Tras un turbulento 2021 para Bulgaria, con el récord de tres elecciones legislativas celebradas en un año y dos intentos fallidos de formar un gobierno que funcionara, dos graduados de Harvard, Kiril Petkov y Assen Vassilev, del recién creado partido "Continuamos el Cambio" (PP), ganaron las elecciones del 14 de noviembre. Poco después consiguieron presentar una ecléctica coalición cuatripartita contra el GERB, con Bulgaria Democrática, Existe Tal Pueblo y el Partido Socialista Búlgaro. Tras intensas conversaciones, se cerró un acuerdo de coalición y, con una votación en la Asamblea Nacional el 13 de diciembre, Kiril Petkov se convirtió en el nuevo primer ministro de Bulgaria. Pero, ¿qué se puede decir de su entrada en el poder?

Kiril Petkov (izq.) y Assen Vassilev, educados en Harvard, son los rostros del nuevo partido "Continuamos el Cambio" (PP). Fuente

De empresarios a políticos

Los recién llegados a la política Petkov y Vassilev, ambos con un MBA en Harvard, fueron respectivamente ministro de Economía y ministro de Finanzas en el primer gobierno provisional de 2021, formado por el Presidente Rumen Radev. Con experiencia en la enseñanza de la macroeconomía, Petkov y Vassilev también han tenido éxito en el ámbito empresarial: Petkov es director general y fundador de una empresa de probióticos veganos, y Vassilev, director general de una plataforma de venta al por menor en el sector de la aviación. Su trayectoria empresarial será sin duda determinante para el rumbo de Bulgaria en los próximos años.

En las semanas siguientes a los resultados de las elecciones de noviembre, Kiril Petkov y Assen Vassilev mostraron algo que los búlgaros necesitaban: la voluntad de dialogar con los demás actores políticos. "Continuamos el Cambio" organizó 18 grupos de trabajo sobre diversos sectores con representantes de sus futuros socios de coalición. La ronda inicial de reuniones se retransmitió en línea y demostró una cosa: la determinación de "Continuamos el Cambio" de alcanzar un consenso. En numerosas ocasiones, Petkov se refirió al acuerdo de coalición como "el contrato", lo que dice mucho de su mentalidad empresarial al entrar en política. A lo largo de las reuniones, Petkov y Vassilev parecían más un árbitro y un balanceador, que un actor político que impulsase su propia agenda. Esto suscitó preocupación por la falta de posicionamiento propio. A menudo repetían frases sobre el mantenimiento de las políticas de la UE o la realización de análisis adicionales. En efecto, hay espacio para la preocupación cuando se trata de la falta de experiencia general de su equipo, ya que Petkov y Vassilev tuvieron que elaborar rápidamente una lista de personas para presentarse a las elecciones. Pero al final, su apertura al diálogo y su olfato negociador les han dado los resultados que querían: un gobierno de coalición.

¿Traer el cambio?

"Realmente creemos que hay que erradicar la corrupción por completo", dijo Petkov en una entrevista en enero de 2022.

En un país cuyo crecimiento está lastrado por la corrupción y el crimen organizado desde hace décadas, lo que ha alejado del país a muchos búlgaros en busca de una vida mejor, "Continuamos el Cambio" creó una plataforma en pos de la cual aportar un cambio, aportar nuevas energías. Destacaron por su carisma, su buena educación y, francamente, su buen talante. Con una lista electoral en la que predominaban los jóvenes, incluidos algunos de sus estudiantes, Vassilev y Petkov se hicieron con los votos de los jóvenes a ambos lados del espectro político. La principal tarea que debe asumir ahora Petkov es la lucha contra la corrupción sistemática a todos los niveles. La nueva mayoría en el Parlamento está intentando echar al Fiscal General, que fue el objetivo de las protestas masivas del verano de 2020. Nos queda la esperanza de que las palabras no se queden sólo en promesas. El éxito de los nuevos dirigentes del país se basará en gran medida en su capacidad para llevar a cabo la ambiciosa y largamente esperada reforma judicial y cumplir así con las expectativas de los electores.

Aunque Petkov consiguió formar una coalición, ahora tendrá la difícil tarea de trabajar con dicha coalición, que incluye los restos desvanecidos del antiguo Partido Comunista y el proyecto político populista de un ex tertuliano. Con una ministra de Economía e Industria en la figura de la sempiterna líder del Partido Socialista, Korneliya Ninova, es difícil no ser escéptico ante semejante "cambio". En cualquier caso, se espera que los próximos cuatro años traigan tensiones en las filas de la coalición de gobierno, que ha reunido tanto a los partidos más izquierdistas como a los más derechistas, al menos en lo que respecta a los escaños parlamentarios. Será una verdadera prueba para las habilidades de Kiril Petkov como líder equilibrado, al intentar mantener la delicada paz entre los socios de la coalición.

Gestionar los temas problemáticos con agallas

Otro reflejo de la mentalidad empresarial de Petkov es la forma en que aborda los temas que suscitan debate entre la sociedad búlgara. Por ejemplo, Petkov no rehúye tomar posición sobre la entrada de Bulgaria en el euro. Esto puede deberse a que proviene de la economía y ha declarado que uno de los temas en los que trabajó en Harvard fue el modo en que la adhesión a la zona euro afecta al aumento de los precios. A diferencia de otros actores políticos que han caído en la trampa de la retórica populista, ha reconocido el hecho de que el tipo de cambio del lev búlgaro (BGN) está fijado al euro desde hace años y que, por tanto, la transición será bastante fácil para el país, al tiempo que se beneficiará de unas primas de riesgo más bajas y de unos costes de transacción nulos. En comparación, en febrero de 2020, cuando algunos búlgaros expresaron su temor a la subida de precios si el país adoptaba el euro, el ex primer ministro Borissov dijo que no presionaría para que Bulgaria entrara en el MTC II antes de tiempo porque estaba "esperando un consenso absoluto".

El Primer Ministro de Bulgaria, Kiril Petkov (izquierda), y el Primer Ministro de Macedonia del Norte, Dimitar Kovacevski. Fuente de la imagen.

En lo que respecta al veto a Macedonia del Norte, un tema muy delicado para los búlgaros, Petkov ha mostrado buena actitud y decisión. Dos días después de que Dimitar Kovacevski asumiera el cargo de primer ministro de Macedonia del Norte, Petkov le visitó en Skopje y se comprometió a reanudar el compromiso con el país vecino. Se están haciendo esfuerzos en materia de infraestructuras y conectividad. Es probable que, bajo el gabinete de Petkov, los grupos de trabajo del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación comiencen a trabajar más activamente. Dada la aparente postura de la opinión pública de que es necesario despejar todas las cuestiones históricas como condición para levantar el veto a las negociaciones de adhesión, el nuevo gobierno tendrá que andarse con pies de plomo. Un enfoque alternativo, que probablemente asumirá Petkov, sería buscar soluciones periódicamente y a largo plazo, en el marco de las conversaciones de adhesión. Al final, Bulgaria y todos los demás Estados miembros tendrían derecho a utilizar el veto en todos y cada uno de los capítulos de las conversaciones de adhesión.

¿Orientado hacia la UE pero vinculado al Presidente?

Presidente de Bulgaria, Rumen Radev. Fuente: Oficina del Presidente de Bulgaria.

En términos generales, Petkov ha demostrado estar fuertemente orientado hacia la UE cuando se trata de adoptar una postura en temas de alineación de la política exterior como Ucrania. Ha dicho abiertamente que Crimea ha sido ocupada y que no se aparta de la posición de la UE. Aunque esto puede parecer un hecho en cualquier otro Estado miembro, sigue planteándose como una polémica en la política búlgara. No hace mucho, cuando le preguntaron a quién pertenecía Crimea, el presidente Rumen Radev tuvo un desliz al decir que "es rusa", lo que por supuesto provocó una lluvia de reacciones internacionales. Y aquí radica el segundo gran reto al que debe enfrentarse Petkov. Tiene que demostrar claramente que puede separarse del presidente (gracias al cual se introdujo en la política), al tiempo que equilibra la balanza y no entra en un fuerte conflicto público con él. En caso de que lo haga, podría perder rápidamente el apoyo de la mayoría de los búlgaros que respaldan las posiciones a veces bastante "patrióticas" de Radev en diversos temas. Es mucho lo que está en juego. El presidente Radev ha disfrutado durante todo un año de la transformación del parlamentarismo búlgaro en una especie de presidencialismo. Ahora, Radev debe afinar su deseo de dirigir la política exterior de Bulgaria y volver a ajustarse a sus funciones habituales, dejando que un parlamento y un gobierno que funcionen dirijan el país.