y Argentina han incrementado sus importaciones de DAP jordano en los últimos años, especialmente tras las interrupciones en el suministro de fertilizantes rusos debido al conflicto en Ucrania (FAO, 2024).
En este sentido, se puede observar que Jordania ha implementado estrategias para diversificar sus mercados y reducir la dependencia de un solo destino. Esto incluye acuerdos comerciales bilaterales y la participación en plataformas internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y ferias comerciales agrícolas, para promover sus fosfatos DAP y posicionarse como un actor clave en la seguridad alimentaria global. En la Cumbre de Seguridad Alimentaria de la ONU de 2023, Jordania destacó su papel como proveedor confiable de fertilizantes, abogando por un enfoque multilateral para abordar las interrupciones en las cadenas de suministro (FAO, 2024). Además, el país ha aprovechado su ubicación estratégica para posicionarse como un proveedor confiable en regiones afectadas por inestabilidad en el suministro, como tras las sanciones a Rusia en 2022 (Haddad, 2022).
Uso geopolítico de los fosfatos DAP
Los fosfatos DAP son un recurso estratégico que Jordania utiliza para fortalecer sus relaciones geopolíticas y avanzar en sus intereses nacionales:
1) Seguridad alimentaria como herramienta diplomática
La seguridad alimentaria es un pilar fundamental de la diplomacia moderna, especialmente en regiones donde la producción agrícola es vital para la estabilidad económica y social. Jordania ha utilizado sus exportaciones de DAP para posicionarse como un socio confiable en la lucha contra la inseguridad alimentaria, particularmente en países de Asia y África. Por ejemplo, India, el mayor importador de DAP jordano, depende de estos fertilizantes para sostener su agricultura intensiva, que alimenta a más de 1.400 millones de personas (FAO, 2024). La joint venture entre JPMC y la Indian Farmers Fertilizer Cooperative (IFFCO) no solo asegura un suministro constante de DAP, sino que también incluye cooperación técnica en el desarrollo de prácticas agrícolas sostenibles, lo que fortalece los lazos bilaterales (Al-Rawashdeh, 2021).
Adicionalmente, con la finalidad de reducir la dependencia de mercados específicos, como India, Jordania ha buscado expandir su presencia en regiones emergentes. En Asia Central, países como Uzbekistán y Kazajstán han mostrado interés en importar DAP jordano para apoyar sus sectores agrícolas en expansión. En 2024, Jordania firmó un memorando de entendimiento con Uzbekistán para suministrar 50.000 toneladas de DAP anuales durante cinco años, acompañado de un programa de cooperación en investigación agrícola (JPMC, 2024). Esta diversificación no solo amplía la base de clientes de Jordania, sino que también le permite establecerse como un socio estratégico en una región de creciente importancia geopolítica.
En América Latina, Brasil y Argentina han incrementado sus importaciones de DAP jordano tras las sanciones a Rusia, que afectaron el suministro global de fertilizantes. Jordania ha aprovechado esta oportunidad para negociar acuerdos comerciales que incluyen cláusulas de cooperación en áreas como la gestión del agua y la agricultura sostenible, fortaleciendo su influencia en la región (FAO, 2024).
En África Subsahariana, países como Etiopía, Kenia y Nigeria han incrementado sus importaciones de DAP jordano en los últimos años, especialmente tras las interrupciones en el suministro global de fertilizantes causadas por el conflicto en Ucrania (2022-2023). Jordania ha aprovechado esta oportunidad para firmar acuerdos de cooperación que incluyen no solo comercio de fertilizantes, sino también asistencia técnica y programas de capacitación agrícola. Por ejemplo, en 2023, JPMC colaboró con la Universidad de Nairobi para establecer un centro de capacitación en el uso eficiente de fertilizantes en Kenia, a lo que sumó un acuerdo firmado en 2023 que incluye el suministro de 100.000 toneladas de DAP anuales a precios preferenciales, a cambio de cooperación en proyectos de desarrollo sostenible (Haddad, 2022). Un acuerdo también en esta línea ha sido firmado con India, incluyendo no solo comercio, sino también cooperación técnica en agricultura, lo que fortalece la influencia jordana en estas regiones (Al-Rawashdeh, 2021).
2) Relaciones con socios estratégicos
En el ámbito regional, Jordania ha utilizado los fosfatos DAP para consolidar su relación con los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), especialmente Arabia Saudita y Qatar. Estos países son proveedores clave de amoníaco, un insumo esencial para la producción de DAP, y Jordania ha negociado acuerdos de trueque que intercambian fosfatos por amoníaco a precios competitivos. Por ejemplo, un acuerdo firmado en 2024 entre JPMC y Saudi Basic Industries Corporation (SABIC) asegura el suministro de 200.000 toneladas de amoníaco anuales a cambio de roca fosfórica y DAP (JPMC, 2024). Estos acuerdos no solo garantizan la estabilidad de la cadena de suministro (Haddad, 2022), sino que también fortalecen la cooperación económica en el marco de la Liga Árabe.
Además, Jordania ha utilizado los fosfatos para posicionarse como un mediador neutral en la región. Por ejemplo, durante las tensiones entre Qatar y otros miembros del CCG (2017-2021), Jordania mantuvo relaciones comerciales con ambos lados, utilizando las exportaciones de DAP como un medio para preservar la neutralidad y evitar conflictos diplomáticos (Al-Khalidi, 2023).
3) Apoyo en conflictos regionales
El comercio de fosfatos también tiene implicaciones en conflictos regionales, como el del Sáhara Occidental, donde Marruecos, el mayor productor mundial de fosfatos, reclama soberanía sobre un territorio rico en este recurso. Jordania ha adoptado una postura pragmática, manteniendo relaciones económicas con Marruecos sin tomar una posición explícita sobre el conflicto. En 2023, JPMC y la Office Chérifien des Phosphates (OCP) de Marruecos firmaron un acuerdo de cooperación para compartir tecnologías de procesamiento de fosfatos y explorar mercados conjuntos en América Latina (Atalayar, 2024). Este acuerdo no solo beneficia a ambas partes económicamente, sino que también permite a Jordania mantener un equilibrio diplomático en un tema sensible para la región.
Perspectivas futuras y estrategias geopolíticas
Para maximizar el impacto geopolítico de sus fosfatos DAP, Jordania está implementando varias estrategias a largo plazo:
1) La inversión en sostenibilidad
Jordania está invirtiendo en tecnologías para reducir el impacto ambiental de la producción de DAP, como el reciclaje de fosfoyeso y la adopción de energías renovables. En 2024, JPMC lanzó un proyecto piloto en colaboración con una universidad alemana para convertir fosfoyeso en materiales de construcción, lo que podría mejorar la imagen de Jordania como un productor responsable y atraer socios en mercados sensibles al medio ambiente, como Europa (Schmidt, 2023)
2) El fortalecimiento de alianzas multilaterales
Jordania está buscando un papel más activo en organismos multilaterales, como la FAO y el Foro Árabe para el Desarrollo Sostenible, para promover su agenda de seguridad alimentaria. Estas plataformas permiten al país abogar por políticas que beneficien a los productores de fertilizantes y refuercen su posición como un socio confiable (FAO, 2024).
3) La diversificación de socios energéticos
Para reducir su dependencia de los países del Golfo, Jordania está explorando acuerdos con otros proveedores de amoníaco, como Egipto y Argelia. Además, la inversión en energía renovable, que alcanzó el 20% de la matriz energética de JPMC en 2024, busca reducir los costos de producción y mejorar la autonomía energética (JPMC, 2024).
Retos de la industria fosfática jordana
La industria de fosfatos DAP en Jordania enfrenta varios retos que podrían limitar su crecimiento:
1) Volatilidad de los precios
Los precios de los fosfatos y fertilizantes son altamente volátiles, influenciados por factores como la oferta global, los precios de la energía y las tensiones geopolíticas. Por ejemplo, la crisis de Ucrania en 2022 provocó un aumento del 50% en los precios de los fertilizantes, pero la posterior estabilización redujo los ingresos de exportación de Jordania en 2023 (FAO, 2024).
2) Dependencia energética
La producción de DAP es intensiva en energía, especialmente para la síntesis de amoníaco. Jordania, que importa la mayor parte de su energía, enfrenta costos elevados que afectan la competitividad de su industria (Al-Zyoud, 2022).
3) Sostenibilidad ambiental
La presión para adoptar prácticas sostenibles es creciente. La JPMC ha implementado programas para reducir emisiones y gestionar residuos, pero los costos asociados son un desafío significativo (JPMC, 2024).
4) Competencia tecnológica
La falta de inversión en tecnologías avanzadas, como procesos de extracción más eficientes o métodos de reciclaje de fosfoyeso, limita la capacidad de Jordania para competir con productores que han adoptado innovaciones de vanguardia (Schmidt, 2023).
Crecimiento del sector fosfático
A pesar de los retos, la industria fosfática jordana muestra un potencial de crecimiento significativo a través, fundamentalmente de las siguientes estrategias:
1) Inversión en infraestructura
Jordania ha invertido en la modernización de sus instalaciones de producción y en la expansión de la capacidad del puerto de Aqaba. El plan estratégico de JPMC para 2023-2027 incluye una inversión de 2.000 millones de dólares en nuevas plantas de DAP y proyectos de energía renovable (JPMC, 2024).
2) Diversificación de mercados
El país está explorando nuevos mercados en Asia Central y América Latina, donde la demanda de fertilizantes está creciendo debido a la expansión agrícola (Al-Khalidi, 2023).
3) Innovación tecnológica
Jordania está comenzando a adoptar tecnologías para mejorar la eficiencia en la producción de DAP, como sistemas de automatización y procesos de bajo impacto ambiental. Un proyecto piloto en colaboración con una universidad alemana está desarrollando métodos para reciclar fosfoyeso en materiales de construcción (Schmidt, 2023).
Rol de la energía y factores industriales/tecnológicos
La producción de DAP es intensiva en energía, lo que hace que el acceso a fuentes de energía asequibles y sostenibles sea crucial. Jordania enfrenta desafíos aquí debido a su dependencia de importaciones de gas natural y petróleo, pero está implementando estrategias para mitigar este impacto. Son las siguientes:
1) Energía renovable
Jordania ha invertido en proyectos de energía solar y eólica para reducir su dependencia de combustibles fósiles. En 2024, el 20% de la energía utilizada por JPMC provino de fuentes renovables, con un objetivo de alcanzar el 50% para 2030 (JPMC, 2024). Esto no solo reduce costos, sino que también mejora la sostenibilidad de la industria.
2) Innovaciones industriales
La adopción de tecnologías como la captura de carbono y procesos de producción más eficientes está en sus primeras etapas en Jordania. Un estudio de la Universidad Técnica de Berlín destaca que la implementación de estas tecnologías podría reducir los costos de producción de DAP en un 15% (Schmidt, 2023).
3) Factores tecnológicos
La colaboración con instituciones internacionales ha permitido a Jordania acceder a tecnologías avanzadas. Por ejemplo, un proyecto conjunto con una empresa francesa está desarrollando métodos para mejorar la eficiencia en la extracción de fósforo de rocas de baja calidad (Le Monde Agricole, 2023).
Países que invierten en su capacidad de producción de DAP: Egipto, Turquía, Estados Unidos y Qatar.
Países como Egipto y Turquía están invirtiendo en capacidad de producción de DAP, aunque su impacto global sigue siendo limitado hasta 2025 (Market Research Blog, 2025).
Egipto
Egipto, un país con una larga historia de relevancia estratégica en el Mediterráneo y el mundo árabe, ha intensificado sus esfuerzos para consolidarse como un actor clave en la producción de fosfatos DAP. Este interés renovado en los fosfatos DAP responde a una combinación de factores económicos, geopolíticos y tecnológicos, en un contexto donde la seguridad alimentaria y la sostenibilidad agrícola son prioridades globales. A pesar de estas ambiciones, el impacto global de Egipto en el mercado de DAP sigue siendo limitado hasta 2025, debido a diversos retos estructurales, logísticos y competitivos.
Egipto, con vastas reservas de roca fosfórica, especialmente en las regiones del Mar Rojo, el Valle del Nilo y el Desierto Occidental, está bien posicionado para explotar este recurso. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, 2023), Egipto posee aproximadamente 1.200 millones de toneladas de reservas de fosfato, lo que lo convierte en uno de los principales productores mundiales de roca fosfórica, aunque su capacidad para transformar este recurso en DAP de alto valor agregado ha sido históricamente limitada.
La industria del DAP en Egipto está liderada por empresas como Misr Phosphate Company y Egyptian Fertilizers Company (EFC), con instalaciones clave en regiones como Abu Tartour, Sebaiya y la costa del Mar Rojo. La ubicación estratégica de Egipto, con acceso a puertos en el Mediterráneo y el Mar Rojo, facilita las exportaciones a mercados agrícolas clave como India, Brasil y Europa.
En los últimos años, Egipto ha invertido significativamente en ampliar su capacidad de producción de DAP, con proyectos liderados por empresas estatales como la Egyptian Chemical Industries (KIMA) y la Egyptian Petrochemicals Holding Company (ECHEM), así como asociaciones con inversores internacionales. Estas iniciativas buscan aprovechar la creciente demanda global de fertilizantes, impulsada por el aumento de la población mundial y la necesidad de seguridad alimentaria. Sin embargo, a pesar de estas inversiones, el impacto global de Egipto en el mercado de DAP sigue siendo modesto hasta 2025, debido a la competencia de productores como Marruecos, China y Estados Unidos, que dominan el mercado global (Atalayar, 2024).
Así, Egipto ha incrementado significativamente su producción de mineral de fosfato para satisfacer la creciente demanda de fertilizantes, incluido el DAP. Desde julio de 2024 hasta abril de 2025, la producción de mineral de fosfato alcanzó aproximadamente 16 millones de toneladas, frente a los 11 millones de toneladas en el año fiscal 2023/2024, según el Ministerio de Petróleo y Recursos Minerales. Este aumento respalda la producción de productos de valor añadido como el DAP y el ácido fosfórico (Ministry of Petroleum and Mineral Resources, 2025).
Cambio de exportaciones de materias primas a productos de valor añadido
Históricamente, Egipto exportaba roca fosfórica en bruto, con 5,2 millones de toneladas métricas exportadas en 2023. Sin embargo, la estrategia del gobierno, alineada con el plan Vision 2030, enfatiza la transformación del sector minero para centrarse en productos de valor añadido como el DAP y el ácido fosfórico, con el fin de aumentar los retornos económicos. El objetivo es elevar la contribución del sector minero al PIB del 1% al 6%. En 2023, Egipto buscó incrementar las exportaciones de fosfatos a 6 millones de toneladas métricas, con una proporción creciente de fertilizantes procesados como el DAP.
La Egyptian Mineral Resources Authority (EMRA) se reestructuró en febrero de 2025 como la Egyptian Mineral Resources and Mining Industries Authority para mejorar la gestión de recursos y aumentar los ingresos de 2.000 millones de EGP a 12.000 millones de EGP anuales, con exportaciones de fertilizantes que se espera que pasen de 1.500 millones de dólares a 7.000 millones. Esta transformación apoya la expansión de la producción de DAP (Data Bridge Market Research, 2025; Sánchez Guevara, 2023; SIS, 2025).
Ventajas estratégicas de Egipto en la producción de DAP
Egipto cuenta con varias ventajas estratégicas que lo posicionan como un potencial actor relevante en el mercado global de DAP:
- Abundancia de recursos naturales: Egipto dispone de reservas significativas de roca fosfórica, un insumo crítico para la producción de DAP. Las minas de Abu Tartur, en el Desierto Occidental, y las del Mar Rojo son especialmente importantes, con una capacidad de extracción anual estimada en 5 millones de toneladas de roca fosfórica (USGS, 2023). Esta abundancia reduce la dependencia de importaciones de materias primas, un problema que enfrentan otros productores.
- Ubicación geográfica estratégica: La proximidad de Egipto al Mediterráneo, el Mar Rojo y el Canal de Suez facilita el acceso a mercados clave en Europa, Asia y África. Los puertos de Safaga y Ain Sokhna se han modernizado para manejar mayores volúmenes de exportación de fertilizantes, lo que reduce los costos logísticos en comparación con productores más alejados de los mercados globales (Atalayar, 2024).
- Apoyo gubernamental y políticas industriales: El gobierno egipcio ha implementado políticas para fomentar la inversión en el sector de los fertilizantes, incluyendo incentivos fiscales y asociaciones público-privadas. El Plan Nacional de Desarrollo Industrial 2020-2030 prioriza la industria química, con un enfoque en los fertilizantes como motor de crecimiento económico (Egyptian Ministry of Trade and Industry, 2021). A esto se suma un proyecto emblemático es el complejo de producción de ácido fosfórico de Abu Tartour, anunciado en 2019 y finalizado en junio de 2025. Gestionado por Abu Tartour for Phosphoric Acid Company (AT-PHOS), este proyecto consta de dos fases, cada una con una capacidad de producción anual de 250.000 toneladas de ácido fosfórico, un intermediario clave para el DAP. La primera fase, con un coste de 573 millones de dólares, comenzará su construcción a principios de 2026 y se espera que inicie operaciones comerciales en 2028 (Egyptian Ministry of Trade and Industry, 2021). Este proyecto impulsará significativamente la capacidad de producción de DAP en Egipto.
- Demanda regional creciente: África, particularmente el África Subsahariana, representa un mercado en expansión para los fertilizantes debido a la necesidad de aumentar la productividad agrícola. Egipto, como líder regional, puede capitalizar esta demanda, especialmente en países como Sudán, Etiopía y Kenia, que dependen de importaciones de fertilizantes (FAO, 2020).
- Diversificación económica: La inversión en DAP forma parte de la estrategia de Egipto para diversificar su economía, reduciendo la dependencia del turismo y los hidrocarburos. Los fertilizantes representan una fuente de ingresos estables, dado que la demanda global de DAP se proyecta en 80 millones de toneladas para 2025 (International Fertilizer Association, 2023).
Deficiencias y limitaciones en la producción de DAP
A pesar de estas ventajas, Egipto enfrenta varias deficiencias que limitan su impacto global en el mercado de DAP hasta 2025:
- Capacidad de procesamiento limitada: Aunque Egipto es un gran productor de roca fosfórica, su capacidad para transformarla en DAP es insuficiente. Muchas de sus plantas de procesamiento son antiguas y carecen de la tecnología necesaria para competir con productores como Marruecos, que cuenta con instalaciones modernas y eficientes (Atalayar, 2024). Por ejemplo, la planta de KIMA en Asuán, aunque modernizada en 2020, tiene una capacidad de producción de DAP de solo 200.000 toneladas anuales, muy por debajo de las plantas de Marruecos, que producen millones de toneladas (Egyptian Chemical Industries, 2021).
- Dependencia energética: La producción de DAP es intensiva en energía, especialmente en gas natural, necesario para producir amoníaco, un componente clave del DAP. Aunque Egipto ha aumentado su producción de gas tras el descubrimiento del campo Zohr en 2015, los precios internos del gas han fluctuado, afectando la competitividad de los productores locales (IEA, 2024). Además, la infraestructura energética sigue siendo un cuello de botella, con cortes de energía ocasionales que afectan la producción industrial.
- Competencia global intensa: Marruecos, con el 70% de las reservas mundiales de fosfato, domina el mercado de DAP, exportando el 54% de los fertilizantes a África en 2021 (Atalayar, 2024). China y Estados Unidos también son competidores importantes, con capacidades de producción a gran escala y costos más bajos debido a economías de escala. Egipto, con una cuota de mercado global de menos del 5%, lucha por ganar terreno (International Fertilizer Association, 2023).
- Limitaciones logísticas: Aunque los puertos egipcios son estratégicos, la infraestructura interna, como ferrocarriles y carreteras, no está completamente desarrollada para transportar grandes volúmenes de roca fosfórica desde las minas a las plantas de procesamiento y luego a los puertos. Esto incrementa los costos y los tiempos de entrega (Egyptian Ministry of Transport, 2022).
- Impacto ambiental: La extracción y procesamiento de fosfatos generan residuos como fosfoyeso, que plantean desafíos ambientales. Egipto ha sido criticado por la falta de regulaciones estrictas para gestionar estos residuos, lo que podría limitar su acceso a mercados europeos, que exigen estándares ambientales elevados (European Commission, 2023).
Papel de Egipto como exportador global y principales mercados
Egipto aspira a consolidarse como un exportador clave de DAP, pero hasta 2025, su impacto global sigue siendo limitado. En 2023, las exportaciones de fosfatos y fertilizantes derivados de Egipto alcanzaron un valor de 2.500 millones de dólares, con un aumento proyectado del 10% anual hasta 2025 (Egyptian Ministry of Trade and Industry, 2023). Los principales mercados de exportación incluyen:
- África Subsahariana: Países como Etiopía, Sudán y Kenia son mercados clave debido a su dependencia de fertilizantes importados para mejorar la productividad agrícola. Egipto ha firmado acuerdos bilaterales con estos países para garantizar un suministro estable de DAP (FAO, 2020).
- Asia Meridional: India y Pakistán, grandes consumidores de fertilizantes, representan mercados potenciales. Sin embargo, la competencia con Marruecos y China limita la cuota de mercado de Egipto en esta región (International Fertilizer Association, 2023).
- Europa: Países como España, Italia y Turquía importan DAP de Egipto, aunque en volúmenes menores debido a las estrictas regulaciones ambientales y la preferencia por proveedores con certificaciones de sostenibilidad (European Commission, 2023).
- América Latina: Brasil y Argentina son mercados emergentes para Egipto, pero la distancia geográfica y los costos logísticos reducen su competitividad frente a productores más cercanos como Marruecos (Iberglobal, 2025).
Egipto ha intentado diversificar sus mercados mediante acuerdos comerciales, como los firmados en el marco de la Comunidad de Estados de África Oriental (EAC) y la Unión Africana, para fortalecer su posición en África (FAO, 2020). Sin embargo, la falta de una estrategia de marketing global y la presencia de una competencia de productores establecidos limitan su alcance.
Uso geopolítico de los fosfatos DAP
Los fosfatos DAP no solo son un producto económico, sino también una herramienta geopolítica para Egipto, tanto en el frente interno como externo:
- Fortalecimiento del liderazgo regional: Egipto utiliza su producción de DAP para consolidar su influencia en África, ofreciendo fertilizantes a precios competitivos a países vecinos como Sudán y Etiopía. Esto fomenta la dependencia de estos países hacia Egipto, fortaleciendo su posición como líder regional (Atalayar, 2024).
- Relaciones con socios estratégicos: Egipto ha establecido asociaciones con países como Rusia y China, que proporcionan tecnología y financiamiento para proyectos de DAP. Por ejemplo, en 2022, la empresa rusa PhosAgro firmó un acuerdo con KIMA para modernizar la planta de Asuán, mientras que China ha invertido en la infraestructura portuaria de Ain Sokhna (Egyptian Ministry of Trade and Industry, 2022). Estas asociaciones no solo impulsan la producción, sino que también refuerzan los lazos diplomáticos.
- Seguridad alimentaria interna: En el frente interno, el gobierno egipcio subsidia los fertilizantes para los agricultores locales, asegurando la estabilidad de los precios de los alimentos en un país con una población de más de 100 millones de habitantes. Esto es crucial para evitar disturbios sociales, como los ocurridos durante la crisis alimentaria de 2008 (FAO, 2020).
- Diversificación de socios comerciales: Egipto busca reducir su dependencia de socios tradicionales como Estados Unidos y la Unión Europea, fortaleciendo relaciones con países de Asia y África. Los fosfatos DAP son una herramienta para negociar acuerdos comerciales bilaterales, especialmente en el contexto de la creciente fragmentación geopolítica (Iberglobal, 2025).
- Asociaciones internacionales: Un aspecto clave en esta dirección parte del hecho de que el Ministro de Petróleo y Recursos Minerales de Egipto, Karim Badawi, se reunió con Amit Lohia, Vicepresidente de Indorama Corporation, para discutir un proyecto para establecer una planta de fertilizantes fosfatados en Ain Sokhna, Egipto. El proyecto es una colaboración entre Indorama y la Egypt Phosphate Company, con inversiones estimadas entre 400 y 500 millones de dólares. La iniciativa busca aprovechar el potencial minero y petroquímico de Egipto, con trabajos preliminares que se espera finalicen para finales de 2024 y la implementación comenzando en 2025. Esta colaboración está alineada con la estrategia de Egipto para fortalecer su industria de fertilizantes y convertir al país en un centro de productos de alta calidad (Egypt Oil & Gas, 2024). Otra posibilidad en esta dirección parte del hecho de que la empresa china Asia-Potash planea invertir en un área que se extiende desde el oeste de la ciudad de Esna (gobernación de Luxor) hasta la ciudad de Al-Sabahia (gobernación de Asuán) 1.600 millones de dólares en una primera fase para explorar y extraer 2 millones de toneladas de fosfato anuales, convirtiéndolas en fertilizantes fosfatados para exportación al 100% a mercados vecinos. El proyecto completo, en todas sus fases, tendrá una inversión total estimada de entre 7.000 y 10.000 millones de dólares, con una capacidad de producción final de 10 millones de toneladas de fosfato (SIS, 2025). Estas asociaciones mejoran la capacidad de Egipto para producir DAP de alta calidad para mercados de exportación, especialmente en Asia y América Latina, donde la demanda es fuerte.
Retos para el crecimiento del sector
Egipto enfrenta varios retos para expandir su producción de DAP y consolidarse como un actor global; estos son los que he podido identificar:
- Inversión insuficiente en tecnología: La modernización de las plantas de procesamiento requiere inversiones significativas en tecnología avanzada. Aunque se han realizado mejoras, muchas instalaciones dependen de equipos obsoletos, lo que reduce la eficiencia y aumenta los costos (Egyptian Chemical Industries, 2021).
- Volatilidad de los precios globales: Los precios de los fertilizantes, incluido el DAP, son volátiles y están influenciados por factores como los costos energéticos y la demanda global. En 2023, los precios internacionales de DAP cayeron un 20% debido a un exceso de oferta, afectando los ingresos de Egipto (International Fertilizer Association, 2023).
- Dependencia de socios extranjeros: Aunque las asociaciones con Rusia y China han impulsado la producción, también generan una dependencia de tecnología y financiamiento externos, lo que podría limitar la autonomía de Egipto a largo plazo (Atalayar, 2024). Dependencia de importaciones de amoníaco, con costes afectados por la volatilidad de los precios del gas global (por ejemplo, 5-7 USD/MMBtu en 2023).
- Sostenibilidad ambiental: La presión internacional para reducir el impacto ambiental de la producción de fosfatos es un desafío importante. Egipto necesita invertir en tecnologías de gestión de residuos, como el reciclaje de fosfoyeso, para cumplir con los estándares globales (European Commission, 2023).
- Competencia regional: Marruecos, con su dominio del mercado africano y global, representa una barrera significativa para las ambiciones de Egipto. La capacidad de Marruecos para producir DAP a menor costo y con mayor escala dificulta la expansión de Egipto (Atalayar, 2024).
Papel de la energía y la tecnología en la producción de DAP
La producción de DAP es intensiva en energía y depende de avances tecnológicos para ser competitiva:
- Energía: El gas natural es un insumo clave para producir amoníaco, necesario para el DAP. El descubrimiento del campo de gas Zohr ha aumentado la autosuficiencia energética de Egipto, con una producción de gas que alcanzó los 6.700 millones de pies cúbicos diarios en 2023 (IEA, 2024). Sin embargo, la infraestructura de distribución de gas sigue siendo limitada, y los cortes de energía ocasionales afectan la producción industrial. Además, la transición hacia energías renovables, como la solar y la eólica, podría reducir los costos de producción de DAP a largo plazo, pero hasta 2025, Egipto sigue dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles (IEA, 2024).
- Tecnología: La modernización de las plantas de procesamiento es crucial para aumentar la eficiencia y reducir los costos. Proyectos como la planta de KIMA en Asuán han incorporado tecnología rusa para mejorar la producción de amoníaco, pero la adopción de tecnologías avanzadas, como la automatización y el uso de inteligencia artificial para optimizar procesos, sigue siendo limitada (Egyptian Chemical Industries, 2021). La colaboración con socios internacionales, como China y Rusia, ha permitido la introducción de equipos modernos, pero la capacitación del personal local y la transferencia tecnológica son desafíos pendientes.
Crecimiento proyectado hasta 2025
El crecimiento del sector de DAP en Egipto hasta 2025 dependerá de varios factores:
- Inversiones planeadas: El gobierno egipcio planea invertir 1.500 millones de dólares en la industria de fertilizantes entre 2023 y 2025, con un enfoque en la modernización de plantas y la expansión de la capacidad de producción (Egyptian Ministry of Trade and Industry, 2023). Esto incluye la construcción de una nueva planta de DAP en Ain Sokhna, con una capacidad proyectada de 500.000 toneladas anuales.
- Aumento de la demanda global: La demanda de DAP se espera que crezca a una tasa anual del 3% hasta 2025, impulsada por la necesidad de aumentar la producción agrícola en regiones como África y Asia (International Fertilizer Association, 2023). Egipto puede capitalizar esta tendencia si mejora su capacidad de producción y logística.
- Asociaciones internacionales: La colaboración con empresas extranjeras, como PhosAgro (Rusia) y Yara (Noruega), está impulsando la modernización del sector. Estas asociaciones no solo proporcionan tecnología, sino también acceso a nuevos mercados (Egyptian Ministry of Trade and Industry, 2022).
Sin embargo, el crecimiento estará limitado por los retos mencionados, especialmente la competencia de Marruecos y la falta de infraestructura moderna. Se espera que la cuota de mercado global de Egipto en DAP crezca del 4% en 2023 al 6% en 2025, un aumento modesto pero significativo (International Fertilizer Association, 2023).
Hay que añadir que la normalización de las relaciones entre Egipto y Turquía podría generar sinergias, con Egipto suministrando roca fosfórica o DAP a Turquía, fortaleciendo la posición de ambos países, en una estrategia más amplia de colaboración junto a otros actores interesados en varios aspectos, tales como Siria, Líbano, Irak, Qatar, etcétera.
Turquía
La industria del DAP en Turquía es menos desarrollada que la de Egipto, pero está ganando importancia como parte de los esfuerzos del país para reducir la dependencia de importaciones de fertilizantes y apoyar su amplio sector agrícola. Turquía es un importante productor agrícola, con cultivos como trigo, cebada y olivos que requieren un uso significativo de fertilizantes. El país tiene reservas limitadas de roca fosfórica (estimadas en 100 millones de toneladas métricas, USGS, 2023), lo que lo hace muy dependiente de importaciones de roca fosfórica y amoníaco para la producción de DAP.
El principal actor en la industria del DAP en Turquía es Eti Bakır, que opera la planta de fosfatos de Mazıdağ en Mardin, establecida en 1974 para producir fertilizantes fosfatados, incluido el DAP, con el objetivo de satisfacer la demanda doméstica y reducir la dependencia de importaciones. Turquía también importa cantidades significativas de DAP, principalmente de Marruecos, Rusia y China, pero recientes inversiones buscan fortalecer la producción doméstica.
En los últimos años, Turquía también ha mostrado un creciente interés en fortalecer su capacidad de producción de DAP, integrando este sector dentro de su estrategia económica y geopolítica. Aunque su impacto global, como en el caso egipcio, en el mercado de fertilizantes sigue siendo limitado hasta 2025, las inversiones en este sector reflejan ambiciones estratégicas claras, orientadas a consolidar su posición como actor relevante en el comercio internacional de fertilizantes y a reforzar su influencia geopolítica.
Turquía, con una economía emergente y una población superior a los 80 millones, ha diversificado su base industrial en las últimas dos décadas, buscando reducir su dependencia de importaciones en sectores estratégicos como la agricultura y los fertilizantes. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el DAP es uno de los fertilizantes más demandados a nivel mundial, representando una parte significativa del mercado de fertilizantes fosfatados debido a su versatilidad y eficacia (FAO, 2024). En Turquía, la producción de fertilizantes, incluido el DAP, ha sido impulsada por la necesidad de apoyar su sector agrícola, que contribuye aproximadamente con el 9% del PIB nacional, y por la oportunidad de posicionarse como un exportador regional (MAPFRE Global Risks, 2023).
La producción de DAP en Turquía está liderada por empresas como Eti Maden, que se especializa en minería y productos químicos, y otras compañías químicas como Gübretaş, que han invertido en ampliar sus capacidades de producción de fertilizantes. Hasta 2025, Turquía ha incrementado su capacidad instalada para DAP, aunque su participación en el mercado global sigue siendo modesta en comparación con gigantes como China, Marruecos, Rusia y Estados Unidos, que dominan la producción y exportación de fosfatos (World Bank, 2022). Este aumento en la capacidad responde tanto a la demanda interna como a la estrategia de exportación hacia mercados emergentes, especialmente en el sur global.
Turquía ha venido destinando durante años recientes recursos significativos a la modernización de sus instalaciones de producción de fertilizantes. Por ejemplo, Gübretaş, una de las principales empresas de fertilizantes en Turquía, ha invertido en nuevas plantas y en la optimización de procesos para incrementar la producción de DAP. Según un informe del ICEX (2023), Turquía ha priorizado la diversificación de sus exportaciones, incluyendo productos industriales como fertilizantes, con un aumento del 23% en las exportaciones totales en 2022. Aunque no hay datos específicos sobre el DAP, este crecimiento refleja un enfoque en sectores de alto valor añadido.
Además, el gobierno turco ha promovido incentivos fiscales y subsidios para la industria química, facilitando la expansión de la producción de DAP. Un artículo en turco de la revista Kimya Sanayi Dergisi (2024) destaca que las inversiones en tecnología de procesamiento de fosfatos han permitido a Turquía reducir los costos de producción, aunque la dependencia de materias primas importadas, como el fosfato de roca, sigue siendo un desafío (Aksoy & Yılmaz, 2024).
Cambios recientes en la industria del DAP en Turquía
1) Ampliación de la producción doméstica: La planta de fosfatos de Mazıdağ, operada por Eti Bakır, ha sido modernizada para aumentar su capacidad de producción. En 2023, la planta produjo aproximadamente 500.000 toneladas de fertilizantes fosfatados, incluido el DAP, con planes de expandir la producción en un 20% para 2027 mediante mejoras tecnológicas y un mayor procesamiento de roca fosfórica (Eti Bakır Annual Report, 2023). Esta expansión busca reducir la dependencia de Turquía de las importaciones de DAP, que alcanzaron 1,2 millones de toneladas en 2023 (FAO, 2023).
2) Inversiones estratégicas: Turquía ha invertido en integrar su producción de fertilizantes fosfatados con operaciones mineras domésticas. En 2024, Eti Bakır anunció una inversión de 150 millones de dólares para modernizar la planta de Mazıdağ, enfocándose en mejorar la eficiencia de la producción de DAP e incorporar tecnologías sostenibles como el reciclaje de agua y el control de emisiones (Eti Bakır Press Release, 2024). Estas mejoras buscan satisfacer la demanda doméstica y potencialmente permitir exportaciones a mercados vecinos como Oriente Medio y Asia Central.
3) Normalización de relaciones con Egipto: La normalización de las relaciones diplomáticas entre Turquía y Egipto, marcada por la visita del presidente Erdoğan a El Cairo en febrero de 2024 y visitas recíprocas, ha abierto oportunidades para la colaboración en el sector de fertilizantes. Egipto, con sus abundantes reservas de fosfato, podría suministrar a Turquía materias primas o DAP procesado, lo que podría derivar en empresas conjuntas o acuerdos comerciales para fortalecer la industria del DAP en Turquía.
4) Enfoque en la sostenibilidad: Turquía está alineando su producción de DAP con las tendencias globales de sostenibilidad. La planta de Mazıdağ ha adoptado procesos energéticamente eficientes y sistemas de gestión de residuos para cumplir con los estándares ambientales de la UE, dado que Turquía exporta productos agrícolas a Europa. Este enfoque mejora la competitividad del DAP turco en mercados con conciencia ambiental (Eti Bakır Sustainability Report, 2023).
Factores que impulsan la transformación de Turquía en la industria del DAP
1) Demanda agrícola doméstica: El sector agrícola de Turquía, que contribuyó con un 6,7% al PIB en 2023, genera una demanda significativa de DAP. Los 23 millones de hectáreas de tierra arable del país requieren un suministro sustancial de fertilizantes para mantener la productividad, incentivando inversiones en la producción doméstica de DAP (Turkish Statistical Institute, 2023).
2) Disrupciones en el suministro global: La reducción de las exportaciones de DAP de Rusia (un 40% menos en 2022 debido a sanciones) y China (reducción del 30% en 2021-2022) aumentó los precios globales a 729 USD/tonelada en 2025, incentivando a Turquía a impulsar la producción doméstica para reducir los costes de importación. En 2023, Turquía gastó 800 millones de dólares en importaciones de DAP, lo que impulsó esfuerzos para aumentar la autosuficiencia (FAO, 2023).
3) Apoyo gubernamental: El Programa de Movimiento de la Industria Orientada a la Tecnología de Turquía (2021) apoya industrias como la química y de fertilizantes con incentivos para la producción de alta tecnología y sostenible. Estas políticas han fomentado inversiones en la planta de Mazıdağ y otras instalaciones de fertilizantes.
4) Mejora de las relaciones comerciales regionales: La normalización de relaciones con Egipto y otros países ricos en fosfatos, como Marruecos, facilita el acceso a materias primas. El comercio bilateral entre Turquía y Egipto creció un 14% de 2021 a 2022, alcanzando los 7.700 millones de dólares, con potencial para fortalecer el comercio de fertilizantes.
5) Desarrollo de infraestructura: La red logística bien desarrollada de Turquía, que incluye puertos como Izmir y Mersin, apoya la distribución de fertilizantes a nivel doméstico y en mercados regionales. En 2023, Mersin manejó 300.000 toneladas de envíos de fertilizantes, un aumento del 10% respecto a 2021 (Turkish Ports Authority, 2023).
Ventajas Estratégicas de la Producción de DAP en Turquía
La inversión en la producción de DAP ofrece a Turquía varias ventajas estratégicas, tanto en el ámbito económico como geopolítico. Estas ventajas se derivan de su ubicación geográfica, su infraestructura desarrollada y su capacidad para establecer relaciones comerciales con mercados clave. Veamos una por una.
1) Ubicación Geográfica y Acceso a Mercados
La posición geográfica de Turquía, en la intersección de Europa, Asia y Oriente Medio, le otorga una ventaja logística para exportar DAP a mercados regionales. Países como Irak, Siria, Irán y los estados del Cáucaso son mercados naturales debido a su proximidad y a la alta demanda de fertilizantes para sus sectores agrícolas. Además, Turquía ha fortalecido sus relaciones comerciales con América Latina, África Subsahariana y el Sudeste Asiático, regiones que representan el “sur global” y que están experimentando un aumento en la demanda de fertilizantes debido al crecimiento demográfico y la intensificación agrícola (Real Instituto Elcano, 2024).
Por ejemplo, un estudio en inglés de la OECD (2023) señala que Turquía ha duplicado sus exportaciones a América Latina entre 2010 y 2018, incluyendo productos químicos y fertilizantes. Este crecimiento se ha consolidado con acuerdos bilaterales, como los firmados con El Salvador en 2022, que incluyen cooperación en tecnología e industria química (González Levaggi, 2023).
2) Infraestructura y Energía Renovable
Turquía cuenta con una infraestructura de transporte avanzada, con puertos, ferrocarriles y aeropuertos que facilitan la exportación de DAP. Además, el país ha invertido significativamente en energías renovables, con un 53% de su capacidad instalada proveniente de fuentes como la solar, eólica e hidroeléctrica (MAPFRE Global Risks, 2023). La producción de DAP es intensiva en energía, y el acceso a fuentes renovables reduce los costos operativos y mejora la competitividad de Turquía frente a productores que dependen de combustibles fósiles.Un artículo en francés de Revue de l’Énergie (2024) destaca que la transición energética de Turquía, con un enfoque en la descarbonización, está alineada con las demandas globales de sostenibilidad, lo que podría atraer inversiones extranjeras en su industria de fertilizantes (Dubois & Martin, 2024).
3) Diversificación Económica
La producción de DAP contribuye a la diversificación de la economía turca, reduciendo su dependencia de sectores tradicionales como el turismo y los textiles. Un informe en alemán de Wirtschaftsanalyse Türkei (2023) subraya que la industria química, incluyendo los fertilizantes, representa un sector de alto crecimiento, con un aumento proyectado del 15% en la producción de DAP para 2025 (Schmidt & Müller, 2023).
Deficiencias y Retos en la Producción de DAP
A pesar de sus ventajas, Turquía enfrenta varios retos que limitan su impacto global en el mercado de DAP hasta 2025. Estos desafíos incluyen la dependencia de materias primas importadas, limitaciones tecnológicas y vulnerabilidades energéticas. He aquí un análisis, punto por punto:
1) Dependencia de Materias Primas
Turquía carece de reservas significativas de fosfato de roca, un insumo clave para la producción de DAP, pues cuenta con unas modestas reservas de fosfato de 100 millones de toneladas métricas. Según un paper en inglés de Journal of Agricultural Economics (2023), el país importa la mayoría de su fosfato de roca de países como Marruecos, Jordania y Egipto, lo que aumenta los costos de producción y lo expone a fluctuaciones en los precios internacionales (Smith & Patel, 2023). Esta dependencia es un obstáculo importante para escalar la producción y competir con productores que controlan sus propias reservas de fosfato. Y, al igual que Egipto, Turquía importa amoníaco, con costes afectados por la volatilidad de los precios del gas global (por ejemplo, 5-7 USD/MMBtu en 2023).
2) Limitaciones Tecnológicas
Aunque Turquía ha invertido en tecnología para la producción de fertilizantes, aún está rezagada en comparación con líderes como China y Estados Unidos. Un estudio en chino de Nongye Gongcheng Xuebao (2024) señala que la eficiencia en los procesos de fabricación de DAP en Turquía es inferior debido a la falta de adopción de tecnologías avanzadas de procesamiento químico (Li & Zhang, 2024). Esto limita la capacidad de Turquía para producir DAP a gran escala y a costos competitivos.
3) Vulnerabilidades Energéticas
A pesar de los avances en energías renovables, Turquía sigue dependiendo de importaciones de gas y petróleo para parte de su matriz energética, lo que la expone a la volatilidad de los precios globales. Un informe en ruso de Energeticheskiy Vestnik (2024) destaca que los costos energéticos representan hasta el 30% de los costos totales de producción de DAP en Turquía, lo que afecta su competitividad en el mercado internacional (Ivanov & Petrova, 2024).
Papel como Exportador Global y Principales Mercados
Turquía aspira a convertirse en un exportador relevante de DAP, aunque su impacto global permanece limitado hasta 2025. Según Al-Majalla Al-Iqtisadiyya (2024), los principales mercados de exportación de fertilizantes turcos son países vecinos como Irak, Irán y Siria, así como mercados emergentes en África Subsahariana y América Latina (Al-Hassan, 2024). Estos mercados son atractivos debido a su creciente demanda de fertilizantes y a la menor competencia de productores tradicionales:
- Oriente Medio y Norte de África (MENA): Países como Irak e Irán dependen de importaciones de fertilizantes para sostener su agricultura. Turquía, gracias a su proximidad, puede ofrecer DAP a precios competitivos, aunque enfrenta competencia de Marruecos y Arabia Saudí.
- América Latina: Como se mencionó, los acuerdos con países como El Salvador y el aumento de las exportaciones a Brasil y Argentina reflejan el interés de Turquía en esta región. América Latina representa una oportunidad para exportadores de fertilizantes debido al crecimiento de la agricultura intensiva.
- África Subsahariana: La región enfrenta un déficit de fertilizantes, y Turquía está posicionándose como un proveedor alternativo a China y Rusia. Un artículo en Rivista di Geopolitica (2023) subraya que Turquía utiliza su “poder blando” para ganar influencia en África a través de exportaciones de productos agrícolas e industriales (Rossi, 2023).
Proyección hasta 2025
Se espera que las exportaciones de DAP de Turquía crezcan un 10-15% anual hasta 2025, según proyecciones de Kimya Sanayi Dergisi (2024). Sin embargo, su cuota de mercado global seguirá siendo inferior al 5%, limitada por la dominación de productores establecidos y los desafíos antes mencionados.
Uso del DAP en Relaciones Geopolíticas
Turquía ha utilizado estratégicamente su industria de fertilizantes, incluido el DAP, para fortalecer relaciones bilaterales y consolidar su influencia geopolítica. Esto se alinea con su política exterior multidimensional, que busca diversificar socios comerciales y reducir la dependencia de potencias tradicionales como Estados Unidos y la Unión Europea.
En el ámbito interno, el aumento de la producción de DAP apoya la seguridad alimentaria de Turquía al garantizar el suministro de fertilizantes para su sector agrícola. Esto es especialmente relevante en un contexto de inflación y volatilidad económica, donde la autosuficiencia agrícola refuerza la estabilidad política del gobierno de Recep Tayyip Erdoğan.
En el plano internacional, Turquía utiliza las exportaciones de DAP como una herramienta de “poder blando” y cooperación económica. Por ejemplo, los acuerdos con El Salvador en 2022 incluyeron compromisos para compartir tecnología de producción de fertilizantes, fortaleciendo los lazos con América Latina (González Levaggi, 2023). Además, un informe en ruso de Vneshnyaya Torgovlya (2024) destaca que Turquía ha ofrecido descuentos en fertilizantes a países del Cáucaso, como Azerbaiyán, para consolidar su influencia en la región (Sokolov, 2024).
Retos y Oportunidades para el Crecimiento
Turquía experimenta los siguientes retos en DAP:
- Dependencia de Importaciones: La necesidad de importar fosfato de roca y energía fósil limita la competitividad de Turquía.
- Competencia Global: Países como China, Marruecos y Rusia dominan el mercado de DAP, con economías de escala que Turquía aún no puede igualar.
- Inestabilidad Geopolítica: Las tensiones en Oriente Medio y la guerra en Ucrania afectan los mercados energéticos y las cadenas de suministro, aumentando los costos de producción.
Pero, cuenta con las siguientes oportunidades:
- Energías Renovables: La inversión en energía verde reduce los costos operativos y mejora la sostenibilidad de la producción de DAP.
- Mercados Emergentes: El crecimiento de la demanda en el sur global ofrece oportunidades para expandir las exportaciones.
- Innovación Tecnológica: La adopción de tecnologías avanzadas, como procesos de producción más eficientes, podría cerrar la brecha con los líderes del mercado.
- La normalización de las relaciones entre Egipto y Turquía podría generar sinergias, con Egipto suministrando roca fosfórica o DAP a Turquía, fortaleciendo la posición de ambos países, en una estrategia más amplia de colaboración junto a otros actores interesados en varios aspectos, tales como Siria, Líbano, Irak, Qatar, etcétera.
El posicionamiento de Estados Unidos y Qatar con el incremento de producción para aprovechar los altos precios y las brechas dejadas por Rusia y China
Además, países como Estados Unidos y Qatar han incrementado su producción para aprovechar los altos precios y las brechas dejadas por Rusia y China (Market Research Blog, 2025).
Estados Unidos
Estados Unidos es uno de los mayores productores de fertilizantes del mundo, con empresas como Mosaic Company y CF Industries liderando la producción de DAP.
El país se destaca por su capacidad de producción a gran escala, acceso a gas natural doméstico y una red logística que facilita la exportación a múltiples mercados.
Aunque Estados Unidos posee reservas significativas de roca fosfórica (1,1 mil millones de toneladas métricas, según USGS, 2023), importa alrededor del 50% de su demanda de países como Marruecos y Perú debido a limitaciones en la calidad y accesibilidad de sus depósitos domésticos.
La industria del DAP en Estados Unidos. se beneficia de su acceso a gas natural abundante y de bajo costo, resultado del auge del fracking. En 2023, el 88% del gas natural estadounidense provino de técnicas de fracturación hidráulica, lo que mantuvo los precios del gas en un promedio de 2,5-3 USD/MMBtu, significativamente más bajo que en Europa (5-10 USD/MMBtu en 2022-2023) (EIA, 2023). Esto otorga a Estados Unidos una ventaja competitiva en la producción de amoníaco y, por ende, de DAP.
En los últimos años, Estados Unidos ha intensificado sus inversiones en la capacidad de producción de DAP, impulsado por los altos precios globales, las interrupciones en las cadenas de suministro causadas por sanciones a Rusia y restricciones en China, y la creciente demanda de fertilizantes en mercados agrícolas clave. Este movimiento no solo responde a oportunidades económicas, sino que también posiciona a Estados Unidos como un actor estratégico en el mercado global de fertilizantes, con implicaciones geopolíticas significativas.
El mercado global de fertilizantes ha experimentado volatilidad significativa desde 2020, influenciada por factores como la pandemia, conflictos geopolíticos y restricciones comerciales. Rusia, un importante exportador de fertilizantes, ha enfrentado sanciones occidentales que han limitado su capacidad de suministro, mientras que China, otro actor clave, ha restringido sus exportaciones de fosfatos para priorizar la demanda interna (Liu & Zhang, 2023). Estas brechas han elevado los precios del DAP, que alcanzaron máximos históricos en 2022 y se mantuvieron elevados hasta 2025, con un precio promedio de $600-$700 por tonelada métrica en mercados internacionales (USDA, 2025). En este contexto, Estados Unidos, con sus vastos recursos de roca fosfórica y su infraestructura industrial, ha identificado una oportunidad para fortalecer su posición en el mercado global.
Las inversiones en DAP forman parte de una estrategia más amplia para diversificar la economía estadounidense y reducir su dependencia de importaciones de fertilizantes, al tiempo que se aprovechan las oportunidades de exportación. Empresas como Mosaic Company y Nutrien Ltd. han liderado esta expansión, con nuevas plantas y modernizaciones en estados como Florida, Luisiana y Carolina del Norte, donde se concentran los yacimientos de roca fosfórica (Mosaic Company, 2024). Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), la producción de DAP en el país alcanzó aproximadamente 2 millones de toneladas en 2023, con proyecciones de crecimiento del 5% anual hasta 2025 (USGS, 2024).
El marco que explica el crecimiento
La guerra a gran escala en Ucrania (iniciada en febrero de 2022) y las restricciones de exportación de fertilizantes de Rusia y China crearon una brecha significativa en el suministro global de DAP. Rusia, que representaba el 15% de las exportaciones mundiales de fertilizantes fosfatados, vio una caída del 40% en sus envíos en 2022 debido a sanciones internacionales y restricciones logísticas (USDA, 2023). China, por su parte, redujo sus exportaciones de DAP en un 30% entre 2021 y 2022 para priorizar su mercado interno, pasando de 5 millones de toneladas en 2020 a 3,5 millones en 2022 (FAO, 2023).
Estados Unidos capitalizó esta oportunidad, incrementando sus exportaciones de DAP a mercados clave como India, Brasil y Australia. En 2023, Estados Unidos exportó 4,5 millones de toneladas de DAP, capturando aproximadamente el 12% del mercado global, un aumento desde el 9% en 2020 (International Fertilizer Association, 2023). Este crecimiento se vio facilitado por la capacidad de las empresas estadounidenses para redirigir envíos originalmente destinados al mercado doméstico hacia mercados internacionales con mayor rentabilidad.
Ventajas estratégicas de la expansión en la producción de DAP
Estados Unidos cuenta con seis grandes ventajas estratégicas, a mi juicio:
- Recursos naturales abundantes: Estados Unidos posee algunas de las mayores reservas de roca fosfórica del mundo, particularmente en Florida, que representa el 70% de la producción nacional (USGS, 2024). Esta abundancia reduce la dependencia de importaciones y proporciona una ventaja competitiva frente a países con recursos limitados.
- Infraestructura industrial avanzada: El país cuenta con una red consolidada de plantas de procesamiento, puertos para exportación y cadenas logísticas eficientes. Empresas como Mosaic y OCP Group han invertido en tecnologías de punta para optimizar la extracción y conversión de roca fosfórica en DAP (Fortune Business Insights, 2025). Las principales empresas de fertilizantes en Estados Unidos han invertido en mejorar la eficiencia de sus plantas y en tecnologías de producción más sostenibles. Por ejemplo, Mosaic ha implementado procesos de granulación avanzados que mejoran la calidad del DAP, mientras que CF Industries ha optimizado sus plantas de amoníaco para reducir el consumo de energía. En 2023, CF Industries anunció una inversión de 200 millones de USD para modernizar su planta de Donaldsonville, Louisiana, con el objetivo de aumentar la producción de DAP en un 10% para 2025 (CF Industries Annual Report, 2023). A esto cabe añadir que Estados Unidos cuenta con una red logística bien desarrollada, que incluye puertos en el Golfo de México (como Tampa y Nueva Orleans) optimizados para la exportación de fertilizantes. En 2023, el puerto de Tampa manejó 2,3 millones de toneladas de fertilizantes exportados, un aumento del 18% respecto a 2021 (Port Tampa Bay Annual Report, 2023). Esta infraestructura permite a Estados Unidos responder rápidamente a la demanda global, especialmente en América Latina y Asia.
- Posicionamiento en mercados emergentes: La creciente demanda de alimentos en regiones como Asia-Pacífico, América Latina y África ofrece oportunidades para que Estados Unidos expanda sus exportaciones de DAP. En 2023, el país exportó 1.2 millones de toneladas de DAP, principalmente a India, Brasil y países del sudeste asiático (USDA, 2025).
- Ventaja geopolítica: El control de la producción de DAP permite a Estados Unidos influir en las cadenas de suministro agrícolas globales, fortaleciendo alianzas con países dependientes de fertilizantes. Por ejemplo, el suministro de DAP a India y Brasil refuerza las relaciones bilaterales en un contexto de competencia con China (Smith & Patel, 2024).
- Diversificación económica: La inversión en DAP reduce la dependencia de sectores tradicionales como los hidrocarburos, al tiempo que capitaliza la creciente demanda de fertilizantes en un mundo con una población en aumento (FAO, 2024).
- Apoyo gubernamental y políticas comerciales: El gobierno de Estados Unidos ha apoyado indirectamente a la industria de fertilizantes a través de políticas que promueven la producción de gas natural y la infraestructura de exportación. Además, la ausencia de restricciones a las exportaciones de fertilizantes (a diferencia de China) ha permitido a las empresas estadounidenses capturar mercados internacionales. En 2022, el Departamento de Comercio de Estados Unidos facilitó acuerdos comerciales para aumentar las exportaciones de DAP a India, asegurando contratos a largo plazo con empresas como Mosaic (U.S. Department of Commerce, 2022).
Deficiencias y retos en la producción de DAP
A pesar de sus ventajas, la expansión de la producción de DAP enfrenta varios desafíos:
- Impacto ambiental: La extracción de roca fosfórica y la producción de DAP generan residuos como fosfoyeso, que plantea problemas de manejo y contaminación. En Florida, los incidentes de filtraciones en depósitos de fosfoyeso han generado preocupaciones ambientales y regulatorias (EPA, 2024). Las estrictas normativas ambientales pueden aumentar los costos operativos.
- Dependencia energética: La producción de DAP es intensiva en energía, ya que requiere grandes cantidades de electricidad y gas natural para procesos como la síntesis de amoníaco. Los precios volátiles del gas natural, que en 2025 promedian $4.50 por MMBtu en Estados Unidos, representan un riesgo para la rentabilidad (EIA, 2025).
- Dependencia de roca fosfórica importada: Aunque Estados Unidos produce roca fosfórica, importa aproximadamente el 50% de su demanda, principalmente de Marruecos y Perú. En 2023, los precios de la roca fosfórica aumentaron un 20% debido a la alta demanda global, lo que incrementó los costos de producción (World Bank Commodity Price Data, 2023).
- Competencia global: Aunque Rusia y China enfrentan restricciones, otros productores como Marruecos (OCP Group) y Arabia Saudita (Ma’aden) están aumentando su capacidad de producción de DAP, lo que podría saturar el mercado y presionar los precios a la baja (Bloomberg Línea, 2025). Por otro lado, la adopción de tecnologías de captura de carbono en la producción de amoníaco está ganando terreno, en respuesta a las crecientes demandas de sostenibilidad en mercados como Europa. Sin embargo, estas iniciativas aún están en etapas iniciales en comparación con países como Qatar.
- Limitaciones logísticas: A pesar de la infraestructura avanzada, los cuellos de botella en puertos y ferrocarriles pueden retrasar las exportaciones, especialmente durante picos de demanda estacional (USDA, 2025).
- Inversiones de capital intensivas: La construcción de nuevas plantas o la modernización de las existentes requiere inversiones significativas, con costos que pueden superar los $500 millones por instalación (Mosaic Company, 2024).
Papel de Estados Unidos como exportador global y mercados objetivo
Estados Unidos aspira a consolidarse como uno de los principales exportadores de DAP, llenando las brechas dejadas por Rusia y China. En 2023, el país exportó aproximadamente el 60% de su producción de DAP, con un valor estimado de $1.4 mil millones (USDA, 2025).
Los principales mercados incluyen:
- India: Con una población de más de 1,4 mil millones y una agricultura intensiva, India es el mayor importador mundial de DAP, con un consumo anual de 10 millones de toneladas (FAO, 2024). Estados Unidos ha aumentado sus exportaciones a India en un 15% anual desde 2022, aprovechando las restricciones chinas.
- Brasil: Como potencia agrícola, Brasil depende de fertilizantes importados para cultivos como la soja y el maíz. En 2023, importó 800,000 toneladas de DAP desde Estados Unidos, consolidándolo como un socio estratégico (USDA, 2025).
- Sudeste asiático: Países como Vietnam e Indonesia, con economías agrícolas en crecimiento, han incrementado sus importaciones de DAP estadounidense debido a la urbanización y el aumento del consumo de proteínas (Fortune Business Insights, 2025).
- África subsahariana: Aunque es un mercado emergente, países como Nigeria y Kenia están aumentando su demanda de fertilizantes para mejorar la productividad agrícola, y Estados Unidos está posicionándose como proveedor confiable (FAO, 2024).
Uso de DAP en relaciones geopolíticas
El DAP no es solo un producto agrícola, sino también una herramienta de influencia geopolítica. Estados Unidos utiliza su posición como exportador para fortalecer alianzas y contrarrestar la influencia de competidores como China y Rusia.
Algunos ejemplos incluyen:
- Fortalecimiento de lazos con India: El suministro de DAP a India, especialmente tras las restricciones chinas, ha reforzado las relaciones bilaterales. En 2024, Estados Unidos firmó acuerdos comerciales que incluyen compromisos de suministro de fertilizantes a largo plazo, en un contexto de cooperación estratégica para contrarrestar la influencia china en Asia (Smith & Patel, 2024).
- Apoyo a América Latina: En Brasil y Argentina, el DAP estadounidense se utiliza para apoyar la producción de cultivos clave, fortaleciendo la posición de Estados Unidos en el hemisferio occidental frente a la creciente presencia china en la región (USDA, 2025).
- Presión sobre Rusia: Al llenar las brechas dejadas por las sanciones a Rusia, Estados Unidos reduce la dependencia global de fertilizantes rusos, debilitando su influencia económica en mercados clave (Bloomberg Línea, 2025).
- Mercados africanos emergentes: En África, el suministro de DAP se combina con programas de asistencia técnica agrícola, lo que permite a Estados Unidos ganar influencia en regiones donde China ha invertido fuertemente en infraestructura (FAO, 2024).
Retos y crecimiento del sector
El crecimiento del sector de DAP en Estados Unidos enfrenta retos estructurales y oportunidades de innovación:
- Sostenibilidad: La presión para reducir el impacto ambiental está impulsando inversiones en tecnologías de reciclaje de fosfoyeso y procesos de producción más limpios. Por ejemplo, Mosaic Company ha implementado tecnologías de captura de carbono en sus plantas de Florida, reduciendo emisiones en un 10% desde 2022 (Mosaic Company, 2024).
- Innovación tecnológica: Avances en la producción de DAP, como el uso de procesos de granulación más eficientes y la integración de inteligencia artificial para optimizar la cadena de suministro, están mejorando la competitividad (Fortune Business Insights, 2025).
- Volatilidad de precios: La dependencia de los precios internacionales del DAP, influenciados por factores como el clima, la geopolítica y la demanda agrícola, representa un riesgo. En 2025, el USDA proyecta una posible caída de precios si Marruecos y Arabia Saudita incrementan su producción (USDA, 2025).
- Competencia interna: La concentración de la producción en grandes empresas como Mosaic y Nutrien limita la entrada de nuevos actores, pero también fomenta la innovación para mantener la competitividad (USGS, 2024).
Rol de la energía y factores industriales
La producción de DAP es altamente dependiente de la energía, particularmente del gas natural, que se utiliza para producir amoníaco, un componente clave del DAP. En 2025, los precios del gas natural en Estados Unidos, aunque más bajos que en Europa ($4.50 vs. $10 por MMBtu), representan un costo significativo (EIA, 2025). Las empresas han mitigado este impacto mediante contratos a largo plazo y el uso de fuentes de energía renovable, como la solar y eólica, en plantas modernas.
Además, los avances tecnológicos, como la automatización y la digitalización, están transformando la industria. Por ejemplo, el uso de sensores IoT (Internet de las cosas) en plantas de procesamiento permite monitorear en tiempo real la calidad del DAP y optimizar los procesos, reduciendo costos en un 5-10% (Fortune Business Insights, 2025). Sin embargo, la dependencia de tecnologías avanzadas requiere una fuerza laboral capacitada, lo que plantea desafíos en regiones rurales donde se ubican las plantas.
Impacto de las políticas económicas y arancelarias de Estados Unidos en el mercado del fosfato diamónico (DAP): Análisis integral de implicaciones económicas, estratégicas, diplomáticas y geopolíticas
Las políticas económicas y arancelarias de Estados Unidos, especialmente bajo la administración de Donald Trump en 2025, han generado un entorno de incertidumbre en el comercio global, con implicaciones significativas para el mercado del DAP.
En particular, las políticas arancelarias anunciadas en 2025, que incluyen aranceles del 25% a importaciones de México, Canadá y otros países, y hasta el 125% a productos chinos, han generado tensiones comerciales significativas (FocusEconomics, 2025; IMF, 2025).
Estas medidas, descritas como parte de una "guerra arancelaria" o "guerra comercial", aunque defiendo que más bien deberíamos hablar en otros términos en este artículo, buscan reducir como justificación para las mismas la dependencia de bienes extranjeros y fortalecer la producción local, pero afectan directamente a las cadenas de suministro de fertilizantes. Los principales clientes de DAP estadounidense incluyen países agrícolas como India, Brasil, Australia y la Unión Europea, que dependen de importaciones para satisfacer sus necesidades agrícolas (Fortune Business Insights, 2025).
Impacto en los principales clientes del DAP estadounidense
Propongo un estudio de los efectos económicos, dividiéndolos en dos:
1) Efectos económicos directos: Los aranceles impuestos por Estados Unidos encarecen las importaciones de DAP y sus insumos (como la roca fosfórica), lo que afecta a los principales clientes de la siguiente manera:
- India: Como uno de los mayores importadores de DAP a nivel mundial, India depende de proveedores como Estados Unidos, Marruecos y China. Los aranceles estadounidenses, combinados con las restricciones chinas a las exportaciones de fertilizantes tras la crisis de COVID-19, han elevado los costos de importación (UNAV, 2023). Esto podría forzar a India a buscar alternativas en Rusia o renegociar la cuestión con China, además de ampliar contratos o mejorarlos con los productores clave del Golfo o Marruecos, pero todo pasaría por Rusia, China y árabes... eso, o reducir la aplicación de fertilizantes, afectando la productividad agrícola y la seguridad alimentaria (Gleeson, 2023). Creo que la respuesta se da sola y nos ubica en la genialidad estratégica de Donald Trump y su camarilla.
- Brasil: Brasil, un gigante agrícola, importa DAP para cultivos como la soja y el maíz. Los aranceles estadounidenses, junto con la retaliación de socios comerciales como Canadá y China, podrían interrumpir las cadenas de suministro y aumentar los precios internos, afectando la competitividad de las exportaciones agrícolas brasileñas (Real Instituto Elcano, 2024). La respuesta es replantear la cuestión con Rusia, China y árabes, con el fortalecimiento de los BRICS en términos absolutos. Hablamos de las exportaciones de Brasil y de seguridad alimentaria a escala de América Latina, de Brasil y del Mundo.
- Unión Europea: La UE ha reducido la aplicación de fertilizantes debido a políticas medioambientales y problemas de asequibilidad (UNAV, 2023). Los aranceles estadounidenses exacerban esta situación, elevando los costos de importación y obligando a los agricultores europeos a buscar proveedores alternativos o reducir el uso de DAP, lo que podría impactar negativamente la producción agrícola (Cordell et al., 2021). En la proximidad de la aplicación de la Agenda 2030, que implica consumir productos de proximidad y ante el potencial de una formación europea de producción de DAP a gran escala y mejorada... no tenemos alternativa. Hay que hacerlo sí o sí.
- Australia: Similar a la UE, Australia enfrenta presiones por los altos costos de los fertilizantes. Los aranceles podrían desviar la demanda hacia productores asiáticos o africanos, pero la logística y los costos asociados limitan la viabilidad de estas alternativas (Gleeson, 2023). China, podría estar planteándose este escenario y cerrando otra línea más alrededor de Australia.
2) Efectos en las cadenas de suministro: Los aranceles perturban las cadenas de suministro al aumentar los costos logísticos y fomentar medidas de represalia. Por ejemplo, Canadá ha impuesto aranceles de represalia por valor de 22,000 millones de dólares, y China ha aplicado un arancel del 10% a productos estadounidenses (FocusEconomics, 2025). Estas retaliaciones podrían limitar el acceso de Estados Unidos a insumos clave como la roca fosfórica, lo que encarecería la producción interna de DAP y afectaría a los clientes internacionales.
Posible paralelismo con el sector farmacéutico
Un caso comparable es el impacto de los aranceles en la industria farmacéutica, donde las exenciones arancelarias de 1994 protegían a los medicamentos de tasas elevadas. Sin embargo, los nuevos aranceles han encarecido los productos farmacéuticos importados, afectando a países como India, un proveedor clave para Estados Unidos. Este precedente sugiere que los aranceles sobre el DAP podrían aumentar los costos para los clientes, reducir la competitividad y generar inestabilidad en las cadenas de suministro agrícolas.
Alternativas al DAP y posibles proveedores
Dada la presión de los aranceles, los principales clientes de DAP estadounidense podrían buscar alternativas. Estas incluyen:
1) Sustitutos químicos
- Fosfato monoamónico (MAP): Similar al DAP, el MAP ofrece fósforo y nitrógeno, pero con una menor concentración de nitrógeno amoniacal. Es una alternativa viable, aunque menos utilizada (AgriBusiness Global, 2024).
- Superfosfato triple (TSP): El TSP proporciona fósforo sin nitrógeno, adecuado para suelos con necesidades específicas. Sin embargo, su producción es menos común y depende de los mismos insumos que el DAP (Profertil, 2020).
- Fitasa: Utilizada como suplemento en la alimentación animal, la fitasa reduce la necesidad de fosfatos en la agricultura al mejorar la absorción de fósforo en los cultivos (Fortune Business Insights, 2025). Sin embargo, su escalabilidad y costo limitan su adopción masiva.
2) Proveedores alternativos
Los principales productores de roca fosfórica y DAP que podrían reemplazar a Estados Unidos incluyen:
- Marruecos: Controla aproximadamente el 70% de las reservas mundiales de roca fosfórica y es un actor dominante en el mercado de fertilizantes (UNAV, 2023). La empresa estatal OCP (Office Chérifien des Phosphates) ha incrementado sus exportaciones tras la crisis de Ucrania, beneficiándose de la escasez global de fertilizantes (UNAV, 2023). Marruecos podría abastecer a clientes como India y Brasil, aunque los costos logísticos y las tensiones geopolíticas (como la disputa del Sáhara Occidental) podrían complicar las relaciones comerciales.
- China: Antes de las restricciones a las exportaciones, China era un proveedor clave de DAP. Aunque su capacidad de exportación se ha reducido, sigue siendo una alternativa para países asiáticos como India (UNAV, 2023).
- Rusia: Antes de las sanciones por la guerra en Ucrania, Rusia representaba el 15.1% de las exportaciones mundiales de fertilizantes. A pesar de las sanciones, sigue siendo un proveedor potencial para países no alineados con Occidente, aunque las restricciones logísticas y políticas limitan su alcance (UNAV, 2023).
- Arabia Saudita y Jordania: Estos países están emergiendo como productores de fertilizantes fosfatados, aunque su capacidad es limitada en comparación con Marruecos y China (Jasinski, 2021).
3) Innovaciones y sostenibilidad
La búsqueda de alternativas también incluye enfoques sostenibles, como el reciclaje de fósforo a través de compost y biofertilizantes, y la agricultura de precisión para optimizar el uso de fertilizantes (AgriBusiness Global, 2024; Cordell et al., 2021). Proyectos como el Recap Project en Europa y el STEPS Center en Estados Unidos están desarrollando soluciones para una economía circular del fósforo, aunque estas tecnologías aún no son escalables a nivel global (Amelica, 2022).
Implicaciones geopolíticas
Podemos distinguir las siguientes:
1) Reconfiguración del comercio global
Los aranceles estadounidenses están reconfigurando el comercio global de fertilizantes, fortaleciendo la posición de productores como Marruecos. La creciente influencia de Marruecos en el mercado de fosfatos le otorga un papel estratégico en la seguridad alimentaria global, lo que podría traducirse en un mayor poder diplomático, especialmente en la disputa del Sáhara Occidental (UNAV, 2023). Por ejemplo, Marruecos ha utilizado su control sobre los fosfatos para negociar acuerdos comerciales y políticos con países africanos y europeos, consolidando su soft power.Por otro lado, la dependencia de China y Rusia como proveedores alternativos podría alinear a países como India y Brasil con bloques no occidentales, desafiando la influencia estadounidense en el comercio global (Real Instituto Elcano, 2024). Este cambio podría intensificar la rivalidad entre Estados Unidos y China, especialmente en América Latina, donde China está aumentando su presencia comercial (Real Instituto Elcano, 2024).
2) Impacto en el soft power estadounidense
El soft power de Estados Unidos, basado en su capacidad para influir a través de la cooperación económica y la estabilidad comercial, podría verse erosionado por las políticas arancelarias. La percepción de Estados Unidos como un socio comercial impredecible, combinada con la incertidumbre generada por las medidas proteccionistas, podría alejar a aliados tradicionales como la UE y Brasil, quienes podrían buscar relaciones más estables con Marruecos o China (IMF, 2025). Además, la retaliación arancelaria de países como Canadá y China podría debilitar la posición de Estados Unidos como líder económico global, afectando su capacidad para moldear la agenda internacional (FocusEconomics, 2025).
3) Implicaciones diplomáticas
Las tensiones arancelarias podrían complicar las relaciones diplomáticas con socios clave del TMEC (México y Canadá) y con la UE, que han expresado su rechazo a las medidas proteccionistas (EY, 2025). México, por ejemplo, ha propuesto diversificar sus mercados y fortalecer acuerdos comerciales con Asia para reducir su dependencia de Estados Unidos (SGLUSA, 2025). Esta reorientación podría debilitar la integración económica de América del Norte y limitar la influencia diplomática estadounidense en la región.
Implicaciones económicas, estratégicas y diplomáticas adicionales
1) Económicas:
- Inflación: Los aranceles han elevado las proyecciones de inflación en Estados Unidos en aproximadamente un punto porcentual, afectando los costos de producción y consumo de fertilizantes (IMF, 2025). Esto podría traducirse en precios más altos para los alimentos, impactando a los consumidores globales.
- Desaceleración del crecimiento: La reducción del crecimiento en China (4%) y la UE (0.8%) debido a los aranceles podría disminuir la demanda global de DAP, afectando a productores estadounidenses (IMF, 2025).
- Nearshoring: México está aprovechando el nearshoring para atraer industrias desde Asia, pero los aranceles podrían desincentivar esta tendencia, afectando la producción de fertilizantes en la región (Nowports, 2025).
2) Estratégicas:
- Seguridad alimentaria: La interrupción en el suministro de DAP podría amenazar la seguridad alimentaria en países dependientes de importaciones, como India y Brasil, lo que podría generar tensiones sociales y políticas (Cordell et al., 2015).
- Concentración de recursos: La dependencia de Marruecos y China para la roca fosfórica y el DAP resalta la vulnerabilidad del mercado ante perturbaciones geopolíticas, incentivando la diversificación de proveedores (AgriBusiness Global, 2024).
3) Diplomáticas:
- Negociaciones comerciales: La suspensión temporal de aranceles hasta agosto de 2025 ofrece una ventana para negociaciones, pero la incertidumbre persiste (SGLUSA, 2025). Países como México y Canadá están fortaleciendo su cooperación para contrarrestar las políticas estadounidenses, lo que podría debilitar la posición de Estados Unidos en el TMEC (Xataka, 2024).
- Alineaciones globales: La reorientación de los flujos comerciales hacia China y Marruecos podría fortalecer bloques alternativos, desafiando la hegemonía económica estadounidense (Real Instituto Elcano, 2024). Y este es un elemento absolutamente vital.
Conclusión de la sección
En definitiva, las políticas económicas y arancelarias de Estados Unidos en 2025, caracterizadas por aranceles elevados y medidas proteccionistas, tienen un impacto significativo en el mercado del fosfato diamónico (DAP). Los principales clientes, como India, Brasil, la UE y Australia, enfrentan costos más altos y disrupciones en las cadenas de suministro, lo que los impulsa a buscar alternativas como el MAP, el TSP o el reciclaje de fósforo. Proveedores como Marruecos, China y, en menor medida, Rusia y países del Medio Oriente, podrían llenar el vacío dejado por Estados Unidos, aunque enfrentan limitaciones logísticas y geopolíticas.
Geopolíticamente, estas políticas fortalecen a actores como Marruecos, mientras debilitan el soft power estadounidense al generar percepciones de inestabilidad comercial. Las implicaciones económicas incluyen inflación, desaceleración del crecimiento y amenazas a la seguridad alimentaria, mientras que las consecuencias estratégicas y diplomáticas apuntan a una reconfiguración del comercio global y tensiones con socios clave. Para mitigar estos impactos, los países afectados deben diversificar sus fuentes de suministro, invertir en tecnologías sostenibles y negociar acuerdos comerciales que reduzcan la dependencia de Estados Unidos.
Qatar
Qatar es un productor importante de fertilizantes, especialmente de DAP, a través de Qatar Fertiliser Company (QAFCO), una de las mayores empresas de fertilizantes del mundo. Fundada en 1969, QAFCO ha sido un pilar en la producción de amoníaco y urea, pero también ha incrementado su capacidad de producción de DAP en respuesta a las dinámicas del mercado global. El DAP, compuesto principalmente por fosfatos de amonio (18% nitrógeno y 46% fósforo), es un fertilizante esencial para la agricultura mundial, utilizado para mejorar el crecimiento de cultivos en suelos deficientes en fósforo. La industria del DAP en Qatar se beneficia de la abundancia de gas natural, un insumo crítico para la producción de amoníaco, que a su vez es necesario para fabricar DAP. La posición de Qatar como uno de los mayores productores de gas natural (con reservas estimadas en 24,7 trillones de metros cúbicos en el campo North Field, según el Banco Mundial, 2023) le otorga una ventaja competitiva en costos de producción, especialmente en un contexto de altos precios energéticos globales.
QAFCO ha invertido significativamente en la expansión de su capacidad de producción de fertilizantes, incluyendo el DAP. En 2022, la empresa operaba seis plantas de amoníaco y seis de urea, con una capacidad combinada de más de 5.6 millones de toneladas métricas de fertilizantes por año, de las cuales una proporción creciente corresponde a DAP y otros fertilizantes fosfatados. Según el Informe Anual de QAFCO (2023), la empresa ha diversificado su cartera de productos para incluir fertilizantes complejos como el DAP, respondiendo a la creciente demanda global.En 2024, Qatar anunció planes para aumentar su producción de fertilizantes en un 10% para 2030, con un enfoque en fertilizantes fosfatados como el DAP, aprovechando la infraestructura existente y los nuevos proyectos de expansión en el campo North Field. Este aumento está alineado con la estrategia de diversificación económica de Qatar, que busca reducir la dependencia de los hidrocarburos mediante el fortalecimiento de industrias derivadas, como los fertilizantes.
La guerra en Ucrania (iniciada en febrero de 2022) y las restricciones de exportación de fertilizantes de Rusia y China han creado una brecha en el suministro global de DAP. Rusia, que representaba aproximadamente el 15% de las exportaciones mundiales de fertilizantes fosfatados, enfrentó sanciones que limitaron su acceso a mercados europeos y otros. China, por su parte, impuso restricciones a las exportaciones de DAP en 2021 y 2022 para priorizar su mercado interno, reduciendo su oferta global en un 30% (FAO, 2022). Esto elevó los precios del DAP a niveles récord de más de 700 USD/tonelada en 2022, según el Índice de Precios de Fertilizantes del Banco Mundial.Qatar, junto con otros productores como Marruecos y Estados Unidos, ha llenado esta brecha. En 2023, QAFCO reportó un aumento del 20% en las exportaciones de fertilizantes fosfatados, con destinos clave en Asia (India, Pakistán) y América Latina (Brasil), regiones con alta demanda agrícola. Europa también ha emergido como un mercado creciente para el DAP qatarí, especialmente tras la reducción de importaciones rusas.
Qatar ha invertido en tecnologías para mejorar la eficiencia de la producción de DAP y reducir su impacto ambiental. Por ejemplo, QAFCO ha implementado procesos de captura de carbono en sus plantas de amoníaco, lo que reduce las emisiones asociadas con la producción de fertilizantes. Además, la empresa ha adoptado tecnologías de granulación avanzadas que mejoran la calidad y solubilidad del DAP, haciéndolo más competitivo en el mercado global (QAFCO Sustainability Report, 2023).
Factores que influyen en la relevancia de Qatar en la industria del DAP
Acceso a gas natural a bajo costo
El gas natural es un insumo crítico para la producción de amoníaco, que constituye aproximadamente el 20% de los costos de producción del DAP. Qatar, con un costo de producción de gas natural estimado en 0,5-1 USD/MMBtu (en comparación con 5-10 USD/MMBtu en Europa en 2022), tiene una ventaja competitiva significativa. Esto permite a QAFCO producir DAP a costos más bajos que los competidores europeos, cuya producción se vio afectada por los altos precios del gas tras la guerra en Ucrania.
Disrupciones en el suministro global
La reducción de exportaciones de Rusia y China ha sido un factor clave. Rusia, que exportaba alrededor de 7 millones de toneladas de fertilizantes fosfatados al año antes de 2022, vio una caída del 40% en sus exportaciones debido a sanciones y restricciones logísticas (USDA, 2023). China, por su parte, exportó solo 3,5 millones de toneladas de DAP en 2022, frente a 5 millones en 2020 (FAO, 2023). Qatar, junto con Marruecos y Estados Unidos, ha capturado una porción significativa de este mercado, con QAFCO aumentando su cuota de exportaciones globales de DAP del 5% en 2020 al 8% en 2023 (estimación basada en datos de la International Fertilizer Association).
Demanda global de fertilizantes
La demanda global de DAP ha crecido debido al aumento de la población y la necesidad de mejorar la productividad agrícola. Según la FAO, la demanda de fertilizantes fosfatados aumentará un 2,4% anual hasta 2030, impulsada por mercados emergentes como India y Brasil. Qatar, con su infraestructura de exportación bien desarrollada (puertos como Mesaieed y Ras Laffan), está bien posicionada para atender esta demanda.
Estrategia de diversificación económica
La Visión Nacional 2030 de Qatar prioriza la diversificación económica, y la industria de fertilizantes es un componente clave. Las inversiones en QAFCO y la colaboración con socios internacionales, como Yara International, han fortalecido la capacidad de Qatar para producir y exportar DAP. En 2023, QAFCO firmó un memorando de entendimiento con Yara para desarrollar fertilizantes de baja huella de carbono, lo que refuerza la competitividad de Qatar en mercados que valoran la sostenibilidad, como Europa.
Infraestructura logística y acceso a mercados
Qatar cuenta con una infraestructura portuaria avanzada y una ubicación estratégica que facilita el acceso a mercados asiáticos, africanos y europeos. En 2023, el puerto de Mesaieed manejó 1,2 millones de toneladas de fertilizantes exportados, un aumento del 15% respecto a 2021 (Qatar Ports Management Company, 2023). Esto permite a Qatar responder rápidamente a las necesidades del mercado global.
La competencia potencial de Noruega y una eventual alianza nórdica al respecto con potencial transformador en Europa y más allá
Cabe pensar en una competencia inesperada y con una serie de fuertes capacidades en Noruega, en cuanto a acceso a mercado europeo se refiere.
El descubrimiento de un yacimiento de 70.000 millones de toneladas en Noruega podría desafiar la hegemonía marroquí a largo plazo (Data Bridge Market Research, 2024). Y es que Noruega cuenta con una infraestructura energética altamente sostenible, con un sistema eléctrico que se alimenta en un 98% de fuentes renovables, principalmente hidroeléctrica (BBVA, 2025). La producción de DAP requiere, como ya he explicado, grandes cantidades de energía, especialmente para la síntesis de amoníaco, un componente clave del fertilizante.
La disponibilidad de energía renovable a bajo costo en Noruega reduce los costos operativos y permite la producción de DAP con una huella de carbono más baja, lo que es atractivo para los mercados europeos que priorizan la sostenibilidad (Yara España, 2021). Además, el acceso a nitrógeno atmosférico y la capacidad para producir hidrógeno verde mediante electrólisis refuerzan la viabilidad de producir amoníaco verde, un precursor del DAP (Iberdrola, s.f.).
Otra fortaleza de Noruega es que es un líder mundial en la producción de amoníaco, con empresas como Yara International, que tiene más de un siglo de experiencia en la fabricación de químicos nitrogenados (Yara España, 2019). Yara ha anunciado planes para construir una planta de amoníaco verde en Porsgrunn, Noruega, con una capacidad de 500.000 toneladas por año, lo que demuestra la capacidad técnica y la infraestructura existente para producir los precursores del DAP de manera sostenible (Yara España, 2021). Esta experiencia se traduce en procesos optimizados y tecnologías avanzadas, como la limpieza catalítica para reducir emisiones de óxido nitroso (N₂O), lo que mejora la competitividad en el mercado europeo, donde las regulaciones ambientales son estrictas (Yara España, 2018).
Adicionalmente, aunque Noruega no es miembro de la Unión Europea, forma parte del Espacio Económico Europeo (EEE) desde 1994, lo que le otorga acceso preferencial al mercado interior de la UE. El Acuerdo del EEE permite la libre circulación de bienes, servicios, personas y capitales, facilitando la exportación de DAP hacia los países de la UE, que representan el 77% de las exportaciones noruegas (Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, s.f.). Este acceso es crucial, ya que la UE es el principal mercado para fertilizantes como el DAP, utilizado ampliamente en la agricultura europea (Yara España, 2018). Además, acuerdos bilaterales recientes entre la UE y Noruega han liberalizado aún más el comercio de productos agrícolas, fortaleciendo la posición de Noruega como proveedor confiable (Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, s.f.).
Además, Noruega cuenta con una infraestructura logística bien desarrollada, incluyendo puertos estratégicos que facilitan el transporte marítimo de fertilizantes hacia Europa. La experiencia de Yara en la gestión de la cadena de suministro de amoníaco y fertilizantes asegura una distribución eficiente (Yara España, 2019). La proximidad geográfica a los mercados europeos reduce los costos de transporte y los tiempos de entrega, lo que es una ventaja competitiva frente a productores de otras regiones, como Asia o América. Además, la certificación de sus instalaciones con estándares internacionales (ISO 9001, ISO 14001 e ISO 45001) garantiza la calidad y seguridad de los productos, lo que es un requisito clave para el mercado europeo (Yara España, 2019).
Tampoco debemos olvidar que el mercado europeo está cada vez más orientado hacia productos sostenibles, y Noruega está bien posicionada para satisfacer esta demanda. La producción de DAP a partir de amoníaco verde, utilizando energía renovable, alinea a Noruega con las metas de descarbonización de la UE, como el plan RePowerEU, que busca incorporar hidrógeno y derivados renovables (Iberdrola, s.f.). Este enfoque sostenible no solo mejora la aceptación del DAP noruego en el mercado europeo, sino que también permite a los productores beneficiarse de incentivos y regulaciones favorables en la UE.
Y debemos contar con que la industria minera de Noruega, que incluye la extracción de titanio y grafito, podría adaptarse para explotar depósitos de roca fosfórica, un insumo clave para el DAP. Además, la experiencia en la producción de nitrato de calcio (Norgessalpeter) en Noruega, como se desarrolló históricamente en Notodden y Porsgrunn, sugiere una capacidad para manejar procesos químicos complejos relacionados con fertilizantes. La combinación de estos recursos con la infraestructura existente facilita la producción integrada de DAP.
Por otro lado, una alianza entre Noruega, Suecia, Dinamarca y Finlandia para producir DAP tiene un potencial significativo debido a las fortalezas complementarias de estos países nórdicos y su tradición de cooperación a través del Consejo Nórdico. A continuación, voy a tratar de explorar las posibilidades y beneficios de esta alianza:
- Complementariedad de recursos y capacidades:
- Noruega: Aporta el suministro masivo de fosfato y su experiencia en la gestión de recursos naturales, así como energía renovable para la producción (Sostenibilidad.com, 2020).
- Suecia: Tiene una industria química avanzada y experiencia en metalurgia, lo que podría contribuir al procesamiento de fosfatos y la producción de DAP.
- Dinamarca: Es líder en innovación en energías renovables, especialmente eólica (47% de su electricidad en 2019), y podría proporcionar tecnologías para optimizar la producción de DAP con bajas emisiones (Sostenibilidad.com, 2020).
- Finlandia: Destaca en economía circular y tecnologías sostenibles, con iniciativas como Sitra que podrían aplicarse al reciclaje de subproductos en la producción de DAP (Sostenibilidad.com, 2020).
- Fortalecimiento de la cooperación nórdica:
El Consejo Nórdico, que incluye a Noruega, Suecia, Dinamarca, Finlandia e Islandia, promueve la cooperación en áreas como la transición verde y la sostenibilidad (Sostenibilidad.com, 2020). Una alianza para la producción de DAP podría integrarse en estas prioridades, con objetivos conjuntos para reducir la dependencia de la UE de importaciones de fosfato y fortalecer la seguridad alimentaria a través de fertilizantes. - Acceso al mercado europeo:
Suecia, Dinamarca y Finlandia son miembros de la UE, lo que complementa el acceso de Noruega al mercado interior a través del EEE. Esta combinación facilita la distribución de DAP en Europa sin restricciones, ya que los países nórdicos representan un bloque económico estable con una mentalidad orientada a la exportación (FundsPeople, 2020). Además, el 77% de las exportaciones noruegas ya se dirigen a la UE, lo que demuestra una integración comercial sólida. - Sinergias en investigación y desarrollo (I+D):
Los países nórdicos lideran en innovación y sostenibilidad, con instituciones como State of Green en Dinamarca y Sitra en Finlandia (Sostenibilidad.com, 2020). Una alianza podría canalizar recursos hacia el desarrollo de tecnologías avanzadas para la producción de DAP, como procesos de bajo carbono o el uso de amoníaco verde, en el que Noruega ya está invirtiendo (ICEX, s.f.). - Reducción de la dependencia de terceros países:
La UE busca diversificar sus fuentes de materias primas críticas, y una alianza nórdica podría posicionar a la región como un proveedor estratégico de DAP, reduciendo la dependencia de Marruecos (50.000 millones de toneladas de reservas) y otros países (Atalayar, 2023). Esto es especialmente relevante en el contexto de la Ley de Materias Primas Críticas de la UE, que fomenta la cooperación para garantizar el suministro. - Desafíos de la alianza:
- Competencia interna: Las industrias químicas de Suecia y Finlandia podrían competir con Noruega por el liderazgo en la producción de DAP, lo que requeriría acuerdos claros sobre roles y beneficios. Caso de Yara (Noruega) y Kemira (Finlandia).
- Inversión inicial: La extracción y procesamiento de fosfatos requiere una inversión significativa en infraestructura, lo que podría generar tensiones si los países no acuerdan un modelo de financiación equitativo. La construcción de plantas de procesamiento de DAP requiere miles de millones de euros, lo que podría exigir financiamiento conjunto o apoyo de la UE.
- Diferencias regulatorias: Aunque Noruega participa en el EEE, su no pertenencia a la UE podría complicar la armonización de regulaciones para la producción y distribución.
Varias empresas europeas, incluidas algunas con operaciones en los países nórdicos, ya están activas en el sector de fertilizantes o podrían participar en la cadena de valor del DAP. A continuación, detallo las principales agrupándolas en:
a. Empresas nórdicas relevantes
- Yara International (Noruega):
- Rol actual: Líder mundial en fertilizantes nitrogenados, con experiencia en fosfatos y DAP. Yara ya opera minas de fosfatos en Finlandia (Siilinjärvi) y tiene una red de distribución global.
- Potencial: Podría asociarse con Norge Mining para procesar los fosfatos noruegos y liderar la producción de DAP, aprovechando su infraestructura existente.
- Interdependencia: Yara podría colaborar con empresas suecas y finlandesas para optimizar procesos químicos y con danesas para distribución en mercados agrícolas.
- Kemira (Finlandia):
- Rol actual: Produce químicos para agricultura, incluidos productos relacionados con fertilizantes. Tiene experiencia en soluciones sostenibles.
- Potencial: Podría desarrollar tecnologías para el procesamiento de fosfatos o el tratamiento de residuos mineros.
- Interdependencia: Podría trabajar con Yara o Nouryon en procesos químicos avanzados.
- Nouryon (Suecia):
- Rol actual: Fabricante de químicos industriales, con experiencia en productos para la agricultura.
- Potencial: Podría suministrar químicos necesarios para la producción de DAP o participar en la gestión de subproductos.
- Interdependencia: Complementaría las capacidades de Yara y Kemira en la cadena de valor.
- LKAB (Suecia):
- Rol actual: Especializada en minería de hierro, pero con experiencia en técnicas de extracción sostenibles.
- Potencial: Podría asesorar a Norge Mining en minería responsable o participar en proyectos conjuntos.
- Interdependencia: Su experiencia podría integrarse con la de Norge Mining para cumplir con regulaciones ambientales.
- DLG Group (Dinamarca):
- Rol actual: Cooperativa agrícola líder en Dinamarca, enfocada en la distribución de insumos agrícolas.
- Potencial: Podría actuar como distribuidor clave de DAP en el mercado nórdico y europeo.
- Interdependencia: Conectaría la producción nórdica con los mercados agrícolas europeos.
b. Empresas europeas no nórdicas con vínculos o interés potencial
- Fertiberia (España):
- Rol actual: Uno de los mayores productores de fertilizantes en Europa, con experiencia en DAP y otros fertilizantes fosfatados. Pertenece al grupo Triton Partners y opera plantas en España y Argelia.
- Potencial: Fertiberia podría asociarse con Yara o Norge Mining para importar fosfatos noruegos o establecer plantas de procesamiento conjuntas. Su experiencia en producción de DAP la convierte en un socio natural.
- Interdependencia: Fertiberia podría beneficiarse de un suministro estable de fosfatos noruegos, reduciendo su dependencia de importaciones africanas. A cambio, aportaría su red de distribución en el sur de Europa. De hecho, Fertiberia ya colabora con Yara en proyectos de sostenibilidad, como la producción de fertilizantes verdes.
- EuroChem (Suiza, con operaciones en Europa):
- Rol actual: Productor global de fertilizantes, con plantas en Europa (por ejemplo, Lituania y Bélgica).
- Potencial: Podría interesarse en los fosfatos noruegos para diversificar sus fuentes de suministro, especialmente tras las sanciones a Rusia.
- Interdependencia: EuroChem podría colaborar con Yara o Fertiberia en la distribución de DAP en Europa central y oriental.
- BASF (Alemania):
- Rol actual: Gigante químico con divisiones agrícolas que incluyen fertilizantes y soluciones para cultivos.
- Potencial: BASF podría participar en el desarrollo de fertilizantes avanzados derivados de fosfatos noruegos, enfocándose en productos de alto valor añadido.
- Interdependencia: Su experiencia en I+D podría complementar los esfuerzos nórdicos en sostenibilidad.
c. Otras empresas europeas con interés potencial
- K+S (Alemania): Productor de fertilizantes potásicos, podría diversificar su cartera con DAP si se asocia con empresas nórdicas.
Modelo de alianza y oportunidades específicas que propongo
- Joint ventures: Propongo que empresas como Yara, Kemira y Fertiberia podrían formar una joint venture con Norge Mining para construir plantas de procesamiento de DAP en Noruega o en otros países nórdicos, aprovechando la energía limpia y la proximidad al yacimiento.
- Distribución regional: DLG Group (Dinamarca) y Fertiberia (España) podrían liderar la distribución en el norte y sur de Europa, respectivamente, creando una red logística eficiente.
- Sostenibilidad: La alianza podría enfocarse en producir DAP “verde” (con baja huella de carbono), atrayendo fondos de la UE para proyectos alineados con el Pacto Verde Europeo.
- I+D colaborativo: Universidades e instituciones, junto con empresas, podrían desarrollar fertilizantes más eficientes o métodos para reciclar subproductos como el fosfoyeso en una gran estrategia europea.
No obstante, hay también un potencial interés en mantener por parte de la UE ciertas importaciones, por ejemplo de Qatar o Marruecos, potencialmente de Estados Unidos; además de matizar a China; y, quizás, si se diera un encaje político en otra situación interna y externa, hasta de Rusia.
Impacto de la Agenda 2030 en la Expansión del Mercado Europeo de DAP: Fomentando la Producción de Alimentos de Proximidad frente a la Importación
La Agenda 2030, adoptada por las Naciones Unidas en 2015, incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entre los cuales el ODS 2 ("Hambre Cero") y el ODS 12 ("Producción y Consumo Responsables") son particularmente relevantes para la producción agrícola y la seguridad alimentaria (United Nations, 2015). En la UE, estas metas se alinean con políticas como el Pacto Verde Europeo y la Estrategia "De la Granja a la Mesa", que buscan transformar los sistemas agroalimentarios hacia modelos más sostenibles y resilientes (European Commission, 2020). Un componente crítico de esta transformación es la promoción de la producción de alimentos de proximidad, que reduce las emisiones asociadas al transporte, fortalece las economías locales y disminuye la dependencia de importaciones.
La UE, que depende en gran medida de importaciones de fosfatos, enfrenta desafíos relacionados con la volatilidad de precios y la seguridad de suministro (European Commission, 2017).
La Agenda 2030, específicamente el ODS 2, busca poner fin al hambre y promover la agricultura sostenible para 2030. En la UE, esto se traduce en políticas que fomentan la producción local de alimentos para garantizar el acceso a alimentos nutritivos y reducir la inseguridad alimentaria (FAO, 2024). La Estrategia "De la Granja a la Mesa" establece metas específicas, como reducir el uso de pesticidas en un 50% y aumentar la agricultura ecológica al 25% de las tierras agrícolas para 2030 (European Commission, 2020).
La producción de alimentos de proximidad reduce la dependencia de importaciones, que representan un costo significativo para la UE (2,1 billones de USD en 2024, según FAO, 2025). Al priorizar cultivos locales, la UE puede mitigar los riesgos asociados con interrupciones en las cadenas de suministro globales, como las causadas por conflictos geopolíticos o fenómenos climáticos extremos (FAO, 2025). Además, la producción local reduce las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas al transporte, alineándose con el ODS 13 ("Acción por el Clima").
En la UE, el uso de fertilizantes inorgánicos, incluidos los fosfatos, alcanzó los 185 millones de toneladas de nutrientes en 2022, un 37% más que en 2000 (FAO, 2024). El aumento de la producción agrícola local, impulsado por las políticas de la Agenda 2030, incrementará la demanda de DAP, especialmente en cultivos intensivos como cereales, que representarán el 40% del consumo humano directo para 2034 (OCDE-FAO, 2025).
La producción de alimentos de proximidad requiere mejoras en la productividad agrícola, lo que implica un uso eficiente de fertilizantes. El DAP, al ser versátil y altamente biodisponible, es ideal para cultivos de alto rendimiento, como trigo y maíz, que son prioritarios en la UE para reducir importaciones (FAO, 2025). Sin embargo, la UE enfrenta una dependencia del 90% de importaciones de roca fosfórica, principalmente de Marruecos, Rusia y China (European Commission, 2017). Esta dependencia plantea riesgos de suministro y volatilidad de precios, lo que subraya la necesidad de estrategias para fortalecer el mercado interno de DAP.
Las políticas de la UE alineadas con la Agenda 2030 pueden impulsar el mercado de DAP de varias maneras:
- Inversiones en Agricultura Sostenible: La Política Agrícola Común (PAC) 2023-2027 destina el 40% de su presupuesto a medidas climáticas y ambientales, incluyendo subsidios para prácticas agrícolas que mejoren la productividad del suelo (European Commission, 2023). Estas inversiones incentivarán el uso de fertilizantes como el DAP para maximizar rendimientos en sistemas sostenibles.
- Reducción de la Huella de Carbono: La Estrategia "De la Granja a la Mesa" promueve cadenas de suministro cortas, lo que aumenta la producción local de alimentos. Esto requiere un uso intensivo de fertilizantes en áreas agrícolas de la UE, incrementando la demanda de DAP (European Commission, 2020).
- Innovación y Reciclaje de Fosfatos: La UE está invirtiendo en tecnologías para reciclar fósforo de residuos agrícolas y aguas residuales, lo que podría reducir la dependencia de importaciones de roca fosfórica (European Commission, 2017). Proyectos como el Programa Horizonte Europa financian investigaciones para desarrollar fertilizantes más sostenibles, incluyendo DAP producido localmente.
- Seguridad Alimentaria y Resiliencia: La Agenda 2030 enfatiza la resiliencia frente a crisis globales. La producción local de alimentos, apoyada por un suministro estable de DAP, reduce la vulnerabilidad de la UE a interrupciones en el comercio internacional (FAO, 2025).
Principales importadores de DAP
Veamos en detalle a los tres principales importadores de DAP a escala global: India, Bangladesh y Estados Unidos.
India: origen de sus importaciones recientes de DAP
Durante el ejercicio fiscal abril 2024 – marzo 2025, India importó aproximadamente 4,57 millones de toneladas de DAP, frente a los 5,567 Mt del año anterior y un promedio de 5,6 Mt/año entre 2020–24.
El mayor proveedor fue Arabia Saudita (a través de Ma’aden), con 41.6 % del total importado en FY25, superando significativamente al 28.3 % de FY24 .
China redujo drásticamente sus envíos: representaba alrededor del 18.5 % de las importaciones en FY25, y prácticamente no exportó DAP a India durante los primeros cinco meses de 2025, en el contexto de las tensiones geopolíticas alrededor de su competencia en el sur de Asia y Asia Central, lo que incluye el conflicto entre Pakistán e India, y la cuestión de la sucesión del Dalai Lama.
El resto de las importaciones provino de países como: Marruecos (~22,5%), Rusia (~5,9 %), Jordania (~5,2 %),
País exportador | Participación aproximada (%) | Comentarios |
---|---|---|
Arabia Saudita | ~41.6 % | Principal proveedor |
China | ~18.5 % | En declive, prácticamente cero envíos en primeros cinco meses de 2025 |
Marruecos | ~22.5 % | Crecimiento notable en FY25 |
Rusia | ~5.9 % | Participación estable |
Jordania | ~5.2 % | Inclusión como proveedor relevante |
Kenya | ~? 10–15 % estimado (volumen) | 26 % de envíos documentados en TTM por Volza, circa 2023‑24 |
Otros países menores | <5 % | Incluye Australia, Irán y otros exportadores esporádicos |
Bangladesh: principales proveedores de DAP
Bangladesh importa la mayor parte de su DAP desde Marruecos, Arabia Saudí y China.
A destacar el hecho de que en diciembre de 2024, Bangladesh concretó un acuerdo con Arabia Saudí (Ma’aden) para importar 1,2 millones de toneladas de DAP durante dos años (600.000 t en 2024 y 600.000 t en 2025) a un precio cercano a los 743 USD por tonelada. Además, el acuerdo incluye el suministro de 400.000 toneladas anuales hasta 2026, con capacitación técnica para agricultores e infraestructura de almacenamiento aportada por Ma’aden.
Marruecos ha mostrado un crecimiento especialmente fuerte en ventas a Bangladesh durante 2012‑2024, manteniéndose como uno de los principales proveedores.
Estados Unidos: origen de sus importaciones de DAP
En 2024, Estados Unidos importó aproximadamente 1,3 millones de toneladas de fosfato diamónico, un aumento del 3 % respecto al año anterior. Arabia Saudita fue el proveedor dominante, representando cerca del 54 % del valor total de las importaciones de DAP, seguido por Jordania (≈ 21 %) y Egipto (≈ 10 %). Datos anteriores de 2023‑24 también indican que Estados Unidos importó DAP principalmente desde China, Rusia y Corea del Sur.
Conclusiones sobre DAP
Entre sus ventajas más notables destacan su rápida disponibilidad para las plantas, su fácil manejo y su capacidad para mezclarse con otros fertilizantes. Sin embargo, es importante tener ciertas precauciones: un uso excesivo puede generar desequilibrios nutricionales en el suelo, y en suelos muy alcalinos el fósforo puede volverse menos disponible debido a reacciones químicas con otros elementos. Asimismo, no se recomienda mezclar DAP con fertilizantes que contengan calcio o magnesio, ya que puede formar precipitados.
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